Capítulo 84

2.1K 254 14
                                    

Era la hora del almuerzo cuando Haddy regresó a la mansión Malfoy. Había sido maravilloso despertarse en los brazos de Severus aquella mañana, especialmente al sentir la hermosa polla del hombre entre sus nalgas. No había podido evitar mover las caderas, frotando el tronco por su hendidura. Había sido un poco chocante cuando Severus se deslizó dentro de su agujero; aparentemente todavía estaba lo suficientemente suelto desde la noche anterior y Haddy ciertamente no iba a objetar a hacer otra ronda. Severus tampoco se había opuesto, diciendo que definitivamente podría acostumbrarse a despertarse dentro del culo de Haddy.

El ritmo había sido mucho más suave que en los encuentros anteriores, aunque no por ello menos placentero. Sin embargo, Haddy descubrió el lado bueno de llevar siempre el collar alrededor de Severus. El vampiro lo había mordido mientras llegaba al clímax, obviamente tratando de evitar que completara el vínculo. Incluso con el cuero protegiéndolo, Severus había logrado arañar el cuello de Haddy con la punta de sus colmillos, aunque por suerte no lo suficiente como para extraer sangre. Haddy se dio cuenta de que tendría que tener cuidado por mucho que disfrutara de estar con Severus, no quería presionar demasiado al hombre.

-Llegas tarde, Haddy-, dijo Lucius al entrar en el comedor.

-Al menos pareces bien descansado-, comentó Narcissa mientras le daba a Haddy un beso en la mejilla.

-Lo estoy, gracias mamá-. Era cierto, se habían vuelto a quedar dormidos después de los esfuerzos de la mañana y por eso llegaba tarde.

-Bien, me alegro de que Severus te esté cuidando como es debido, necesitarás estar en plena forma cuando nos enfrentemos a Dumbledore en el juicio-.

-Lo sé papá, por eso pedí quedarme con Severus para empezar, para estar más tranquilo-.

-Sólo ten cuidado. Me preocupa que si ustedes dos se unen, Dumbledore pueda usarlo en su contra-.

-Lo sé papá, también correrá el riesgo de cambiar la narrativa. No te preocupes, no pondré nuestro caso en riesgo así-.

-Me alegro de oírlo. Ahora come tu almuerzo que tenemos una tarde ocupada por delante-. Sonó un poco frío, pero Haddy había aprendido que esa era la forma en que su padre expresaba su preocupación por la idea de que se viera perjudicado por el juicio que se avecinaba.

Lucius no había bromeado, había innumerables cuentas que rastrear, un trabajo que consumía mucho tiempo y era extremadamente aburrido, a lo que no ayudaba el hecho de que luego tuvieran que reformular todo para que el Wizengamot pudiera entenderlo. Haddy trató de quejarse de que tampoco tenía cabeza para las cifras, pero Lucius le aseguró que tenía muchas más posibilidades de entenderlo que incluso la mitad del consejo. No era demasiado sorprendente dada la cantidad de cuentas ficticias por las que Dumbledore había pasado los fondos los duendes se desesperaban pensando que nunca podrían recuperar todo el dinero. A Haddy casi le molestó que ya hubieran terminado de revisar su testimonio, así que no tenía excusa para no ayudar. Había sido aburrido en ese momento y algunas de las preguntas que Gladstone le hizo eran extremadamente personales, pero le habían asegurado que era algo rutinario y que el abogado de Dumbledore probablemente se ensañaría en su contrainterrogatorio.

El Sr. Gladstone también estuvo ocupado en reuniones con su tía y Tom, trabajando con los sanadores mentales para intentar averiguar todo lo que Dumbledore les había hecho. Poco a poco iban rellenando algunas lagunas y habían podido transferirlas a un pensadero para poder utilizarlas en el juicio. Lucius les advirtió que su testimonio podría no tener mucho peso dado su accidentado pasado, pero sería bueno para abrir líneas de interrogatorio como la de lo que realmente ocurrió con los Longbottom. Rabastan, Rodolphus y Bellatrix habían podido recordar aquella noche y sus recuerdos mostraban claramente que Frank y Alice seguían en pleno control de sus facultades cuando los aurores llegaron para detener a los mortífagos. Esto planteaba la pregunta de qué había sucedido después para que los Longbottom sufrieran daños cerebrales permanentes y, más aún, quién.

THE TRUTH WILL OUT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora