Una propuesta con todo el corazón

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Sabito estaba colérico, su furia hacia que el invierno sea terrible y la nieve se amontonaba más de lo normal en el patio sin dar tregua tampoco en las noches. Desde que el príncipe anuncio que se llevaría a Giyuu a vivir al castillo no podía dejar de sentir furia ante su majestad, le quería quitar una de las cosas mas preciadas para el, para hacerle quien sabe que. Lo peor es que Giyuu parecía de acuerdo con todo aquello, sin expresar ni una pizca de problemas contra sus palabras.

— ¿Tienes que ir con el, hermano? — el desanimo de Nezuko era mas que obvio

— Si, Nezuko. Son ordenes de su majestad y tengo que cumplirlas — Dijo dando unas palmadas en la cabeza de la niña.

— ¿Me escribirás cartas? — pregunto la chica entusiasmada

— Si tu me escribes cartas también, lo haré — contesto con una leve sonrisa a la niña

— Claro que lo haré, te escribiré todos los días— dijo entusiasmada.

— Yo también lo haré, hermano — Tanjiro también estaba de igual manera que la niña.

— Giyuu... Solo no dejes que las habladurías te afecten — menciono Makomo ocultando su molestia por la situación

— Todo estará bien, ven que el príncipe es mi amigo. Tal vez es que se siente solo y por eso quiere que vaya con el — lo dijo para tranquilizar a los demás — Además nos veremos en la academia de magia, por eso voy. Hakuji me ofreció este trato, si yo iba con el, me dejarían ir a la escuela de magia con ustedes cuando comience.

— Wow, esteremos todos juntos eso será tan genial — Tanjiro estaba mas animado ahora.

Sabito se mantenía en silencio en la puerta de te, una parte de el quería confiar en las palabras de Giyuu. Quería confiar que no pasaría nada, pero sabía que no era tan fácil y aceptar que otro chico se llevara a Giyuu de su lado le dolía. Makomo saco los menores sabiendo que los dos chicos tenían que hablar, lo sabia por la mirada del contrario y cerro la puerta cuando salio.

— Así... Que te iras — murmuro sentándose frente de el.

— Es lo mejor — comento bajo tambien Giyuu.

La tensión del lugar era grande. Giyuu hubiera querido evitar la charla, en serio no sabia que decir o a donde mirar, se sentía pequeño.

— Para quien ¿Para ti o para mí? — se atrevió a preguntar tomando la mano del chico — Justo después de saber que me quieres como yo te quiero a ti. Ahora no hay manera que te deje ir.

— Yo quiero ir, yo suplique por esto — Alejo su mano de la del mayor — Sabito tu te tienes que casar con una chica noble y tienes que seguir con el legado de tu padre. Lo que sea que paso entre nosotros nunca debió pasar.

— Claro que debió pasar, yo te amo, tú me amas. Estamos hechos uno para el otro — dijo con todo el sentimiento posible.

— A veces eso no es suficiente y ni se te ocurra decir que escapemos y vivamos de nuestro amor porque te juro que te golpeare — amenazo al chico que parecía que iba a decir algo y se callo en seguida.

Algo típico de decir de los chicos Otome.

— Entonces, espera por mí aquí. Estarás más seguro que en ese castillo y lo sabes. No sabes a lo que te vas a enfrentar allá — tomo la mano del chico de nuevo

— No quiero vivir toda mi vida encerrado y por fin tengo una oportunidad de salir de aquí aunque sea unos años a cambio de unos meses con unos locos. No voy a dejar pasar esta oportunidad por nada en mi vida — aferro su mano a la de Sabito, las voces en su cabeza se intensificaban diciéndolo que decir que mentira meter o manipular al chico — Solo serán unos meses y luego nos veremos de nuevo fuera de esta mansión.

El mayor solo frunció el ceño y pareció pensarlo con su frase final, Giyuu no tenia la intención de decirle eso a Sabito; ninguna la verdad. Pero últimamente se movía mas por lo que sentía o la voces decían, a diferencia de antes que era mas lógico y frío. Prefería ser ese frío chico que no le daba esperanzas falsas a Sabito.

La mirada de Sabito se suavizo de acerco la mano del elfo a su boca para dejar besos cariñosos en ella, Giyuu no podía evitar derretirse ante aquel acto tan puro, tan amoroso sobre su piel. La devoción de Sabito a el era ridícula a ciertos puntos, pero era tan encantadora y calida que le robaba el corazón.

No te mereces eso, susurro una voz. Alguien como el queriendo a alguien como tu, dijo otra en su mente que le obligo alejar su mano con miedo. Miedo de dañarlo de una manera peor de la que estaba haciendo.

— Sabito... Yo... — decirle que no le amaba, ya no podía. Ni el mismo se creía esa mentira. — Te tienes que casar, recuérdalo. Con una chica linda, amable, refinada y con buena reputación.

— Si al hacerlo te pierdo, no lo haré jamás — la mirada penetrante del chico y la pesadez de sus palabras le dejaron.

— Hazlo por tu padre, seguro quiere verte felizmente casado antes de morir — pidió en susurro doloroso.

— El estará mas feliz al verme al lado de quien amo así no sea en santo matrimonio — aseguro el mayor y sabía que no mentía, Urokodaki solo quería la felicidad de los chicos.

— Entonces hazlo por mi — pidió aun mas débil y vio la mirada consternada del de cabello rosa — Solo quiero tu entera felicidad y una vida tranquila. Soy un hombre, alguien que deberías ver como tu hermano y un elfo para completar, esto solo te traerá pena y dolor a tu vida.

— Me das muchos dolores de cabeza muchas veces y también me causas dolor — confeso el chico con una pequeña sonrisa en su rostro — Pero todo eso es porque no estas conmigo y no te dejas querer. Cada segundo que siento que mi amor es correspondido, cada segundo que te tengo en mis manos se siente como gloria maravillosa que no puede ser borrada, así que si quieres mi felicidad por favor cásate conmigo — Dijo el chico sacando de su bolsillo el collar con el cuarzo rosa.

Giyuu casi se ahoga con su propia saliva por esas palabras y se congelo, Sabito siempre habia tenido esa habilidad y era efectiva siempre contra el elfo. Primero, aquello era un poco rápido; aunque habia dos cosas, en ese mundo venia primero el matrimonio y después el amor a diferencia de su mundo y apenas sentían la mas mínima cosquilla por alguien ya estaban planeando la boda; segundo, Sabito era un idiota, los hombres no se podían casar en ese mundo; y tercero quería golpearlo ya que todo lo anterior era cierto pero no quitaba que le estaba pidiendo matrimonio y sentía como su corazón estaba apunto de salir de su pecho, mientras su cara debía estar toda roja y las lagrimas salían por sus ojos.

Se llevo una mano a su boca para acallar su sollozo mientras Sabito se levanto de la silla y rodeo la mesa para abrazarlo. Lloro mas fuerte cuando sintió los brazos del contrario a su alrededor y escondió su cara en el pecho del otro. Se sentía tan amado que le dolía y le daba miedo cerrar los ojos para que ese momento se fuera de su vida.

— No nos podemos casar. Somos hombres, Sabito — dijo entre llanto contra el cuello del contrario.

— El casamiento es una promesa de cuidarse y amarse el uno a otro hasta la muerte — le respondió cariñoso pasando su mano por su espalda suavemente — Yo lo prometo.

Giyuu le golpeo el hombro suavemente, todas esas acciones y palabras de esperarse de Sabito que de alguna manera derramaba su amor en el como si el fuera el protagonista de esa historia. Tan ridículas y hermosas al mismo tiempo que le hacían olvidar todo y sacarlo de la oscuridad de la que estaba hundido.

— Sabito... Yo lo prometo — dijo aferrándose mas al otro, lo estaba cuidando desde que le conoció y lo empezó amar lento después de todo ese tiempo. No mentia con sus palabras porque iba hacer eso a futuro.

Sellaron su unión con un beso, tan puro que no pudieron evitar llorar mientras el amor se desbordaba entre ellos y crecía cada segundo más. Giyuu no podía evitarlo, este destino no podía evitarlo por más que lo intentara, amar a Sabito le salía natural que ya no podía mentir o negarse a hacerlo más porque le dolía como si su corazón fuera estrujado con fuerza.

— Estamos hechos el uno para el otro y nadie podrá cambiar eso — Susurro Sabito contra los labios de Giyuu.

El menor creía en sus palabras con todo su corazón. 

La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora