capitulo 38

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entonces ¿estás de acuerdo?

y tú ¿lo estás? mira que...

estoy seguro... todo esto es por ti

semanas atrás:

Asil se encontraba echando fuego por el coraje que presentaba, lo único que pasó por la mente de Sedef fue abrazarlo...

por favor tranquilízate , no quiero que te hagas daño

como me pides que esté tranquilo, mientras me entero de lo que ese infeliz te hizo!

Asil no podía concentrarse en otra cosa más que vengarse de Bora, salió de la habitación de Sedef , y esta lo siguió , Asil fue más rápido tomó su auto y salió de la mansión, Sedef no lo dudo dos veces y fue tras él en un taxi.

tras un camino largo Sedef encontró a Asil en la orilla de una vista turística, se colocó a un costado de él...

siempre me ha gustado ver las estrellas...

¿Qué haces aquí?

que lugar tan mas hermoso, se pueden apreciar las estrellas a su gran dimensión

Asil solo podía ver que Sedef observaba con gran alegría las estrellas...

nunca pensé que este lugar tuviera algo en especial...

¿como?

siempre venía aquí cuando quería planear mis venganzas en contra de mis enemigos, pero...

¿pero?

nadie sabía de este lugar ¿como es que tu me encontraste?

solo deje que mi corazón me guiará, había algo que me impulsaba a no dejarte solo esta noche... pensé que podría equivocarme... pero aquí estoy a tu lado ...

no quiero que nada te pase...

y no me pasara nada mientras esté a tu lado.

ambos cruzaron miradas, ya no eran necesarias las palabras, sus ojos podían comprender lo que cada uno tenía dentro de su corazón, todos poseemos un hilo rojo que nos conecta a la pareja que está destinada a estar con nosotros por el resto de nuestras vidas... Sedef y Asil habían encontrado el camino de su hijo rojo, y ahí estaba a pocos metros de distancia, sus corazones empezaban a latir cada vez más y más rápido, la emoción no los dejaba pensar en lo demás, solo existían ellos dos en ese momento, no había maldad , la luz de ella se impregnó en la oscuridad de él, dos almas que se encontraron para ser una sola...

Sedef desvió su vista hacia el cielo, amaba ver las estrellas de niña, el estar en ese lugar y poder apreciar el cielo la había hecho volver a sus momentos felices de la infancia...

Kevser y yo siempre observamos las estrellas cuando no podíamos conciliar el sueño, comenzábamos a pedir deseos cuando logramos ver una estrella fugaz

¿Qué es lo que pedían?

(Sedef empieza a reír) eran cosas simples, siempre competimos... éramos unas niñas, el tener una barra de chocolate o un poco de algodón de azúcar, siempre se volvían nuestros más grandes deseos...

adivino... ¿Tu pedías algodón de azúcar?

si, no te negaré que era una niña mimada... siempre lograba que mi padre me comprara un algodón de azúcar y así le presumía a Kevser que mi deseo se había vuelto realidad...

y dime ¿le pedías también deseos a las estrellas?

nunca hice tal cosa...

¿Cómo no? mira... mira... ahí lo ves es una estrella fugaz , pide un deseo...

Asil solo podía apreciar a Sedef... no podía dejarla ir, le había tomado tiempo encontrar quien compartiera con él momentos inolvidables, quien lo complementará, quien estuviera en sus mejores y peores momentos...

¿pediste tu deseo?

sí... pero no sabía que podía cumplirse los sueños muy rápido

¿qué quieres decir?

¿Qué fue lo que pediste?

estar con la persona que amo, observando las estrellas...

Sedef volteo sorprendida hacia Asil, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no de tristeza, estas al contrario eran de felicidad, jamás pensó escuchar esas palabras... se había dado por vencida en el tema del amor desde que Bora la aprisionó... ella solo se quedó observando a Asil... sin pensar lo que ocurriría minutos después...

Asil tomó las manos de Sedef...

Sedef... sé que la forma en que nos conocimos, no fue la mejor de todas, nuestros primeros encuentros no fueron los que ambos hubiéramos planeado, y se de lo que estoy seguro... no puedo pensar un día en que no estes a mi lado... los días en que no podía observar tus lindos ojos color esmeralda... me sentía en el vacío, la vida no tenía sentido... pero es la misma vida la que te ha puesto de nuevo en mi camino... y ahora estoy más que nada seguro...

Asil yo...

por favor, déjame terminar...

quiero que de ahora en adelante tus lagrimas sean de felicidad, y no de tristeza, quiero sanar tu heridas, que olvides toda la maldad que has sufrido... jamás había sentido esto por otra persona... quiero estar siempre a tu lado... sé que tú también sientes lo mismo por mí, no podemos hacer oídos sordos a nuestros sentimientos...

Sedef... escucha a tu corazón... siente como el mío late por ti, estoy seguro que el tuyo también late asi por el mío...

Sedef... ¿quieres buscar la felicidad conmigo?

¿te casarías conmigo?

El Caso Kırımlı Donde viven las historias. Descúbrelo ahora