La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)

PILARES

Cuando llega el verano solo significa una cosa.

El acercamiento del sol a la tierra, por lo tanto las grandes flamas del astro generan un gran calor en aquellos días.

Cada día que pasaba era como si el calor crecía y todo cobraba esa emoción pintoresca de aquella estación. En ese mundo todos sabían que el verano también era sinónimo de otra cosa y eso era amor.

Pues al final del verano llegaría el tan esperado evento que hacía chillar de emoción a todas las chicas, el prestigioso el Festival de Venus que se celebraba por todo el Reino, desde el sur al norte.

Este año sería más especial que todos, pues ese año debido a la gran apertura de escuela de magia, todos los jóvenes de la alta sociedad estaban reunidos en un solo lugar.

Ese año sería el más grande todos cuando se trataba del amor.

Eso se lo prometió a sí misma la señorita Kanroji Mitsuri.

Sería lo más grande, brillante, romántico y perfecto porque ella lo organizaria. Lo había decidido después a de ver a su querido amigo y mentor, Rengoku Kyojuro, dedicándole miradas a Tomioka Giyuu.

Era amor.

Ella podía jurarlo por todo el mochi del mundo, era amor. Ella sabía de amor, sus padres eran uno de los pocos nobles que se casaron por amor y no por implicación política, había crecido viendo como su padre miraba a su madre, con esos ojos de que no había otra persona en el mundo aparte de ella cuando entraba a una habitación; con esos ojos que decia que le bajaría la luna si se lo pidiera.

Esa era la mirada que tenía su mentor.

Era todo tan romántico.

Ella misma se aseguraría que para ese día su querido amigo tenga una dicha de... Bueno... No pensaba en algo que pudieran hacer dos chicos cuando estaban enamorados, pues nunca había visto eso ¿Tal vez una tarde en una cabalgata hacia el atardecer, mientras ella le hacía de chaperona?... Espera, ¿Dos chicos saliendo necesitaban una chaperona? Bueno es que no había manera de que dos personas estuvieran solas sin un chaperon si estaban enamorados, eso sería muy...

Tapó su boca para contener el chillido de emoción al pensar en eso. Muy atrevido de su parte pensar de esa manera, tal vez debería dejar de leer tanta novela romántica. Pero no podía evitar en pensar en todas las parejas que se formarían.

Solo tomó aire y continuó su trabajo pegando los carteles para anunciar a todos el próximo festival y los que estuvieran interesados en ayudar, serían bienvenidos.

Ya se habían divertido los niños en primavera con su cacería, esta sería la de los enamorados que salian a ella en una cacería más peligrosa que la anterior.

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— Tomioka, ¿Cómo estas? Vas a clases de alquimia, yo también te acompaño.

La voz de Rengoku Kyojuro tan alta y animada le asusto, casi saltando como un gato, se sentía que casi le atrapaban volviendo al edificio donde se había escapado por un momento para un break para ir al pequeño bosque que rodeaba la escuela y fumar un poco.

Su corazón latía a millón, sentía que su boca y su ropa olían todavía a ese ligero olor parecido a la lavanda.

Era algo normal, no estaba penado por la ley ni nada. Pero la culpa le llenaba, siempre era así, la culpa no lo dejaba.

Rengoku pasó su brazo por sus hombros como si fueran amigos de años, ni siquiera le pregunto nada y ya lo estaba arrastrando a la clase de alquimia.

El elfo siempre sentía que la actitud del futuro marqués era de lo mas rara posible, como podía ser tan amigable con el elfo cuando ambos bien el fondo sabían que ni eran amigos ni en una pintura. Si lo pensaba a veces parecía que el joven de cabello de llamas se le iba a acercar siempre para hablar con él, pero ya estaba siendo arrastrado por Sabito o Ume para otro lado deteniendo todo el intento de entablar una conversación del rubio