Tal vez eran cuatro problemas

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El cuervo era un poco mas grande de lo usual, sus alas parecían ser poderosas y sus garras problemáticas, ni decir nada de su gran pico que Sabito tenia miedo que atacara uno de sus ojos mientras se secaba camino a la biblioteca. Incluso primero paso por su habitación dejando al cuervo en su cama que ni se movió y seguía sosteniendo esa rama en su pico.

Las sirvientas parecían asustadas un poco ante la extraña ave, pero igual hicieron su trabajo perfectamente. Ya con ropa seca, el de cabello rosa agarro de nuevo al cuervo que era mas dócil de lo que pensó que seria y siguió su camino a la biblioteca. Paso su mano por su cabello mas de una vez, siempre tenia la manía de verse lo mas presentable posible cada vez que se encontraba con Giyuu por alguna razón.

Abrió la puerta y casi se le va el aliento viendo a Giyuu. Estaba recostado en el sillón con los pies recogidos en el sofá, con una gran chaqueta de piel muy esponjada para cuidarlo del frío del reciente invierno. Su vista concentrada en un libro de herbologia y sus labios levemente rosados entre abiertos un poco, su nariz un poco roja por el frío y sus orejas también.

— Giyuu — grazno el cuervo y salio volando hacia su dueño que alzo su mirada sorprendido.

— Kazanburo — dijo sorprendido el elfo cuando el ave se poso en su cabeza y tomo la rama que este tenia en su pico.

— Llego a nuestro entrenamiento — explico Sabito mientras pasaba su mano por su nuca, apenado — No paraba de decir tu nombre.

— Oh, lo siento — se disculpo mientras guardaba la planta en su chaqueta.

Le hablaba después de tanto tiempo que Sabito sentía que iba a llorar. Parecía que de apoco el chico volvía a la vida, pero seguía ahí el dolor y vació en sus ojos que no terminaba de desaparecer como sus visitas a la tumba de su madre sin importar el frío del invierno en lo mas mínimo. 

La biblioteca estaba fría, era probablemente la habitación que mas se sufría en invierno si no se encendía la chimenea; aun así era más cálida que la conversación que tenían ellos después de tanto tiempo. Sabito rápidamente coloco algo de leña en la chimenea y encendió algo de fuego para calentar al menor que parecía que iba temblar de frío.

Sabito empezaba ver otro de sus problemas.

Ninguna de las chicas que el había conocido parecían igualar un poco la belleza de Giyuu, en lo más mínimo. Ninguna tenia ese azul tan profundo en sus ojos, es cabello tan oscuro como la noche y estaba seguro que ninguna sus adorables orejas.

Estaba mal, muy mal. Comparar a su futura esposa con su hermano, bueno últimamente era menos como hermanos y más como desconocidos que compartían casa y demasiada historia. Pero, Sabito no podía dejar de pensar, esta tiene el cabello muy claro, esta tiene los ojos muy amarillos, esta ni siquiera tiene un nivel magia tan bueno como el de Giyuu y esta no es tan linda.

El simple hecho que ninguna era Giyuu le causaba un gran conflicto. No sabía que pensar o que hacer. Le había dicho te quiero una vez, e incluso cuando el chico le dijo que como hermano no le quería su corazón se alegro un poco y empezó a temer.

Si quería a Giyuu, le quería demasiado que empezaba a asustarse de la manera que le quería. Tan perdida y fuertemente que le causaba estragos en su corazón, solo al verlo no podía dejar de verlo y llenarse de felicidad, nada mas que Giyuu posara su mirada un segundo en el y le causaba un éxtasis enorme.

— Nezuko, me ha dicho que estas buscando esposa — comento el de ojos azules mientras el encendía la chimenea.

— Si... — murmuro mas largo de lo que pensaba — Mejor me rindo y me voy al convento con Makomo — bromeo un poco.

— Kanzaki Aoi es una buena chica, eso dicen, también de Mitsuri Kanroji — menciono el menor sin despegar la vista de su libro.

Eso le rompía un poco su corazón, pero ¿cuantas veces ya Giyuu lo había hecho?

— Si, lo son — no lo negaba — pero no son lo que quiero.

— Puedes seguir como el señor Urokodaki, si eso quieres — comento el de cabello oscuro — Adoptar y vivir solo, mientras seas feliz no creo que a tu padre le moleste.

— ¿Vivir solo? — pregunto confuso — Tu estarás aquí conmigo, supongo que mis hijos te molestaran un poco.

— Sabito, Sabes que no me voy a quedar aquí para siempre. ¿No? — pregunto Giyuu un poco confuso— No te molestare en el futuro.

— ¿A dónde vas a ir? — pregunto un poco molesto, esperando lo que fuera, menos lo que los dos sabían — nunca serás una molestia para mi, Giyuu.

— Voy a ir a donde se me ordene y te aseguro que seré una molestia — dijo el chico menor cerrando su libro con fuerza, el ave en su cabeza no se movió ni un centímetro.

— Entonces te ordeno a quedarme aquí conmigo, para siempre. — dijo el chico de mala gana. — Estarás seguro, bien alimentado y vestido, te daré todo lo que quieras.

Giyuu se quedo callado viendo a Sabito un momento y luego se golpeo la frente con su mano levemente negando al chico. La frase era tan toxica que le daba cringe, aunque no podía esperar menos de un niño de 17 que su personalidad estaba totalmente basada en un personaje Otome. Para el mayor por fin aquellos ojos vacíos empezaban a tener un poco de vida de nuevo.

— Claro que lo haré, dejare de seguir las ordenes del hombre que podría matarnos a todos si solo mueve un dedo, para hacer lo que dices, solamente porque estas siendo infantil y caprichoso — hablo con un tono duro.

— No estoy caprichoso e infantil

— Lo estas siendo, piensa bien lo que me estas pidiendo y lo que implica — le acuso lleno de cansancio.

— Lo que te estoy pidiendo es que te quedes en un lugar donde nadie te hará daño, donde estarás con los que quieren y ser feliz — soltó el mayor buscando comprensión del contrario.

— Sabito yo ya no tengo nada aquí y ni en ninguna parte

El de la cicatriz en su mejilla se quedo callado, no encontraba que decirle a Giyuu. Hitomi estaba muerta, su ida había dejado un vacío en todos y en especial del menor que parecía otra persona desde ese desastre.

Giyuu por otro lado recuerda la ruta del villano. Poco era mencionado de lo que paso con el villano en el castillo y lo que causo su odio a la realeza en especial con el príncipe heredero. Recuerda que se menciono que fue abusado y tratado como la peor escoria pero no se era explicito con los sucesos.

Giyuu iba ser un esclavo y con altas posibilidades de un destino erótico terrible por eso.

— Te escribiré cuando este ahí, veras que nada malo me pasara — dijo cansado, si seguía insistiendo con el chico ya nada le quedaba. Se levanto del sillón y el cuervo voló, posándose al respaldar del sillón — Tal vez me vuelvan sirviente y sea una burla, nada nuevo.

Sabito se quedo callado un segundo, apretando sus puños y esta vez su mirada se suavizo.

— Por favor, por favor — su voz estaba llena de suplica — Quédate aquí, no me abandones como los demás — Sabito se acerco a el, colocando su mano en su cara — Makomo se ira, Tanjiro y Nezuko van a regresar a su casa y nuestro padre ya esta de muy avanzada edad. Solo me quedas tu en esta vida. 

La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora