Enfermedad forzada

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Giyuu se había vuelto más delgado, curvilíneo y delicado. Incluso, Ume bromeaba a veces que si usaba ropa diferente y se arreglaba un poco más podría pasar por un femboy con facilidad, para su disgusto y golpe a su masculinidad.

Así que llevar a Nezuko a la enfermería fue más que todo la adrenalina corriendo en sus venas por todo su cuerpo para darle la fuerza que no tenía por el susto al ver a la menor toser sangre. Apenas llego a la enfermería y la coloco en una camilla; mientras la enfermera se acercaba a la débil y pálida niña, él ya estaba a un lado de la camilla sosteniéndose para tomar algo de aire en sus pulmones; sin embargo, nada de oxigeno le llegaba. Comenzó a toser como si fuera un fumador de años con una fuerte neumonía fuerte por unos minutos también como la nena.

Así que no fue sorpresa para el mismo cuando sintió un ardor horrible desde sus pulmones y el sabor metálico de la sangre llegando a su boca manchando sus manos. Estaba tan perdido en la sensación de presión y dolor de ahogarse en su propia sangre y la falta de Oxígeno que no se dio cuenta que Sabito estaba su lado cargándolo para que se costara en la camilla que se estaba sosteniendo al lado de la Nezuko. Se sintio débil, como si cerebro fuera una pieza de algodón mojado que le costaba procesar las cosas, que no se dio cuenta cuando llegaron los demás en un estado agitado y con desesperación llenando sus caras. Tanjiro tomaba la mano de Nezuko con fuerza, el elfo veía la boca del chico moverse, pero no podía escucharlo bien, Makomo estaba tratando de separarlo de la menor para que le diera un mejor espacio para trabajar a la enfermera de colocar sus manos en el pecho de la niña para aplicar algo de su magia de luz.

Era un mal momento para recordar que después de los eventos de la cafetería, se supone que la protagonista está en el modo súper difícil debe ganar algo de interés de Sabito al curar a sus dos hermanos, ahí es cuando la protagonista nota algo extraño en el villano, pero no sabe del todo que es porque no conoce la magia oscura.

Por mucha poción y preparación que le tomo al elfo obtener con los años, nada lo preparo a la activación de los eventos del juego que lo llevaban a su límite por el bien de la pareja principal y verdadera.

— ¡POR FAVOR AYUDELOS! — le escucho gritar casi en suplica a Sabito que está a su lado sosteniendo su rostro.

Estaba luchando para mantener su mirada en los pozos lavandas que parecían tan húmedos, quería hacerle saber que estaba bien, que no se preocupara. Pero no podía, porque eso no era verdad, estaba luchando en sus manos por obtener algo de oxigeno que llegara a sus pulmones que estaban llenándose con su propia sangre.

No era un doctor, pero sabía que la sangre en los pulmones era algo grave; tampoco un genio, pero con la mirada asustada de la enfermera que se concentraba en salvar a Nezuko, pues ella era una sola y ellos era dos que parecían al borde de la muerte.

Ahora tenía sentido el evento del juego, pues se supone que la protagonista era una prodigio en la magia de luz que podía curar como ningún otro usuario de la magia de luz lo había logrado antes. Makomo salió corriendo de la enfermería, se suponía que ella arrastraba a la protagonista y suplicaba por la vida de sus hermanos.

Giyuu se sentía el culpable de todo eso, si se hubiera acordado de ese evento hubiera corriendo con Nezuko a primera hora del día a la enfermería y tal vez la menor no estaría sufriendo un dolor tan horrible como el que aquejaba a ambos desde su alma. Era un juego que juego más de 4 años atrás, no es como si acordaba de todos los detalles a la perfección, tenía otras cosas que ocupaban su mente durante esos años que hacía que olvidara cosas tan importantes como esas.

— Sa...Sabi.. To — El aire que logro llegar a sus pulmones salió con otro ataque de tos que le hizo manchar el uniforme del mayor con su sangre.

— Giyuu, tranquilo. Todo estará bien, no intentes hablar. Makomo fue por ayuda — la voz del mayor era tan débil, quebradiza y llena de súplica como jamás lo estuvo, tomaba su rostro y su mano con una fuerza que era una muestra de su miedo de soltarlo en cualquier minuto.

Tanjiro estaba bañado en lágrimas mientras sostenía la mano de Nezuko, quien se recuperaba con una lentitud que no le gustaba para nada al elfo. La niña incluso se había desmayado, cuando ya era pálida ahora parecía que estaba un poco azul, con sangre en sus labios y una respiración dificultosa.

Esa niña necesitaba que le pusiera oxigeno urgentemente y a él también porque todo empezaba a darle vueltas y sus pulmones era como si le clavaran unas dagas en ambos. Miro al techo de la enfermería, tratando de tomar una bocanada de aire que no le llegaba nada, solo había haciendo sacar más sangre. No recordaba que la escena fuera tan grave en el juego, solo recordó al villano y a Nezuko pálidos en unas camillas, donde empezaba un mini juego para salvarlos que era remarcar figuritas que se daban y ya.

— Gi...Giyuu ¡Por favor no cierres los ojos! ¡Nezuko ya estará bien, tú también tienes que estarlo, espera un poco por favor! — podía sentir las lágrimas del contrario caer en su mejilla, eran casi como copos de nieve.

Eran copos de nieve saliendo de sus ojos y era tan hermoso.

Trato de alzar su mano, decirle que se calmara, que todo estaría bien; aunque el mismo lo dudaba por el dolor y desesperación que le estaba provocando su situación. Pero solo logro aferrarse a su camisa unos segundos antes de caer en la inconciencia.

Tal vez era hasta ahí donde llegaría, realmente patético. 

La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora