Yellow Hearts 💛 // Tom Holland

Capítulo 33

Mis ojos se abren de improviso. Veo como mi hermana aún sigue durmiendo. Mierda...

Ayer me quede totalmente sopa. Alargo mi mano a mi mesilla de noche, desenchufo el cargador y miro la hora en mi móvil.

Las ocho de la mañana...

No es mi hora habitual, pero supongo que como es mi último día completo aquí, puedo aprovechar al máximo el tiempo.

Cojo de mi maleta unos pantalones cortos vaqueros, una camiseta de tirantes amarilla bastante fina y una sudadera gris bastante grande, suficiente para taparme el pantalón casi por completo. Me meto en el baño y empiezo a despejarme la cara con agua.

Veo mi móvil de nuevo. Cuando he visto la hora, he visto que tenía algunas notificaciones pero apenas las he leído.

Tengo varios mensajes de Tom sin leer.

*Mensaje*

— Hey, Aly. ¿Al final vas a venir?

— Han pasado diez minutos desde que se acabó la película.

— Supongo que te has quedado dormida, jaja.😂

— En ese caso.

— Buenas noches telemáticas.❤

*Fin del mensaje*

No puedo evitar sonreír al leer sus mensajes. Noto como mi corazón se derrite con lo adorable que es.

Veo como, en ese preciso momento, empieza a escribir un mensaje.

*Mensaje*

— Hola

— ¿Hoy vas a venir a las grabaciones? —muerdo mi labio mientras pienso en que contestarle.

— Hola, Tom.

— Siento no haber ido ayer.

— Me quedé totalmente sopa.😅

— Y sí. Hoy voy a ir a las grabaciones.

— Jajaja. Sabía que te habías dormido.

— Estamos bajando ahora mismo todos los del equipo a desayunar.

— ¿Te apetece venir?🤔 —me pongo a sonreír como boba.

— Claro.

— Ahora bajo.

*Fin del mensaje*

*****

Cuando llego al comedor veo como casi todo el equipo de la película se encuentra allí. Algunos me saludan con una sonrisa a la que yo correspondo. Pero me encuentro buscando, desesperadamente, con la mirada a Tom.

Quiero pasar el mayor tiempo con él hoy. Mañana por la mañana mis hermanos, mi madre y yo volveremos a Australia. Mientras, mi padre se quedara en otros países por bastante tiempo grabando la película.

Continuo buscando esos pelos castaños entre la multitud.

— ¿Buscas a alguien? —me giro rápidamente.

— ¡Papá! Hey. Buenos días —digo un poco nerviosa.

— Hola, bichito. ¿Qué haces despierta tan pronto?

— Bueno, pues ayer dormí bastante bien. Así que supongo que mi cuerpo ya ha descansado lo suficiente.

— Ya. Por poco tu madre y yo no podíamos ver la película con los ronquidos de tu hermana y tú —dice riendo mientras se cruza de brazos. Abro la boca ofendida.