Era primera vez en su vida que Giyuu no encontraba un libro.
Incluso su Shadow Book encontró el camino a sus manos con su insistencia, pero esta vez un simple libro de herbologia avanzada se había desaparecido sin dejar rastro. Pues por mucho desorden que a veces tuviera en su habitación o la biblioteca con los libros, sabía exactamente donde estaba cada uno, ya que había sido él quien los había dejado en ese sitio y nadie se atrevía a mover ni una sola de su lugar.
Era un libro grande, casi 6 cm de grosor, de pasta dura y verde con decoraciones marrón. No era un simple libro que se podía pasar por alto y su presencia era obvia, para que tuviera que buscar más de 5 veces sin encontrar nada.
Estaba bastante molesto, había pensado en usar alguna planta que tenga fuertes factores curativos y tuviera buen sabor para su chocolate. Ese era el mejor libro para encontrar todas la mayoría de plantas, pero al parecer se tenía que conformar en usar libros de más baja calidad cuando se trataba de contenido.
Enojado, busco en su bolsillo su confiable pipa y dentro de su bolso, en una pequeña bolsa de tela saco las últimas hojas de Dula que le quedaban. Vio las tres hojas secas en su mano, apretando su puño, se enojo aún más por eso chasqueando su lengua.
— ¡Joder!
Soltó de mala gana mientras miraba a su al rededor y luego de ver que estaba vacía esa área de la biblioteca que siempre usaba, coloco las hojas casi hechas polvillo en la pipa y chasqueó sus dedos usando magia negra para dar una chispa de fuego.
Tomó una gran calada pensado en sus problemas nada más de esa semana y se sentó la silla, para alzar su vista al techo y soltar el humo que llenaba sus pulmones.
Tenía que hacer el mejor chocolate posible para su esposo y ni sabía hervir agua bien.
Tenía que disculparse con Hakuji, este lo evadia cada vez más y eso le preocupaba.
Encontrar el libro de herbologia avanzado, o la bibliotecaria que no estaba muy contenta de que un elfo estuviera ahí, ahora si tendría razones para correrlo.
Encontrar hojas de Dula, sin levantar sospechas de que se estaba dopando.
Averiguar la razón de Kocho estuviera tan tranquila en esos últimos días.
Prácticar magia con Kyojuro, necesitaba que él se volviera el héroe de todos si nadie más podría hacerlo.
Intentar el hechizo de la maldición con un animal más grande, por fin habia logrado que dos cerdos siguieran vivos y eso ya era un avance.
Convencer a Kanae que esto era lo mejor, necesitaba a un aliado en todo eso y Kanae era la mejor opción. Ella quien sabía la verdad del mundo y que la vida se su hermana pendía de un hilo, ella comprendería a Giyuu y la ayudaría en su cruzada de convencer a Shinobu de tomar su lugar como la protagonista.
Decidir la fecha cuando le pondría fin a todo.
Sí, por fin había avanzado en el hechizo y eso se suponia que empezaba toda la trama oscura en el juego. Era donde empezaba su gran acto de despedía, aunque se suponía que el final era en años futuros, la verdad el juego había avanzado con una rapidez que le asustaba.
El elfo llevo su mano a su mano un poco más allá de su ombligo, la marca de la maldición había avanzado de una forma acelerada en su cuerpo. Lo podía ver en la mirada de Kocho, algo andaba peor de lo que debería.
No tenía mucho tiempo, no estaba seguro incluso si llegaría a últimos de Invierno para ser precisos y menos con el cuidado que se estaba dando.
No podía llegar desgastado hacer los hechizos o podría perder la vida de alguien en el camino y todo su arduo trabajo se iría por el caño.
Tenía que ser en otoño.
A Giyuu le agradaba el otoño, siempre era un buen recuerdo que el invierno se acercaba y la nieve caería pronto.
Giyuu amaba la nieve.
Amaba el frío con todo su corazón.
Sería triste irse sin verlo por última vez, pero era mejor irse pronto que tarde en sus circunstancias.
Sería un invierno perpetuo que se acercaría a Wisteria.
Sí, tendría que hacer una cosa más.
Enseñarle a Sabito a dejarlo ir.
No tenía ni idea como haría eso y estaba siendo muy cruel. Tal vez demasiado, pero tenía que enseñarle eso si no quería problemas a futuro. Quería que fuera feliz, sin él y Giyuu pensaba que eso no era tan difícil, después de todo a veces sentía que todos estarían mejor sin él.
— ¡Vaya, Vaya!
La voz de Gyuutaro le asustó, le hizo dar un salto y casi suelta la pipa de su boca.
Ahí estaba el segundo príncipe, tan flaco y con una sonrisa que le causaba escalofríos. El menor de los príncipes a pesar de esta vida ser mellizo de su hermana, no se parecían en lo más mínimo, cualquiera podría decir que el joven fue cambiado cuando nació. Era alto, flaco, para nada agraciado, pero posiblemente era el que se había llevado todas las neuronas en el vientre.
Gyuutaro siempre habia sido así, incluso en su vida anterior, siempre tenían algo en mente y tal vez por eso Upper Moon pegó fuerte por sus buenas decisiones de como promover la banda. También administro bien el dinero, según Hakuji; Sin embargo, muchas veces actuaba como un tonto para estar al nivel de su adorada hermana.
Sí, Ume fuera parte de la maldición, estaría seguro que Gyuutaro sería su mayor benefactor en sacrificar su vida por la de su hermana sin rechistar. Ahora, Giyuu ni siquiera tenía interés en decirle sus planes porque todo eso, seria algo que no le prestaría atención en lo más mínimo ya que no le afectaba ni a él o a su hermana.
Sin embargo, para que estuviera ahí, algo debía estar pasando y algo lo suficientemente molesto para que el príncipe metería su nariz en eso.
— Y decías que yo era el que iba a venir a drogarme en la biblioteca, mira como estamos ahora — Se burló mientras sostenía su estómago.
Giyuu solo rodo sus ojos para empujar la silla frente de él, así ofreciéndole un puesto. Fumaba en silencio, ni siquiera se atrevió a enfrentar sus palabras ya que eran tan ciertas.
— Ya, ya — Dijo para cesar su risa y sentarse frente al elfo que lo miraba con su ceja alzada — Engañando a todos con esa cara bonita y pura, quien diría que tendrías esta actitud... Bueno últimamente he escuchado mucho de tu actitud diferente.
Soltó el humo y siguió viéndolo sin decir nada.
— Tomioka se que mientes para lograr tus malvados planos
Eso si no lo espero y la pipa cayó de sus manos.
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La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)
ФанфикCuando Giyuu murió no pensó en reencarnar, menos en el bobo juego Otome que las hermanas Kocho le obligaron a jugar. Si todo lo malo no era solo eso, también reencarno como el villano del juego que solo tiene la opción de morir para que los otros se...