Yellow Hearts 💛 // Tom Holland

Capítulo 63

Pocos segundos después, pienso que Tom ha cogido la llamada. Pero a la persona que veo no es a Tom, sino a una mujer pelirroja con piel clarita y pecas. Mi cerebro tarda unos segundos en darse cuenta de que se trata de la madre de Tom y abro los ojos como platos.

—Hola —dice ella dulcemente y con una gran sonrisa.

—H-hola —contesto yo terriblemente nerviosa.

—Soy Nikki, la madre de Tom. Tú eres Alyssa, ¿Cierto? —levanto las cejas sorprendida y trago saliva, intentando quitar el nudo de mi garganta.

—S-sí, esto... Yo llamaba para... Para hablar con Tom.

—Oh, cariño. Ahora está metido en la ducha.

—Oh, vale. Entonces llamo luego, no pasa nada.

—Tranquila. No te preocupes, no creo que le quede mucho —sonrío con la boca cerrada y noto como mis mejillas arden.

—Y dime... —Oh, mierda...— Tú eres la hija de Chris Hemsworth, ¿Cierto?

No sé porqué pero me esperaba otro tipo de pregunta.

"Sí que sabes porqué. Creías que te iba a preguntar por tu relación con su hijo."

¡Shhhh!

—Em... Sí —digo con una sonrisa nerviosa.

—¿Entonces por eso conociste a Tom en 2014?

Espera... Si sabe tanta información... ¡¿Es porque Tom ha hablado de mí a su familia?!

"Ya te estás montando películas."

Cállate de una vez, Conciencia.

—Sí. Ya sabe, los dos estaban en las grabaciones de la película. Mi madre, mis hermanos y yo fuimos una semana para acompañar a mi padre.

—Ya veo —dice sonriendo. ¿Por qué me sudan las manos?

—¡Mamá! —escucho una voz al otro lado del teléfono.

Dime que es Tom, dime que es Tom, dime que es Tom...

—¿Sabes dónde están mis palos de golf? —puedo distinguir la voz de un niño pequeño.

La madre de Tom vuelve a mirarme.

—Perdona, Alyssa. Tengo que ayudar a mi hijo pequeño. Pero si quieres le puedo dar el teléfono a Harrison. Espera... —veo como se levanta y comienza a andar por un pasillo.

—Esto... Y-yo, no hace falta. Puedo llamar luego, en serio... —digo tan bajito que creo que no me ha oído.

—¡Harrison! —dice mirando al frente.— Dile a mi hijo que no debería olvidar su teléfono en la otra punta de la casa —la madre de Tom vuelve a mirarme a mí, a través de la pantalla.— Ha sido un placer. Ojalá poder conocerte un día en persona —dice con una sonrisa.

—S-sí, igualmente. Ha sido un placer conocerla, Señora Holland —digo riendo nerviosa.

—Puedes decirme Nikki, querida. Se lo paso a Harrison —me sonríe una última vez y veo como la cara confusa de Harrison aparece en la pantalla, para luego pasar a una muy sorprendida.

—¿Aly? —me dice divertido.

—¿Se ha ido ya? —pregunto con mi mano en la cara, tapándome de la vergüenza.

—Sí —dice riendo.

—¡Dios! ¡Qué vergüenza he pasado! —Harrison comienza a reírse con fuerza.— ¡No te rías de mí!