Acercamiento

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— Eres un idiota — Shinobu me miraba desde arriba con algo de decepción en su rostro.

Estaba tirado en el piso, me acababa de dar un paliza que a penas me dejaron consciente. Ella había ido a la escuela ese día en la tarde para pasar por mi, al verme en este estado parecía que no le sorprendía lo más mínimo.

— Hola... Kocho — mi voz apenas salió y traté de levantarme, ella se agachó a ayudarme a sacarme del callejon.

— Me has estado mintiendo — dijo después de un rato cuando ya nos acercabamos a una tienda.

— Nunca te dije que no lo hacían, la verdad nunca te dije nada así que no es una mentira — traté de no dejar caer mucho mi peso en ella, pero todo me dolía.

Ella entró a la tienda y después salió con lo necesario para limpiar y curar mis heridas. Ahí términos en la acera de ese lugar mientras ella me miraba molesta.

— Hablaremos con el profesor mañana, esto tiene que parar — murmuró mientras colocaba una curita en mi nariz.

— ¿A el le importa esto? — señale con sarcasmo, no le iba a decir a ella que el sabía de esto pero lo ignoraba.

— Esto no está bien, Giyuu. — soltó molesta — Dejar que te golpeen como si fueras su saco de boxeo... Sabes lo peor de esto no es que te golpeen, si no que tu lo aceptas totalmente y no haces nada para impedirlo.

Ella tenía razón. No era porque les tenía miedo, me traían sin cuidado esa gente. Pero yo los dejaba liberar su furia en mi.

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Desperté con lágrimas en los ojos y un dolor intenso en mi cuerpo, otra vez el mismo techo azul claro y blanco. Otra vez las mismas sábanas bordadas, otra vez la mirada de Hitomi preocupada y su compañera asustada.

Tenía vendas en todos los golpes, probablemente parecía una momia. Me importó lo más mínimo.

— ¿Puedo desayunar en otro lugar hoy? — le pregunté, estoy seguro que mi voz sonó casi como una súplica aunque mi cara no mostraba nada.

— Le traeré el desayuno, joven amo — dijo mi fiel mucama saliendo de la habitación.

La otra chica parecía temerosa de estar a solas conmigo. Cosa que no entendía, como muchas cosas de este mundo. Incluso si lo conocía, había tantas cosas que todavía no descubría. La familia parecía adorar a mi antiguo yo, pero los sirvientes parecían que me tenían miedo.

¿A que rayos estaba jugando yo antes de esto?

Era un niño de 12 años, como le iban a temer a un elfo que parecía que no rompía un plato... Oh. A veces se me olvidaban estás orejas y mi sangre. No era humano y guardaba una gran cantidad de poder dentro de él. Eso era lo que le decían a todos, que los elfos eran seres malvados y esto llevó a un gran stigma a mi personaje en el juego.

Me vestí sólo, incluso con dificultad ella parecía muy temerosa de acercarse. No le dije nada, prefería que se mantuviera así. Aunque su mirada empezaba a pesar en mi cada día, no sólo la de ella, si no también la de los demás sirvientes; incluso mis tutores.

¿Cómo había mantenido el otro Giyuu su sonrisa bajo el peso de este rechazo y temor de parte de los demás?

Comí mi desayuno en silencio y cuando termine me dirigí a la biblioteca. No había clases debido a que era uno de los pocos días libres de nuestros tutores. Era un día que se nos tenía permitido hacer lo que queríamos.

La Muerte del Villano ^^Kny (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora