Capítulo 77

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Haddy estaba helado cuando se despertó y tardó unos minutos en darse cuenta de por qué. Él y Severus habían llegado a duras penas a la cama después de que su prometido le hubiera follado los sesos la noche anterior, el semen seco que le había salido del culo era la prueba de que definitivamente no había sido un sueño. Rodó los hombros rígidos antes de alcanzar el edredón para cubrirlos, acurrucándose de nuevo junto a Severus en un intento de entrar en calor.

-¿Qué hora es?- preguntó Severus.

-No lo sé, no me importa, es demasiado temprano-, respondió Haddy, depositando un beso en el cuello de Severus.

-¿Cómo sabes que es demasiado temprano si no has comprobado la hora?-.

-Es sábado después de que hayas hecho la patrulla, nadie te esperará para desayunar, lo que significa que podemos abrazarnos hasta la hora del almuerzo sin que nadie cuestione nuestro paradero, así que quédate quieto, ya que tengo toda la intención de aprovechar esto al máximo-.

-Qué mandon estás esta mañana. Te juro que cada día eres más Malfoy, Hadrian-.

-Si eso pretendía ser un insulto estás perdiendo tu toque, amor-.

Severus dejó caer un beso en la parte superior de la cabeza de Haddy. -Jamás volveré a insultarte Hadrian, eres mi compañero perfecto y sería estúpido si hiciera algo que pusiera en peligro nuestra relación-.

Severus sintió, más que vio, que Haddy sonreía mientras metía la cabeza en el hueco del cuello de Severus, murmurando -tú también eres perfecto- en su piel. La pareja se acomodó y consiguió dormir un par de horas más antes de que los estómagos vacíos y las vejigas llenas les hicieran despertarse una vez más.

Haddy había conseguido llamar a Dobby el día anterior, mientras esperaba a que Dumbledore saliera de las mazmorras, y había conseguido que el elfo doméstico le llevara algo de ropa y les preparara el desayuno en los aposentos de Severus para cuando se despertaran. Así pues, había un suntuoso festín esperándoles en la sala de estar principal, aunque, por desgracia, estaba extendido sobre la misma mesa de café en la que el propio Haddy se había extendido la noche anterior. Haddy sintió que se sonrojaba y se preguntó si alguna vez podría volver a mirar ese mueble sin recordar el incidente.

Sin embargo, Severus pareció leerle la mente sobre el tema y logró tranquilizarlo de una manera que sólo él podía. -Espero que no pienses en ponerte así de nervioso cada vez Hadrian. Las cosas podrían ponerse muy complicadas muy rápidamente, ya que tengo planes de llevarte en todos los muebles que tengo-.

Una rápida mirada alrededor de la habitación pronto cambió la forma en que la mente de Haddy estaba trabajando y pronto estaba evaluando mentalmente los artículos, preguntándose qué posición sería necesaria para hacer realidad el plan de Severus.

Severus se rió -Debería haber sabido que no haría falta mucho para cambiar tu forma de pensar-.

-Ssh tú, la culpa es tuya por darme ideas. Eres una mala influencia-.

Severus se rió aún más. -Amor, dudo que incluso tu cariñoso padre crea eso-.

Haddy hizo un mohín, pero aun así aceptó la taza de té que Severus le entregó con un gesto de agradecimiento; oscuro con dos azúcares, tal como le gustaba. Le hizo sonreír darse cuenta de lo bien que lo conocía Severus.

-No puedo esperar hasta que estemos casados y podamos hacer esto todos los días-.

-¿Todos los días, Hadrian? Eso podría ser un poco complicado, a menos que planees esperar hasta después de graduarte para atar el nudo-.

-¡Dios no! En realidad esperaba que pudiéramos hacerlo durante el verano. No podría soportar otro año a escondidas como este-.

-Por una vez estoy de acuerdo contigo, al menos en lo que se refiere a los plazos de nuestra relación. No podría imaginarme renunciando a ti ahora que te tengo, pero me mata saber que estamos poniendo en riesgo tu educación al reunirnos así-.

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