Capítulo 38

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Creo que estuvimos juntos más de dos horas. Hablando de cualquier cosa o simplemente en silencio. Mentiría si digo que en ningún momento cerré los ojos para dormir aunque fueran unos minutos. Y estoy segura que Tom también se echó una cabezadita...

Tampoco faltaron los besos esporádicos que nos dábamos. Algunos inocentes y, otros, rebosantes de intensidad.

Se sentía demasiado bien estar, sin más, con él.

De vez en cuando revisaba mi móvil para controlar la hora. Lamentablemente debía volver a mi habitación a una hora prudente para evitar problemas...

— Tom... —le llamó. Los dos estamos tumbados en el suelo, yo apoyada en su pecho.

— ¿Sí? —parece que se había quedado dormido.

— Creo que ya tengo que irme... —los dos nos incorporamos.

— ¿Q-qué? —se frota los ojos con sus manos. — ¿Qué hora es?

— Más de las tres y media —Tom da un gran suspiro.

— ¿Eso significa que nos tenemos que despedir? —asiento triste.

— Eso creo...

— Creo que ahora me va a costar más de lo que pensaba... —él esboza una media sonrisa.

Los dos nos acercamos y ya no hay distancia entre nuestros labios. Cada vez que le beso algo dentro de mí se remueve. Algo que me pide más de él.

Ahora mismo lo único que deseo es poder quedarme aquí, con él. Pero en poco más de dos horas voy a estar en el aeropuerto y de ahí volveré a Australia. Y quién sabe cuánto tiempo pasará hasta que volvamos a vernos...

Tom y yo nos separamos, pero solo para tomar aire...

— No quiero irme... —susurro rozando sus labios.

— Pero debes hacerlo... Y yo me tengo que quedar —Tom acaricia mi mejilla. — Pero pienso que nos volveremos a ver —sonrío.

— Eso espero... —volvemos a besarnos. Tom me rodea con sus brazos y me abraza. Escondo mi cabeza en su hombro y permanecemos en esa posición unos segundos.

— Creo que tienes que irte antes de que me sea imposible soltarte —suelto una risa por lo bajo y me separo de él.

— Sí... —me levanto y voy en dirección a la puerta. Me detengo y doy una última mirada a Tom. — Adiós, Arañita.

— Adiós, Capitana —sonríe y lo le devuelvo la sonrisa.

Y sin pensarlo más abro la puerta para entrar al hotel.

*****

Bajo hasta mi planta. Durante el camino no paro de pensar en el sabor agridulce de mis sentimientos.

Tom y yo nos hemos besado y parece que él también tiene sentimientos hacia mí. Pero ahora yo voy a ir a Australia en unas horas...

Voy caminando por el pasillo hasta mi habitación, mirando al suelo. Pero cuando levanto la vista me hallo en la peor de las situaciones... En definitiva el mundo me odia...

*****

— ¡¿Y dejas sola a tu hermana?! —dice mi padre en un tono muy alto.

Estamos en su habitación. Al parecer ellos habían ido a nuestra habitación para despertarnos y al ver que yo no estaba iban a buscarme por todo el hotel.

— Chris... Son las cuatro de la mañana. No des gritos que al final te echan del hotel...

— De acuerdo... —suspira. — Alyssa Leonie explícate... —trago saliva.

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora