Capítulo 86

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Narra Tom

Pauso la película que Aly y yo estábamos viendo cuando noto como mis párpados pesan más de lo que deberían. Ella se quedó dormida hace mucho, apoyada en mi hombro. Obviamente, yo no me he atrevido a molestarla, después de todo el tiempo que ha pasado con estrés debido a la serie.

Me levanto con cuidado de mi sitio para no despertarla y su cabeza queda apoyada en el sofá. Comienzo a recoger los platos de la cena que hemos tenido y apago el televisor. Me acerco a ella y, con mucho cuidado, pongo mis manos debajo de su cuerpo para levantarla. Camino con ella en brazos hasta su cuarto, mientras me abraza en sueños, pues aún está dormida.

La dejo lentamente encima de la cama y parece que ya no está profundamente dormida porque tiene un gesto diferente en el rostro. Me siento a su lado y empiezo a hacerle caricias en la mejilla. Respira fuerte con los ojos cerrados y mueve un poco su cuerpo, desperezándose.

—Me he quedado dormida, ¿Verdad?

—Te has quedado dormida —sonríe dulcemente y abre los ojos.

—Lo siento.

—No te disculpes ese era el verdadero plan —digo con una sonrisa amplia, a lo que me mira entrecerrando sus ojos azules.— Ro llegó cuando te dormiste. Así que yo me voy a casa ya —me acerco a darle un beso en la frente y me levanto.

—Espera —me sorprende cogiéndome de la mano.— Quédate...

—Ya es un poco tarde. Mañana trabajo y no sé si a Ro le moles...

—Por favor —me interrumpe. Me quedo varios segundos pensando.

—Venga vale —sonríe. Doy la vuelta a la cama y, quitándome las zapatillas primero, me tumbo de lado, mirándola.

—¿No vas a estar muy incómodo con tu ropa puesta? —pregunta con una sonrisa.

—A dormir —digo moviéndola con mi brazo, acercándola y haciendo que se quede apoyada sobre mí.

*****

Ya ha empezado a amanecer. Llevo varios minutos despierto viendo a Alyssa dormir.  Puedo parecer un psicópata pero verla tan tranquila me transmite paz interior. 

Es curioso ver su rostro descansando de las usuales y constantes expresiones que ejerce durante un día cualquiera con ella. Todos los detalles de su gesto me cautivan y atraen. Incluso las ojeras que se han generado bajo sus ojos, debido a la falta de horas de sueño, me encantan. Porque todo lo que tenga que ver con ella me encanta...

Parece mentira que haya pasado un mes y medio desde que nos volvimos a encontrar. Con todas las cosas que han pasado parecería que ha sido mucho tiempo, pero a la vez no el suficiente. 

En apenas dos días Aly se va a Australia. Volvemos a separarnos y temo que esto nos vuelva a afectar una vez más. Pero no puedo hacer nada para solucionarlo.

Miro mi reloj, sabiendo de antemano que debería de levantarme ya. Antes de irme a los estudios tengo que pasar por mi casa para ducharme y cambiarme.

Con cuidado, doy la vuelta y me incorporo para acabar sentado en la cama. Freno en seco cuando oigo un roce con las sábanas, acompañado con un leve gruñido. Giro mi cabeza y veo como ahora Aly se ha puesto del lado contrario, parece continuar dormida. Me preparo mentalmente para levantarme sin hacer el menor ruido, cuando su voz me sorprende.

—¿Qué hora es? —dice con una voz casi imperceptible.

—Las siete y cuarto —espero varios segundos a ver qué contesta, pero continua callada.— Me voy.

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora