Capítulo 4

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Estoy durmiendo cuando mi padre entra en mi habitación y me despierta.

— ¿Qué hora es? —digo somnolienta.

— Las cinco de la mañana. Vamos. Tienes media hora para prepararte.

— Vale...

Me levanto y me dirijo al baño para tomarme una ducha. Por el camino me encuentro con mi madre, a la que no me atrevo ni a mirar a los ojos. Ayer, cuando me pillo intentando escapar, me echo una bronca monumental, que de no haber sido porque mi padre también estaba allí, no hubiera salido viva.

Mi madre estaba enfadada, pero mi padre estaba decepcionado, cosa que también me dolía. Me han castigado durante dos meses sin poder ir a ninguna fiesta, básicamente el resto del verano.

Después del regaño del siglo, me metí en mi habitación para hablar con Rooney. Le explique todo y ella me dijo que se había imaginado que me habían pillado, porque había tardado muchísimo y vio cómo se encendían varias luces.

Obviamente no les conté nada a mis padres de la implicación de Ro en mi plan. Si lo hubiera hecho es posible que también se enfadaran con ella.

*****

Odio los viajes de avión. No porque me resulten terroríficos o este incomoda. Mis padres se pueden permitir seis vuelos en una buena aerolínea. Lo malo es que al vivir en Australia, todo está muy lejos. Por ejemplo, la duración de este viaje es de casi 24 horas.

Es demasiado tiempo encerrado. Suelo estar más o menos acostumbrada cuando vamos a visitar a mi familia materna. Pero hoy precisamente que mis padres están enfadados la situación no ayuda mucho. Y a esto se le suma los gritos de mis dos hermanos bebés. Normalmente hubiera ayudado a mis padres a entretenerles. Pero, como ya he dicho, hoy no es el caso.

— Alys. ¿Por qué Pa y Ma están enfadados? —dice mi hermana India. Me ha tocado ir a su lado en el avión. Al otro lado se encuentra mi padre durmiendo como un tronco.

— Ayer por la noche hice algo malo. Y mamá y papá están muy decepcionados.

— ¿Fue por qué te obligaron a venir? —yo la miro entrecerrando los ojos. Esta niña es muy lista para tener 2 años.

— Puede ser.

— Perdonen las molestias —una azafata se acerca. —¿Le importaría cambiarse el sitio con un caballero de aquellas filas? Él tiene un problema en la pierna y no puede estirarla porque su asiento está al lado de la ventana —me quedo pensando unos segundos.

Después de 14 horas con mi familia aquí, no sería mala idea alejarme unas horas de ellos. Además, voy a tener el resto de días ocupados con ellos.

— Espere un momento. Voy a consultarlo con mi padre —la azafata asiente y se aleja unos asientos a atender a un pasajero.

— Papá. Papá —digo moviéndole el brazo. Este se despierta bruscamente, provocando la risa de India.

— ¿Sí?

— Una azafata me ha preguntado si podría cambiarme de sitio. Una persona que se encuentra a unas filas tiene un problema en la pierna y no puede estirarla. ¿Puedo ir?

— Sí, sí —dice somnoliento y se vuelve a dormir. Miro a India y esta levanta los hombros.

— Está bien.

Recojo todas mis cosas, incluidos mi Tablet, mi móvil, auriculares y mochila. Me acerco a la azafata que nos había hablado antes y le toco el hombro.

— Perdona.

— ¿Sí?

— Puedo cambiarme con el caballero del que había hablado.

— Oh. Muchísimas gracias. En agradecimiento puede pedir cualquier cosa del minibar.

— Es muy amable pero no es necesario.

— Sígame.

Avanza unas siete filas y empieza a hablar con un señor que se encuentra en la ventanilla. Cuando el hombre se levanta me da las gracias millones de veces. Yo le digo que no hay problema. Veo cómo se va cojeando y dirijo la mirada a mi nuevo asiento. Al lado se encuentra un chico joven, tal vez de mi edad. La mujer de su lado y él se levantan para dejarme pasar.

— Gracias —digo mientras avanzo torpemente con mi mochila.

— No. Gracias a ti por cambiarte el sitio con mi padre —dice el chico de pelo largo ondulado.

— No ha sido ninguna molestia —digo un poco sonrojada.

— Soy Jaime —dice estrechándome la mano.

— Alyssa. "¿Eres español?"

— "Sí. ¿Cómo lo has...?"

— "El nombre y el acento" —digo riendo.

— "¿Tú también eres de España?"

— "No. Pero mi madre sí. Así que lo hablo a diario"

— "Bueno. Pues encantado" —dice con una gran sonrisa. Qué guapo es...

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Hoy he subido el capitulo un poco más tarde...

¿La razón?

Me he pasado todo el día limpiando mi habitación de arriba abajo, incluyendo limpieza de armario a fondo. No me he sentado en todo el día y por eso no he podido subirlo antes. Pero aquí esta.

Espero que os este gustando.

Os quiero 3000 ❤

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora