Capítulo 73

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El Traslador depositó a Severus, Haddy y Draco de vuelta en la sala de Menesteres, agradecidos de que la reunión no se hubiera prolongado demasiado y de que aún no fuera el toque de queda. El resto de sus amigos se alegraron de verlos de vuelta, pero acordaron que la explicación de lo ocurrido en la reunión podía esperar hasta que volvieran a sus dormitorios, sin querer arriesgarse a que los sorprendieran en los pasillos. Acababan de llegar a la gran escalera cuando el director los abordó.

-Ah, ahí estás Severus, te he estado buscando, ¿dónde has estado?-.

-Supervisando la sesión de estudio de los alumnos, profesor Dumbledore. Les puse una tarea algo difícil y estos grupos-, dijo Severus, indicando a todos los alumnos que estaban detrás de él, -tuvieron la previsión de pedirme consejo sobre cómo proceder-.

-¿Es así?- inquirió Dumbledore, haciendo contacto visual con todos los alumnos por turno, esperando que todos asintieran. -¿Qué sala utilizaron?-.

-Estábamos en una de las habitaciones del sexto piso-, dijo Hermione, -la habitación 84. Era la única lo suficientemente grande para todos nosotros-.

-Sí, bastante-, contestó Dumbledore, -ahora mismo iba para allá. He estado buscando durante algún tiempo tratando de encontrar dónde estaban. Te agradecería que informaras a alguien de dónde estás estudiando la próxima vez, por si alguien necesita contactar con alguno de ustedes-.

-Sí, me temo que voy a tener que convocar una reunión de emergencia en relación con el ataque del pasado fin de semana. Los gobernadores se reunirán más tarde en la semana, pero quiero hablar con los profesores esta noche. Por favor, diríjase directamente a la sala de profesores, todos los demás ya están esperando-.

-Por supuesto, director, iré inmediatamente. Niños, espero que se dirijan directamente a sus dormitorios, habrá castigos severos para quien sea sorprendido fuera después del toque de queda-.

Todos los alumnos asintieron con la cabeza y se dirigieron a sus respectivos dormitorios mientras Severus seguía al director.

Filius Flitwick hizo contacto visual con Severus tan pronto como entró en la sala de profesores, así que Severus se dirigió a su viejo amigo.

-¿Me he perdido algo importante?- susurró Severus con la comisura de los labios.

-No especialmente. Argus ha estado quejándose de la posibilidad de que los gemelos Weasley abran una nueva tienda en Hogsmeade. Al parecer, ya le ha costado bastante mantenerse al día con sus nuevos productos con ellos en el callejón Diagon y está preocupado por lo mal que irán las cosas si llegan a nuestra puerta-.

-Cuando-, corrigió Severus, -su solicitud de préstamo ha sido aprobada y deberían abrir antes de que termine el año escolar-.

Filius parecía impresionado. -Confía en que un maestro espía tiene el dedo en el pulso de todos los últimos chismes-.

Severus sonrió. -No todos. A diferencia de algunas personas, no me interesan los últimos romances entre estudiantes-.

-A menos que involucre a cierto Gryffindor-, bromeó Filius haciendo que Severus pusiera los ojos en blanco.

Dumbledore se aclaró la garganta y los miró fijamente, poniendo fin a su conversación y haciendo que Severus se sintiera como un colegial descarriado.

-Si estamos listos podemos empezar esta importante reunión-, anunció el director. -Como todos ustedes saben, el fin de semana pasado hubo un ataque confirmado de mortífagos en Hogsmeade. Dos de los atacantes fueron capturados y actualmente están a la espera de juicio. Lamentablemente, uno de ellos logró escapar de la captura-. En ese momento miró directamente a Severus; era evidente que sospechaba, pero éste mantuvo su rostro perfectamente neutral.

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