No tardaron en llegar algunos guardias, sirvientes y por supuesto al saberse el revuelo llego el señor Urokodaki. Incluso si no se podía ver su rostro como siempre, se notaba la furia en sus movimientos y acciones. Yo seguía sin soltarme de Sabito, no podía, la sensación de la boca de ese hombre y todo el miedo seguía sobre mí.
Era algo de esperarse para un elfo como yo en un juego otome o anime que en un momento iba a tener un destino erótico asqueroso y degradante. Otra razón mas por lo que odio ser lo que soy en este mundo, las posibilidades de ataques sexuales se incrementan al 100% en estas vainas.
— Seria mejor que llevaras a tu hermano a su habitación, Sabito. Yo me encargare de esto — las palabras de Urokodaki sus palabras eran suaves, pero su aura decía otra cosa.
— Si, padre — Sabito tomo mi mano y con una reverencia que seguí salimos de la biblioteca.
Podía sentir las miradas y murmuros de los otros sirvientes encima de mí, como siempre esto era mi culpa como las últimas cosas que habían pasado en mi vida. No estoy sorprendido de sus palabras, incluso en este mundo culpan a las victimas de ataques de sexuales de todo lo que pasa. En un momento nos detuvimos en el pasillo y sentía la mano de Sabito aferrarse a la mía mientras yo miraba al suelo, no quería oírlos mas, solo quería ir a mi habitación a encerrarme en mi soledad como siempre.
— El siguiente que le oiga murmurar la mas mínima cosa de lo que paso, es mejor que vaya empacando su equipaje y buscando trabajo en otro lugar si es que los aceptan — su voz era severa, pero no la alzo. Todos los murmuros a mí alrededor se callaron y hubo silencio que no hubo desde que llegue a esta mansión
Con eso continuamos caminando mientras yo me aferraba a su chaqueta que cargaba puesta.
Cuando llegamos a mi habitación ahí estaba Hitomi que salio abrazarme casi corriendo y luego busco heridas en mi cuerpo o algo por el estilo. Dejo salir un suspiro de alivio cuando no encontró nada y cerro la puerta de la habitación.
— Gracias a los Dioses que estas bien — decía ella tan preocupada como una madre.
— Le di una buena patada — comente leve y vi como una sonrisa se formaba en su rostro.
Hitomi me dio otro abrazo y escuche como Sabito se aclaraba la garganta, en ningún momento había soltado su mano y me sentía aun mas apenado. Iba hacerlo cuando el se aferro a mi mano.
— Hitomi, por favor. Busca algo de ropa para Giyuu — ordeno como si nada, sin tener las más mínimas intenciones de soltarme.
Me di cuenta que seguía con su chaqueta encima, a lo mejor la quería de vuelta, así que solté su mano y me quite su chaqueta para dársela. Sus mejillas se volvieron rojas en ese instante y trato de ponerme la chaqueta de nuevo.
— Oye, ¿Qué te pasa? — pregunte resistiéndome — me voy a bañar
— Si, pero no te quites la ropa frente a las personas — sus mejillas seguían muy rojas.
— Hitomi me ha visto desnudo, me cambio de bebe — no le entendía para nada su actitud — Es como mi madre.
— Si, pero yo también estoy en la habitación. Al menos espera que me vaya o dime que me vaya de aquí — seguía luchando conmigo y yo le entendía menos.
No veía nada de malo de desnudarme frente de el, era normal estar desnudos frente a otros hombres cuando vas a las agua termales en Japón y yo estaba acostumbrado a eso. Además el era hetero según el juego, así que tenia si un chico se desnudaba frente a el.
— Ni que fuera una chica — me aleje de el y me baje hasta los pantalones, para dirigirme al baño.
Su cara que parecía que era imposible que se volviera más roja, lo hizo, hasta sus orejas estaban rojas. No entendía su vergüenza ante mí, ¿No que era hetero? Cerré solo entre al baño sin cerrar la puerta, siempre lo hacia porque Hitomi siempre venia después con mi ropa o mi toalla.
— ¡ESO ES TOTALMENTE INADECUADO! — Sabito cerro los ojos y llevo una mano a ellos para asegurarse de no ver nada, me había seguido al baño— No te tienes porque desnudar frente a las otras personas. No tienes porque dejar que las otras personas te vean desnudo.
Me quede callado, no tenia ganas de contestarle. No me iba aponer a discutir con el como siempre, no en ese momento. Me desnude por completo y entre a la bañera que ya estaba llena de agua, supongo que Hitomi la preparo como siempre que me daba un baño antes de dormir. Me abrace a mis piernas mientras estaba en el agua pensando en lo que había pasado, como la lengua, labios y manos de esa persona me habían tocado, el mero recuerdo me asqueaba hasta mas no poder y me hacia encogerme mas en el agua.
Me sentía sucio, asqueado y aterrado por lo que había pasado. No entendía la razón que movió a ese hombre hacer eso; era solo un niño, de la especia que mas odiaban todos en ese mundo y no era la cosa más bonita ¿No debería darle asco? ¿No debería odiarme? ¿O tal vez fue ese odio que le hizo querer dañarme?
— ¿Por qué hizo eso? No lo entiendo— pregunte al chico que estaba parado ahí con los ojos cerrados.
— Giyuu — la voz de Sabito no era suave, en su boca se había formado la mayor mueca de disgusto y odio que le he visto — En este mundo existen personas asquerosas, su alma es tan oscura que quiere algo de luz para sentirse mejor — se sentía como si escupiera veneno con sus palabras por el odio que venían cargadas.
— Yo no soy un ser de luz, exactamente. Soy un elfo, lo peor de esta vida. Debería causarle asco — pensé que era así en este mundo por tonto el contexto y el odio que me miraban, que no era como el anime o algo por el estilo.
— Tu nunca causarías asco a nadie — respondió de inmediato — Dioses, si tan... — se quedo callado por unos momentos, como si guardara algo y apretó su boca mientras no baja sus manos de sus ojos — Giyuu, no quien te ha dicho eso. Pero no lo eres en lo mas mínimo, definitivamente eres una de las personas mas hermosas que he visto, era una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
Me sonroje en ese momento un poco por sus palabras. Eran tan firmes y llenas de fervor, sin ninguna duda en ellas lo que pesaba mas en mi corazón.
— Mientes, totalmente lo haces — desvié mi vista de el y la baje viendo el agua de la bañera iluminada por las velas del pequeño candelabro de la habitación — Mientes, yo te he hecho sentir mal y con toda la intención posible.
— Giyuu, desde que te conocí nunca me he sentido mas agradecido en mi vida, cada segundo que has formado parte de mi vida se ha sentido tan abrumadora y feliz, incluso en los últimos meses — su voz no temblaba lo que me hacia sentir cada vez peor porque se podían sentir sus emociones en ella — Puede que tu no lo recuerdes, puede que ni sepas quien soy yo y te haya hecho daño también, pero yo te he querido desde que te conocí.
Sus palabras detuvieron todo, incluso mi respiración. Alce mi mirada y el no había bajado sus manos de sus ojos aun respetando que estaba desnudo por completo. Luego recordé que yo eres su hermano querido, me sentí muy avergonzado, claro que Sabito me quería por ser su hermano.
— Deja de hacerlo — dije bajo, pero fue lo suficiente para que me oyera.
— No puedo hacerlo, lo intento y no puedo. Incluso si ya no me tratas igual y no me ves con tus ojos cálidos, no puedo — esta vez su voz estaba cargada con algo de dolor y podía sentir como se quebraba un poco.
Me recordó a mi, un vez yo le grite eso a Shinobu y me aferre a mi mismo aguantando el dolor que sentía por la situación. Incluso si era un amor diferente lo que este chico sentida por mi, un amor familiar puro; a diferencia del que yo una vez sentí por ella. Podía empatizar con eso.
— Sabito, ya te he dicho que no te veo como familia, ni a ti, ni tu familia. Lo siento — trate de ser lo mas claro posible para cortar lazos con el, si no lo hacia tenia miedo de lo que iba a pasar en el futuro.
— Giyuu...
— Joven amo, aquí le traigo su ropa — Hitomi interrumpió todo y escuche a Sabito salir de la habitación en silencio, ni siquiera alce mi mirada para verlo.
Me sentía un poco mal por el chico, incluso avergonzado por malinterpretar sus palabras. Era un idiota, Sabito nunca podría quererme de ese modo y era lo mejor, eso si era algo que no podría manejar.
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La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)
FanfictionCuando Giyuu murió no pensó en reencarnar, menos en el bobo juego Otome que las hermanas Kocho le obligaron a jugar. Si todo lo malo no era solo eso, también reencarno como el villano del juego que solo tiene la opción de morir para que los otros se...