Capítulo 30

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Haddy y Lysander habían estado en la sala común de Gryffindor cuando todos sus amigos habían llegado y ambos habían sido inundados de abrazos hasta que Ron los arrastró a su dormitorio, enviando miradas de advertencia a todos los demás para que se quedaran quietos.

-¿Dónde diablos estabas, amigo, tienes idea de lo preocupados que estábamos todos cuando desapareciste? Lo menos que podías haber hecho es avisar a mamá de que estabas a salvo y haber venido a la Madriguera o a Grimmauld place si tenías que alejarte de tus familiares. Estoy seguro de que podríamos haber llegado a un acuerdo con Dumbledore-.

-Sí, bueno, tenía que resolver algunas cosas y no quería meterlos en problemas con nadie. De todos modos le envié a Hermione una carta para decirle que estaba bien-.

-Sí, pero podrías haberle enviado una a mamá, ella estaba muy molesta por eso sabes, deberías escribirle y disculparte. ¿Pero cómo es que acudiste a Neville en busca de ayuda y no a mí? No te ofendas Neville pero se supone que soy tu mejor amigo-.

-Sí, lo sé, Ron-, dijo "Harry", eligiendo ignorar el hecho de que la señora Weasley no se había molestado en escribirle para preguntarle cómo estaba, así que por qué debería haberle escrito a ella, -no es nada contra ti, pero no lo habrías entendido, teniendo padres y todo eso, al menos unos que están cerca-.

-Y qué, eso significa que no me entero de lo que te pasa porque sigo teniendo unos padres cariñosos-.

-No Ron, no es eso, sólo necesitaba hablar con Neville mientras resolvía las cosas. Ya lo tengo resuelto así que se lo haré saber a todos durante el banquete-.

-Por qué no me lo dices ahora, así puedo ayudar a responder a las preguntas y cosas de los demás-.

-Lo haría pero tardaría mucho, no quiero perderme toda la buena comida, no te preocupes no tendrás que esperar mucho-.

-Bien, pero me lo debes-.

Se dirigieron al gran Comedor y Haddy se aseguró de conseguir un lugar en el centro de la mesa listo para su gran anuncio, frente a Ron en lugar de al lado en caso de que su llamado amigo no tomara la noticia demasiado bien. Sabía que mañana estaría en todo el profeta, Minty había aparecido para decir que ya había periodistas acampados frente a la Mansión Malfoy, pero lo había discutido con Lysander y habían decidido intentar adelantarse. Así que se sentó pacientemente durante la clasificación y el discurso de bienvenida de Dumbledore, la lista de objetos prohibidos; no entrar en el bosque, bla, bla. Tuvo que agachar la cabeza para ocultar su risa cuando el anciano empezó a hablar de los peligros de Voldemort y los mortífagos. Sabía que debía parecer tan tenso como se sentía por las miradas de preocupación que le lanzaba Hermione. Se alegró de estar de espaldas a la mesa de Slytherin, ya que podía sentir la mirada de Draco clavada en su nuca. Dumbledore estaba a punto de convocar la comida, se levantó y se echó sonorus.

-Si no le importa, director, tengo un anuncio propio antes de que todos se pierdan en la comida-. Dumbledore asintió con la cabeza, obviamente consciente de lo que Haddy iba a hacer y probablemente sintiéndose un poco engreído por ello. -Gracias, ahora no los retendré mucho tiempo pero habrá algunas noticias en el profeta mañana pero pensé que debía decirles a todos por adelantado. Durante el verano me di cuenta de que no solo era Harry Potter sino también Hadrian Malfoy, no conozco los detalles pero al parecer hubo alguna confusión cuando nací. Ahora no me importa qué nombre me llamen, legalmente soy ambos, pero admitiré que prefiero Hadrian -(se quitó el encantamiento y se transformó en un casi clon de Draco)-, esto podría ayudar a la gente a recordar-.

Neville se levantó a su lado, quitándose su propio amuleto para revelar unos rasgos faciales más finos y unos ojos azul claro, -y descubrí que en realidad soy Lysander Lestrange-.

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