No es tu problema

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¿Qué hacia el en mi habitación? Ni siquiera lo escuche entrar, ni note su presencia. Lo mire por unos segundos y respire tratando de recuperar mi compostura, tenia que recordar quien era y mi plan.

— ¿Qué haces en mi habitación? — Mi voz salio mas fría de lo que yo quería sonar

— Salvandote de hacer una estupidez, obviamente — me respondio directo y un poco molesto, siempre estaba molesto conmigo.

— No es la gran cosa — le respondí encogiéndome de hombros — Me molesta mucho así que tengo que eliminarlo, lo único que me trae una inmensa molestia.

Su cara por fin mostró otra emoción, parecía dolido pero no por el si no por mi. Un poco asustado también de lo que fuera hacer. Estaba seguro que use la palabra eliminar para tener otra expresión de el y que se fuera de aquí.

— No son nada malo — su mirada se suavizo y solto mi mano para quitarme las tijeras — Te lo habia dicho antes, ellas son parte de ti y te hacen especial. Que se jodan todos aquellos que piensen que no...

¿De que mierdas estaba el hablando? Solo iba a cortar un poco mi cabello para ver mejor. Si no era estilista profesional y había una gran posibilidad de cagarla, pero nada serio que no pudiera Hitomi reparar.

— Lo que quiero decir... Es... A mi siempre me han gustado — se estaba enredando con sus propias palabras y mas apenado mientras hablaba — Ser quien eres, no importa de donde provengas, no marca quien eres. — solto mas alto de lo normal y miro hacia otro lado apenado — No tienes que llegar a esos extremos de cortarlas.

— Disculpa, solo iba a cortar mi cabello — exprese confundido señalando lo largo que estaba y luego comprendí llevando mis manos a mis orejas un poco apenado también — Oye, Puede que las odie a morir, ¿Pero quien seria tan estupido para cortarlas? Seria muy doloroso.

El se quedo callado comprendiendo la situación y sus mejillas se volvían rojas... ¿WTF con este chico? Un día me esta haciendo bullying y al otro esta así.

— Solo olvida lo que dije — se excuso rápido, el se sentía como un tonto y yo lo veia como eso.

No... Tal vez es que ahora le importo de la nada. Tengo que evitar eso a toda costa, me mordí mi lengua adentro de mi boca antes de soltar algo. Me repetí que esto lo hacia por todos, si ganaba su odio el un dia me asesinaría por el bien de todos, justo después que yo logre lo que debo.

— ¿Qué tanto te importa lo que yo me haga? — solté un poco molesto, tratando de entrar en papel — Si bien en días anteriores parecías muy complacido mientras me torturabas — Lo ignore para agarrar el cepillo y pasarlo por mi cabello.

— No me importa lo que tu hagas — soltó volviendo a ser el mismo niño molesto de siempre

— Entonces no te metas en mis problemas, si yo me quiero quitar estas — agarre una de mis orejas — No es tu problema... Incluso si lo pienso bien, eso te alegraría. Que yo este herido

Tomo mi brazo, esta vez con fuerza y me miro fijamente. Su mirada era como un océano furioso. Una parte de mi odiaba esa mirada dirigida a mi, pero me repetía que esto es lo que me merecía, lo debía, lo mejor para ambos.

— ¿Qué? ¿Me vas a decir que si te importa? — estaba un poco molesto con el, estaba liberando todo lo que no había podido soltar en los golpes — Si tu mismo lo dijiste, yo no soy tu hermano — apretó mas su agarre — Hoy te preocupas que me corte, cuando ayer si no era por la niña habría muerto ahogado.

— Devuelve a Giyuu — pidió furioso, aunque su voz salio baja cargaba toda la furia de una gran ola.

— Sabito, yo soy Giyuu — conteste seco y algo vació con esto — Los dos estamos atrapados en esta situación, tu quieres a la persona que era antes de perder mi recuerdos y yo también. Siendo sincero odio esta situación, esta casa, a la gente que me rodea aquí. Todos me odian, pues el sentimiento es mutuo — La mentira se sintió tan seca para mi, tan falsa y vacía. Pero pude verlo en los ojos de Sabito, lo había logrado — Es normal que me odien, no soy uno de ustedes, nunca lo voy hacer...Incluso si las corto, sigo siendo el elfo cautivo de la mansión Urokodaki.

— Giyuu era alguien puro, el nunca vio mal a las demás personas. Incluso si lo odiaban, el no les guardaba rencor — dijo viéndome fijamente.

— Entonces no lo soy, no soy ese Giyuu. Vamos a pretender que lo mate, porque es imposible para mi no guardarte rencor cuando trataste de matarme dos veces — le recorde y vi dolor en su mirada.

Pense que me iba a golpear, estaba preparado para el golpe. Siempre lo estaba, siempre me pasaba con mis palabras y era un idiota.

— ¿Odias a Nezuko? — pregunto soltando mi brazo débilmente — ¿Odias a quien te trata como si fuera su propio hijo? — su voz salía dura.

Aquellas preguntas dolieron más que un golpe, el siempre sabia como herirme. Los dos sabíamos como hacernos daños. Me quede callado, mi mascara se había caído, incluso si podía mentir sobre como me sentía sobre Sabito o los demás. Sobre ellas no sabía.

Vi a Hitomi en la puerta del cuarto callada, con la bandeja de mi desayuno. Con la mirada abajo. No conocía a Sabito, pero estaba seguro que no lo odiaba, pero tampoco era que le tenía mucho aprecio, sabia que seria un Gran hombre algún día. Pero a Hitomi y Nezuko, incluso con las que me había acercado más.

Me quede callado por mas rato de lo que debía, pensado en que decir. Lo correcto era decir que las odiaba, que las repudiaba cuando no lo hacia, era por el bien de ambas... Pero yo no era esos chicos fuertes de películas y anime que podía hacer eso, no todavía y tan pronto. Tratar mal a quienes me trataron con ternura y conocía más... Perderlas, estar solo en este camino largo.

Odio estar solo, odio que nunca viví normal con mi madre y mi hermana y aun odio mas que en esta vida se me ofrece una oportunidad de hacerlo, pero no puedo tomarla.

Mordí mi labio y lo solté.

— Ese no es tu maldito problema, Sabito.

Solo me aleje de el y me encerré en el baño.

Quería estar solo, debía estar solo. 

La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora