Capítulo 22

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Tom y yo estamos a escasos centímetros, cuando oímos como una horda de niños se acercan por el pasillo. Rápidamente nos separamos.

— Creo que deberíamos salir de aquí. O podríamos meternos en un lío... —dice sonrojado.

— S-sí —digo tragando saliva.

Tom sale de la piscina y más tarde me ofrece su mano para ayudarme. Estamos saliendo por el pasillo cuando de pronto veo que India se encontraba en la horda de niños.

— ¿India?

— Hola, Aly —Tom se da cuenta de que me he detenido y ve que India se encuentra ahí.

— Oh. Hola, India.

— Hola, Tom. ¿Qué hacéis en la piscina?

Yo abro los ojos como platos. ¿Es posible que India nos haya visto?

— Eh... —venga, Alys piensa...

— India. ¿Has oído hablar de los monstruos marinos? —dice Tom agachándose.

— Claro.

— Pues verás. Al igual que existen monstruos de mar, también existen monstruos de piscina de bolas.

— ¿En serio? —dice India emocionada.

— Sí. Tu hermana y yo estábamos comprobando que no hubiera ninguno en esta piscina —dice señalándola.

— Wow... ¿Eso es cierto Alys? —pregunta mirándome a mí. Yo miro a Tom y este levanta las cejas.

— Eh... S-sí. Claro que sí. Ya podéis meteros en la piscina sin ningún peligro —digo riendo nerviosamente.

— ¡Sí! —grita metiéndose dentro al igual que otros niños. Yo miro a Tom sonriendo mientras él mira hacia la piscina.

— Con que... —digo para llamar su atención. Este se gira para verme. — Monstruos de piscina, ¿eh? —él rueda los ojos y ríe.

— Anda vamos...

Tom me volvió a coger de la mano y salimos de ahí, en dirección al ascensor. No encontramos nada más interesante en las demás plantas así que acabamos subiendo de nuevo a la azotea.

Los dos estábamos tumbados en el suelo boca arriba. Me giro a ver a Tom y ve que tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta. Su expresión está totalmente relajada. Estoy casi segura que se ha quedado dormido.

Mi vista se dirige involuntariamente a sus labios. Rápidamente la aparto como si me hubieran pillado.

¿Pero qué me pasa? Hasta este momento no he podido pensar en lo que recién ha pasado. Más bien, lo que no ha pasado...

Tom y yo casi nos besamos.

¿Qué hubiera pasado si no nos hubieran interrumpido? ¿Le hubiera besado? ¿Me hubiera besado él a mí?

No sé qué contestar, pero sin pensarlo mi vista vuelve una vez más a su rostro.

*****

— Alys.

Oigo una voz lejana, de fondo.

— Alys —vuelve a llamarme la voz.

Estoy en la playa de pie mirando el mar.

— Alyssa... —me doy la vuelta.

Entonces veo a Tom de pie, enfrente de mí. Lleva unos pantalones negros vaqueros y en la parte de arriba una camisa de manga corta roja con flores. Yo miro para abajo y veo que tengo un vestido largo blanco con flores del mismo color, naranjas y amarillas.

— T-tom, ¿Dónde estamos? —miro a mi alrededor, claramente es la playa. Pero en ella no hay nadie, tampoco fuera de ella. El cielo esta gris, pareciera que una tormenta se avecina.

— Sígueme.

Tom me toma de la mano y se dirige al mar. Los únicos ruidos perceptibles son el de nuestras pisadas en la arena, el de las olas al romper y los truenos del cielo.

Sin ser capaz de decir ninguna palabra sigo a Tom que se mete en el agua, a pesar de estar totalmente vestidos. Comienza a llover, así que mojarnos deja de ser un problema.

De pronto, se detiene cuando el agua ya cubre nuestras rodillas al completo.

— Tom, ¿qué estamos haciendo aq...? —de pronto, antes de poder terminar la pregunta, Tom se lanza a mi rostro y me besa apasionadamente.

Yo me quedo sorprendida por unos segundos, pero entonces me relajo y le sigo. De pronto siento una intensa necesidad de saborear sus labios.

Nuestros labios se buscan el uno al otro vorazmente. Nuestras bocas se abren y cierran con gran rapidez y nuestras lenguas juegan la una con la otra.

No puedo evitar juntarme aún más a él. Mis manos rodean su cuello y las suyas mi cintura. Mi espalda está bastante curvada por la pasión con la que me besa.

Mi respiración va a toda velocidad, al igual que la suya, y solo nos separamos para respirar.

Tom baja su mano hasta mi muslo y yo lo subo rodeando gran parte de su pierna. Noto como acaricia mi muslo con la yema de sus dedos, pues la tela de mi vestido mojado es muy fina.

— Alyssa... —dice Tom mientras baja sus besos por mi cuello.

Yo nuevo la cabeza de lado a lado. Con los ojos cerrados, frunciendo el ceño por las sensaciones que recorren mi cuerpo.

— ¡Aly! —entonces abro los ojos de golpe.

Y sí. Al abrirlos me encuentro con Tom. Pero no estamos en el mar, no estamos, empapados y, desde luego, no nos estamos comiendo la boca.

Estamos en la azotea, yo tumbada con los brazos apoyados y Tom de cuclillas, a mí lado.

— ¿Q-qué? —digo confundida.

- Estabas soñando. Y te acabo de despertar. Debía ser una pesadilla fuerte. No parabas de mover tu cabeza de lado a lado y tenías el rostro confuso...

— Esto... Yo... —me llevo la mano a la cabeza y me rasco. Apenas soy capaz de mirarle a la cara. Si lo hago, creo que me pondré del color de la camisa del sueño. — ¿Qué hora es?

— Son las seis. Harrison me ha llamado diciendo que todos ya habían descansado suficiente y que si íbamos todos a la piscina del hotel.

— S-sí, claro. Vamos a nuestras habitaciones para cambiarnos —digo sin poder mirarle a la cara directamente.

— De acuerdo...

Tom me ayudó a levantarme y, acto seguido, bajamos de la azotea.

__________

Este capítulo esta dedicado a Love4Holland  para que le de un infarto como en el capítulo anterior,  cuando dije que las historias podrían estar conectadas. 😏

¿Por un segundo pensasteis que era real o os imaginabais que era un sueño desde el principio? 😉

Os quiero 3000 ❤

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora