Hora de Irse

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Giyuu corrió a Sabito de su habitación unos minutos después, con la excusa que si no se iba de la habitación no dejaría que le besara más. Eso fue suficiente para sacar al chico a regañadientes aunque seguía en las nubes por los besos del menor.

Giyuu se vistió la mas rápido que pudo y tomo unos guantes para ir al baño. Se coloco los guantes mientras lleno las dos botellas vacías con agua de la bañera, eso serviría para curar heridas; aunque por sus efectos secundarios tendría que tener cuidado de utilizarlo. Con su magia de agua restante con pétalos y todo, así que alzo el agua y la lanzo por la ventana asegurándose que no hubiera alguien por esa zona primero. Se aseguro de esconder bien las botellas de agua y las joyas que ya había regurgitado su familiar en su escondite en su armario, donde quitaba una tabla de madera y estaba su grimorio seguro.

No fue una tarea agradable o sencilla, en especial la de las joyas que tuvo que limpiaras primero rápido antes que llegaran sirvientas a su cuarto. Cuando Hakuji volvió solo diciendo que ya vendría gente, Giyuu estaba con una sonrisa en su rostro y su querido cuervo en sus hombros.

— ¿Estas seguro que no hiciste nada con Sabito? — Pregunto de nuevo el de cabello corto ahora que estaban solos — Te puedes meter en problemas.

— Solo fue una borrachera, ni siquiera me acuerdo de la mitad de la cosas que hicimos — se encogió de hombros para que no le diera tanta importancia.

— El te ama, lo se. Cualquiera podría decirlo por la forma como te mira — le confronto el chico preocupado.

— ¿Acaso ha importado el amor cuando uno es un noble? — le pregunto con hastió — El se casara con una dama linda de la corte, quiera o no

— ¿Tú le amas? — fue una pregunta mas directa preguntando por su bienestar

— ¿Acaso importa lo que un elfo prisionero sienta? — volvió a preguntar de la misma manera — Igual si lo amara o no, no cambiara las cosas.

— Importa mucho ahora que nos vamos — le recordó el príncipe, era pronto que se irían juntos al castillo del ex guitarrista

La charla murió en ese momento y Giyuu se repitió esas palabras. Tenia que seguir, incluso si no quería, incluso si ya no podía hacer algo con Sabito. Debido a que todo lo que estaba haciendo no era solo por el mayor, era para salvar otras personas también que estaba en ese camino desde el principio.

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— Nunca se intereso por Giyuu, ni un maldito segundo. Lo ha tenido como un prisionero aquí desde que era un bebe — Sabito caminaba de un lado a otro en la oficina de su padre expresando de descontento con la situación — Ahora viene queriendo llevárselo a hacerle quien sabe que. No podemos permitir esto padre.

— Sabito, tienes que comprender no podemos hacer nada — Explico Urokodaki sintiéndose impotente por la situación.

— ¡Toda mi vida mas has dicho que tengo que protegerlo, todo lo que he querido en la vida es que tenga una vida feliz. Ahora que esos hombres ha mostrado interés quieres que me quede de brazos cruzados viendo como se lo llevan! — Sabito estaba furioso, frustrado por todo lo que podría suceder.

— ¡Es el Principe, Sabito! — le hablo fuerte su padre — No podemos hacer algo, si el da la orden, solo tenemos que obedecer.

— Será sobre mi cadáver — soltó sin miedo alguno — Lo he escuchado padre, lo que le harán. Lo que será...

— ¿Y que problema hay con que sea su puta? — Giyuu entro en la oficina como siempre con su cara sin una emoción.

Paso por un lado de Sabito, haciendo una reverencia hacia Urokodaki sin molestarse por la presencia del contrario. El de cabello rosa se quedo callado con sus palabras.

— Si me disculpas, Sabito. Hay algo que quiero discutir a solas con el Duque Urokodaki — pidió el menor de todos con una gran cortesía.

— Giyuu — Urokodaki susurro sin poder creer lo que pasaba, era normal que su hijo no le hablara nada mas que para formalidades y ahora estaba ahí en su oficina.

— Lo siento, pero yo también estoy discutiendo algo con nuestro padre — expreso el mayor de los dos serios, haciendo énfasis en nuestro.

— Bueno, ya que estaban hablando de eso. No creo que de mucha importancia si estas aquí o no — comento sin expresar ninguna emoción el chico como estaba acostumbrado — Le vengo a agradecer al señor Urokodaki de una vez todo lo que ha hecho en mi vida. Gracias a el, he sido alimentado y cuidado. Usted ha sido como un padre para mi y nunca podré agradecérselo correctamente — el chico seguía en una reverencia al mayor con la mano sobre su pecho expresando su mayor respeto

— Giyuu — la voz del hombre de avanzada edad no se hacia débil.

— Pero quiero recordar le por su bien y el de sus hijos que yo soy propiedad del Rey. Yo entiendo completamente eso y si el Rey me quiere de vuelta, yo estaré encantado de regresar a su lado — su voz estaba tan vacía mientras decía eso. Era casi como practicado y hueco que los mayores podían verlo.

Aquello les dejo sin habla, no esperaban eso. Ninguno de los dos. La furia inundo a Sabito, no entendía porque Giyuu se esforzaba en alejarse de ellos cada día mas.

— Eres idiota, ¿No sabes lo que te va a pasar si vas a ese lugar? — Sabito trato de acercarse a Giyuu y hacerle entrar en razón.

— Se lo que me va a pasar bien — lo dijo como si no fuera nada — Pero estoy de acuerdo con eso.

— Tu... — Sabito se callo antes de decir algo que se iba arrepentir — ¡Idiota, Va abusar de ti! — lo tomo por los hombros tratando de buscar la mirada de Giyuu que se dirigía a un lado, se veía perdida, casi vacía.

— Creo que el idiota eres tú. Soy de la propiedad de su majestad. El puede hacer lo que quiera conmigo, así ha sido desde que nací y lo será hasta que muera — Giyuu quito las manos de Sabito de el e hizo una reverencia a los dos — Muchas gracias por cuidar de mi.

Dijo eso antes de salir de la oficina. 

La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora