THE TRUTH WILL OUT

Capítulo 32

Haddy estaba de buen humor cuando se despertó. Sus sueños de la noche anterior habían sido todos sobre él y Severus construyendo una vida juntos haciendo la cena juntos, sentados en el sofá viendo la tele, tumbados en la hierba mirando las estrellas. Se había dado cuenta de que eso era lo que quería, no una aventura sin sentido, sino una relación de verdad en la que pudiera formar una familia, y no le importaba esperar. Besar a Severus en la mejilla la noche anterior había sido un atrevimiento incluso para él, pero definitivamente había valido la pena. El breve picoteo le había dejado un cosquilleo en los labios como nunca antes lo había hecho y tenía curiosidad por saber qué se sentiría al besar al hombre como es debido. No creía que a Severus le hubiera importado. De hecho, el hombre había pasado varios minutos parado en su puerta, Hadrian había estado revisando su mapa para asegurarse de que no había moros en la costa y el punto de Severus había permanecido en su puerta hasta que Haddy había llegado a la torre de Gryffindor.

Sin embargo, tendría que planificar esto con cuidado, si iba a tratar de cortejar a Severus Snape. Después de todo, el hombre era muy testarudo, así que no sería fácil convencerlo de que Haddy quería estar con él en serio. Estaba perdido en estos pensamientos mientras se dirigía a la sala común y no prestaba atención a su entorno.

-Buenos días, Haddy, que duermas bien-, dijo Seamus con su acento irlandés, sorprendiéndolo.

-Buenos días Seamus, um, sí lo hice. ¿Tuvieron una buena noche?-.

-Sí, aunque no pudimos hacer mucho con tan poco tiempo y McGonagall nos cerró bastante rápido. Aunque estoy deseando que llegue el viernes, ya le he enviado una lechuza a mi hermano pidiéndole provisiones-.

-Sí, todas las lechuzas salieron anoche, espero que estén bien. Vi a la gente amontonando múltiples cartas en algunas para tratar de avisar a sus familias sobre ya sabes quién-, dijo Lavender.

-Decir su nombre no va a traerlo de vuelta, sabes-, bromeó Haddy.

-Sí, bueno, no todos hemos nacido para enfrentarnos a poderosos magos oscuros, así que tal vez debamos darnos un respiro-, gruñó Ron, que claramente se había despertado de peor humor que la noche anterior.

-En realidad, Ron, ninguno de nosotros lo fue-.

-¿Pero qué hay de la profecía que escuchó Dumbledore?-.

-Era sobre un niño nacido a finales de julio. Yo nací a principios de junio, así que no podía tratarse de mí. O Lysander, de hecho, ya que él nació en mayo-.

Ron se quedó sin palabras mientras todo el dormitorio se dirigía al gran Comedor para desayunar. Resulta que Lysander había hecho un excelente trabajo para responder a las preguntas de la noche anterior, incluso llegó a afirmar que Haddy aún se estaba recuperando de su enfrentamiento con el señor oscuro, por lo que se quedó casi solo. Al parecer, todos sus compañeros de dormitorio habían pasado mucho tiempo practicando sus nuevos nombres y los de Lysander para ayudarles a sentirse bienvenidos. Haddy se preguntó si habrían sido tan acogedores si Lord Voldemort estuviera suelto, pero afortunadamente no tuvo que preocuparse por eso.

Las lechuzas llegaron mientras comían, como siempre, con la cara de Harry Potter salpicada en la portada. Haddy tuvo que reírse, ya que era una prueba más de que el periódico era una completa mierda; lo menos que podían hacer era poner una foto actual junto a una antigua. Sin embargo, eso significaba que pasaría un tiempo antes de que todo el mundo mágico reconociera su nuevo aspecto. Él mismo no se había molestado en comprar un periódico, sabiendo que se enteraría de su contenido durante todo el día, así que había estado demasiado ocupado desayunando como para darse cuenta de que una lechuza se había posado delante de él o de que sus amigos se habían quedado callados de repente. No fue hasta que Hermione le empujó el brazo que levantó la vista y se fijó en Errol, la lechuza de la familia Weasley, con un humeante aullador rojo pegado a la pata. Lo abrió rápidamente, con una curiosidad morbosa por saber qué tendría que decir.