Siempre pensé que la muerte sería acogedora, más de una vez la busque sin éxito, la voz de Kocho siempre me detenía en algún punto o mi cobardía misma al dolor cuando intentaba tomar las navajas para pasarlas por mis venas y en un fracaso completo botarlas a la basura como el cobarde que soy.
La muerte es para valientes, algo que no esta en mi ser al parecer. Nunca fui lo suficientemente valiente para decirle a mi hermana que estaba mal, siempre preferir vivir solo después que ella se caso para no molestarla; tampoco fui valiente por luchar por mis sentimientos con Shinobu; pero eso si es algo que no me arrepiento siempre fue lo mejor. No era valiente para hablar con las personas y formar amistades, menos para ser socialmente normal.
No lo suficientemente valiente para vivir, ni para morir. Realmente patético.
Kocho siempre lo decía, yo era patético.
— Joven amo, despierte — una voz apacible sonó, una que yo no conocía.
Incluso cuando sentía mi cuerpo adolorido, no sentía la cálida sangre saliendo por mis heridas o mis heridas en si.
La cortina se abrió dejando entrar la luz del sol lo que me hizo abrir los ojos por la incomodidad.
Había mucha luz después de una gran oscuridad y silencio.
Vi al techo blanco con azul claro, definitivamente no era blanco sobrio hospital, era casi pastel y tenía molduras muy hermosas.
Conclusión, estaba en el cielo.
Cosa que no tenía sentido, siempre pensé que me iba a ir al infierno y no sólo porque era Bisexual, realmente no era un creyente en cualquier Dios tampoco. Esa es la primera regla de los cielos, cree en quien este al mando del lugar ciegamente y has todo lo que se te diga y entras, suena como estar en una casa familiar después de los 21; mientras vivas bajo el techo de esa persona, se hace lo que se te diga. Ademas, Ellos nunca respondieron cuando yo lo necesite, yo les iba a responder su silencio con el mío.
— Joven amo, debería apurarse. Llegará tarde a sus lecciones — la voz siguió y después baje la vista del techo.
Eran sábanas muy bonitas las que me envolvían, con bordado dorado y no había señal de sangre o vendas por mi cuerpo mientras lo examinaba con mi vista. Algo estaba mal, estaba seguro que había muerto. El dolor había sido demasiado real para que solo hubiera sido un sueño y ademas... Sabanas bonitas, cama suave como un algodón y miles de almohadas. Estaba seguro que yo dormía en futon en el piso en mi pequeño apartamento y no era un joven amo.
Yo era Tomioka Giyuu, el inadaptado del salon que vivía sin sus padre. Así que me siento en la cama analizando la situación lentamente, estaba seguro que no vivía en una habitación que parecía de castillo y dos había dos chicas vestidas de sirvientas en mi habitación.
Esto era una broma de Kocho. Se había esforzado esta vez y es mejor que la vez que fuimos de campamento y termine en una cama inflable en medio del lago. Tenia que admitirlo, se debió gastar un dineral.
— Buenos días, joven amo — dijeron juntas las dos criadas.
Parpadee de la impresión, no entendía la broma aun. Frote mis ojos por si acaso estaba viendo mal o algo, pero nada, las dos chicas seguían ahí paradas.
Mire mis manos de nuevo y parecían más pequeñas de lo normal, todo parecía más grande de lo normal, sabía que algo andaba mal. Tal vez fue el golpe del camión que me dejó estúpido o algo por el estilo.
Me levanto rápido de la cama, ignorando completamente a las sirvientas que parecían extrañadas de mi actitud. Fui al espejo de la habitación, para llevarme la sorpresa de la vida.
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La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)
Fiksi PenggemarCuando Giyuu murió no pensó en reencarnar, menos en el bobo juego Otome que las hermanas Kocho le obligaron a jugar. Si todo lo malo no era solo eso, también reencarno como el villano del juego que solo tiene la opción de morir para que los otros se...