— Esta es la letra M y esta la N — Sabito estaba en la biblioteca con un libro enseñando a su hermano menor a leer.
Los ojos de Giyuu se abrían a más no poder y estaban llenos de emoción mientras tocaba el libro. Uno de sus mas grandes deseos era aprender a leer y ahora lo estaba haciendo, sentía que iba a llorar en cualquier minuto pero se tragaba las lagrimas.
Al de cabellos rosa se le llenaba su pequeño pecho de orgullo mientras enseñaba al pequeño elfo, cada vez que recibía esa mirada de admiración de el sentía una gran felicidad.
— M y N — Repetía tocando las letras en el libro, trataba de adsorber toda la mayor cantidad de conocimiento.
Tenía miedo de que alguien viniera y le dijera que no podía como siempre pasaba cada vez que se acercaba a la biblioteca o peor cuando el rey y su hijo venían.
— Un día te enseñare a escribir tu nombre — dijo con una sonrisa el mayor
— Pero yo quiero escribir el tuyo, para mandarte cartas. O el de papa y Hitomi también. Hitomi dice que uno envía cartas a las personas que quiere mucho — expreso el niño con una sonrisa en su rostro.
Sabito se perdió en esa sonrisa, haría todo lo posible en ese mundo para mantener esa sonrisa.
— Joven amo, debería dejar eso. Esta totalmente prohibido que el elfo estudie algo — dijo una sirvienta acercándose a los dos niños en la biblioteca cuando encontró la puerta abierta — Tu deberías saber bien que este lugar para ti.
— ¿Quién te pregunto? — expreso de mala gana Sabito, mientras pasaba su mano por la cintura de Giyuu y lo acercaba mas a el.
— Joven amo, son ordenes del rey — exclamo la sirvienta sin poder creer aquello.
— Pues el Rey mand....
— Lo siento, señorita. Me retiro enseguida — Giyuu se levanto rápidamente haciendo reverencia, no quería meter a su hermano en problemas.
— Giyuu, tu no te vas — expreso el mayor tomando su mano.
— Lo siento, joven amo Sabito — murmuro el chico para soltar su mano y salir de la biblioteca.
La sirvienta no dijo mas nada y cerro la puerta de la biblioteca dejando al chico adentro hirviendo de furia. El rey esto... El rey aquello...
Giyuu no podía salir de la mansión, no podía aprender o usar magia, no podía decir que era un hijo de su padre frente a los demás, menos decir que era su hermano. Tenia que vivir con la cabeza agachas, siendo incluso menos que un chico que la calle para toda su vida.
.
.
.
Pasaron unos meses tranquilos, incluso con la insistencia del menor a su padre para que hablara con el Rey para ver si podía enseñar a su hermano aunque sea a leer. Sabia que Urokodaki también quería eso, pero la palabra del rey era la ley.
— Deberías estar agradecido, mi padre dice que tu padre lo esta — Sanemi siempre era así, con esa voz medio burlona — Oí a mi padre decir que tu padre esta agradecido, dice que si el no hubiera intercedido antes el elfo seria la futura ramera del rey.
— ¿Qué es una ramera? — Sabito estaba confuso con esa palabra.
Apenas tenia 6 años y se había criado en las calles, no conocía muchas palabras.
— Ni idea pero suena genial, es como la palabra Mierda o follar. Mi padre se molesta tanto cuando las digo — el chico paso sus manos a su cuello en una actitud relajada — Los chicos de la guardia real siempre dicen cosas así.
ESTÁS LEYENDO
La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)
Fiksi PenggemarCuando Giyuu murió no pensó en reencarnar, menos en el bobo juego Otome que las hermanas Kocho le obligaron a jugar. Si todo lo malo no era solo eso, también reencarno como el villano del juego que solo tiene la opción de morir para que los otros se...