Capítulo 28

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Tom y yo subimos a la azotea como solemos hacer, pero en completo silencio. Los dos nos hemos puesto una chaqueta por el frío de la azotea. Cuando llegamos nos sentamos cerca de una pared, donde apoyamos nuestra espalda.

- ¿Cuánto voy a tener que espera para que me cuentes tus situaciones de necesidad para escaparte de casa?- dice Tom de la nada. Yo río por lo bajo.

- Te mata la curiosidad, ¿eh?- digo sonriendo.

- No te lo voy a negar- reímos.

- Está bien...

- ¡Sí!

- Pero solo te contaré una- digo levantando el dedo. Él se muerde los labios y asiente. Dios mío... ¿Cómo puede ser tan guapo? Aporto la mirada por si es capaz de ver mis mejillas en la oscuridad.

- Me vale- suspiro.

- Cuando tenía unos siete años, me pelé muy fuerte con mi madre.

- ¿Qué paso?

- Como me gusta mucho la moda le cogí uno de sus vestidos y me lo puse, aunque me quedaba enorme. Pero lo hice sin su permiso. Me puse a dar vueltas por la casa, haciendo de modelo, arrastrando toda la suciedad del suelo. Incluso me salí al jardín y lo llené de barro- digo levantando las cejas.

- Uuuf. No me quiero ni imaginar cómo acabo...

- Tenía hasta agujeros- Tom abre los ojos como platos.

- ¡¿Qué?!- yo río.

- Sí. Y lo peor de todo que era un vestido de diseñador que tenía que llevar el día siguiente a una gala.

- Madre mía. Tu madre no mentía con lo de que tienes que ser vigilada...

- ¡Ey!- le doy golpe en el hombro y ríe.

- Lo siento, lo siento...

- Como iba diciendo... - le miro de lado- No le pedí permiso a mi madre, así que no tenía ni la menor idea de que lo había cogido hasta que me vio con él hecho añicos. Me cayó la bronca del siglo. Yo me fui enfadada hasta mi habitación y me encerré. Como no quería volver a ver a mi madre lo que hice fue llamar a mi tío Liam.

- ¿Cómo le llamaste? ¿Tenías móvil con siete años?- pregunta divertido.

- No... Cogí el teléfono fijo de mi casa. Le llamé y le pregunté si me podía ir a vivir con él. Él ya sabía que me había regañado mi madre. Entonces decidió seguirme el rollo diciendo que debía salir de mi casa para que él me pudiera recoger con el coche.

- ¡¿Qué?! ¿En serio?- pregunta Tom divertido.

- Sí. Le dijo a mis padres mis planes de escapada y ellos pensaron que sería divertido dejarme intentarlo- Tom se ríe.

- La verdad es que son muy creativos.

- Sip. Imagínate a mí, con siete años, pensando que me iba a vivir fuera de casa. Me prepare una mochila solo con mi Nintendo, algo de ropa, chuches y un cepillo de pelo.

- Wow. Estabas preparada para independizarte totalmente- vuelve a reírse de mí.

- ¡No te rías! Te repito que solo tenía siete años.

- Solo siete años pero ibas equipada con tu Nintendo. Seguro que así no te aburrías en casa de tu tío- dice en tono de burla acercándose. Levanto la mano y aparto su cara amistosamente. Los dos reímos.

- El caso es que mis padres se hicieron los locos y me "dejaron" salir de mi casa a escondidas. Llegué a salir por la puerta y todo. Llegué al coche de mi tío y en cuanto entre me pidió perdón, señalo hacia mi casa y vi a mis padres apoyados en el marco de la puerta- Tom no podía parar de reír.

- Tu cara debió de ser indescriptible.

- Así es- digo riendo, estamos unos segundos en silencio, simplemente mirando a la nada- Ahora que te lo he dicho tienes aún más razones para llamar me rebelde.

- Más bien impulsiva- dice entrecerrando los ojos. Río por lo bajo.

- Ya...- nos quedamos de nuevo en silencio- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Claro. Adelante.

- ¿Qué es lo que te preguntó Harrison en el juego?- Tom desvió la mirada al instante.

- Emmm... No salió cara. Según las reglas del juego no puedo decirlo...

- Oh, venga. Yo te he contado lo de la escapada- digo con cara de perrito. Tom se ríe por lo bajo y se queda callado unos segundos.

- Me pregunto que quién era la persona más rebelde- dice levantando las cejas e intentando sonar lo más convencible posible.

- Oh, venga ya. Mientes de pena...- digo rodando los ojos, él se ríe. Parece que no me lo va a contar así que decido no preguntar más.

No puedo evitar cogerme de los brazos. La verdad es que tengo un poco de frío.

- ¿Tienes frío?

- Un poco.

- Si quieres podemos bajar ya.

- No. Estoy muy bien aquí la verdad. Me encanta el olor del mar- no puedo evitar bostezar.

- Anda ven aquí- Tom se recoloca y se pone más cerca. Obedezco sus indicaciones. Me acerco más a él y me tumbo encima de su pecho. Él me rodea con sus brazos, mientras continúa apoyado en la pared.

- Solo cinco minutos...- digo cerrando los ojos.

*****

Obviamente no pasaron solo cinco minutos...

Empecé a escuchar algo que hizo despertarme. Al abrir los ojos vi que era una gaviota. Miré al cielo y vi como estaba empezando a amanecer. Mierda...

Giro un poco la cabeza y veo como Tom continúa dormido. Tiene la boca un poco abierta. Que adorable... Aly céntrate.

Me incorporo bruscamente para comprobar la hora en mi móvil.

- ¿Qué pasa?- dice Tom adormilado aun con los ojos cerrados.

- Son las seis y treinta y seis de la mañana...- digo levantándome. Tom abre los ojos de golpe- Si no vuelvo a mi habitación mis padres me matan.

- Corramos...

Tom se incorpora con rapidez y los dos salimos de inmediato de la azotea.

Bajamos lo más rápido que podemos hasta nuestra planta y corremos por el pasillo. Yo continúo pero Tom se para en su puerta.

- Aly- me giro extrañada.

- ¿Sí?

- ¿Vas a venir a las grabaciones, verdad?- suelto una risa por lo bajo mientras me recoloco el pelo.

- Mmm... sí, claro.

- Vale- dice sonriendo- Te dejo irte- río.

- Adiós.

- Adiós...

Vuelvo a mi habitación y abro la puerta con cuidado para no despertar a India.

__________

¿Vosotras cuál creéis que fue la pregunta de Hazza?

Os estoy viendo venir y vais a estar preguntando que para cuando se van a besar.

Pero yo solo os a decir que la paciencia es la hermana de la ciencia. 😁

Os quiero 3000 ❤

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora