CAPITULO 42

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Sedef se encontraba en su habitación, eligiendo qué vestido utilizar... Asil la observaba por un espacio de la puerta que había quedado entreabierta... Sedef se percató que se encontraba una caja con un lazo rojo oculto en su guardarropa, le llamó la atención y decidió abrirlo... la curiosidad era una debilidad de Sedef...

¿Qué es esto?

en el interior de la caja se encontraba un vestido , color rojo que resaltaba con su blanca piel, no podía creer lo que veía, el vestido era sencillo pero hermoso...

me encantaría verte en ese vestido

Asil no resistió más y decidió entrar a la habitación de Sedef...

tu...

no era necesario... no tenias por que

es para esta noche...

te dije que repondría el haberte dejado sola... esta noche tenemos una cita tu y yo... el chofer pasara por ti a las 7:00 pm

7:00 pm? pero faltan 3 horas, ¿cómo es que voy a estar lista? ¿porque me lo dices hasta ahora?

no importa... como te arregles... porque la verdadera belleza eres tú...

Sedef se quedo sin palabras... Asil se retiró de la habitación, sin decir nada más, Sedef empezó a preguntarse ¿qué se tenía planeado Asil? ¿por qué hablaba tan sospechoso? decidió comenzar a arreglarse... solo tenía 3 horas sus nervios comenzaban a traicionarla nuevamente... Intenta recordar el consejo que Baba Arif le brindó pero era imposible... sus nervios esta vez habían logrado dominarla...

Pasaron las horas y se llegó el tiempo, el chofer ya estaba esperando en la puerta de la mansión a Sedef, ella entró en el auto, se moría de curiosidad saber que tenía planeado Asil...

disculpa... ¿Cómo se llama el lugar a donde vamos? ¿Es un restaurante o algo parecido?

srita Sedef , esto es para usted... es una carta del sr Asil...

¿una carta? ... Amm gracias...

Sedef sentía como su corazón podría salir de su pecho, a que se refiere el chofer con que Asil había dejado una carta, no esperó más y decidió abrirla...

Sedef:

Me imagino lo hermosa y perfecta que te ves con tu vestido rojo... se te preguntas cómo se que te decidiste a utilizar este vestido... la verdad es que no lo se es un presentimiento... Esta pequeña carta se te es brindada por qué de algo si estoy seguro... acabas de preguntar a dónde se dirigen... esta vez no te dirán a dónde porque es una sorpresa, así que no te canses de hacer preguntas en vano al chofer y solo disfruta el viaje...

Asil...

así que él escribió esa carta...

así es señorita...

esta bien, no te molestare...

El viaje duró unas cuantas horas... cuando por fin llegaron a su destino se encontraban en la orilla del Bósforo... el chofer le abrió la puerta a Sedef y le dio la señal de bajar del carro, ella camino confundida a la orilla de la costa... pensaba que el chofer se había podido equivocar de lugar...

¿Es este lugar?

pero aquí no hay nada ni nadie...

en ese momento comenzó a sonar una dulce melodía de un violín ... que la hizo voltear en la búsqueda del sonido... observó cómo hacía ella se dirigía Asil...

tu...

estas hermosa esta noche...

¿por qué estamos aquí?

porque esta noche es especial para nosotros... esta noche será memorable para nosotros dos...

no entiendo...

se que esta noche la estas esperando desde hace mucho tiempo... esta noche quiero que todo sea perfecto... te cite aquí porque ... quiero que todo quede sellado... y qué mejor que nuestro testigo sea las estrellas del cielo...

pero existe un testigo que va a ser el más especial de todos, que no solo nos va a guiar esta noche... sino todas las demás...

Sedef, sé que existe algo que te inquieta, y no quiero que en tu vida existan más preocupaciones e inquietudes...

tu felicidad es lo más importante para mi... ver una sonrisa en tu rostro será mi prioridad...

así que hoy de nuevo ante ti , te pregunto...

Sedef tenía sus ojos llenos de lágrimas de felicidad, todo lo que Asil decía, jamás pensó escucharlo... la vida le había dado golpes muy duros, pero el estar a un lado de Asil, la hacía sentir la mujer más feliz y amada del mundo...

Asil se postró de rodillas ante ella, tomó de su saco una pequeña caja y la abrió a sus ojos, en esta contenía un hermoso anillo , que resaltaba los diamantes que este tenía incrustado...

ya te dije una vez... pero te lo vuelvo a preguntar...

Sedef, quieres brindarme el honor de ser quien despierte junto conmigo en las mañanas... ser la luz en mi camino... ser mi estrella del norte... mi guía... mi amada...

¿quieres ser mi esposa?

Sedef no resistió y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, no podía creer que todo esto había organizado Asil, para hacerla feliz...

acepto ser tu esposa... Asil Kırımlı...

Asil le coloco el anillo a Sedef, y la elevo en sus brazos, dándole un eterno beso... Sedef se sentía como la mujer más afortunada del mundo... tener a una persona a su lado como Asil ... ahora podía comprender que la vida le había dado una segunda oportunidad para ser feliz...

ambos comenzaron a bailar al ritmo del violín, no escuchaban nada más que la dulce melodía y el latir de sus corazones...

por cierto...

nos casamos en 1 semana.

El Caso Kırımlı Donde viven las historias. Descúbrelo ahora