Capítulo 69

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AVISO:

Si estás leyendo "No puedo perderte 💙" y no quieres hacerte spoiler, te recomiendo que leas hasta el capítulo 71 de esa historia.

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Todo mi cuerpo está cubierto por agua caliente llena de jabón. Recostada, dejo mi cabeza apoyada en el filo de la bañera. Cierro los ojos para descansar la vista mientras suelto un gran y sonoro suspiro. Desde el mueble del lavabo, mi móvil está reproduciendo una lista de música. Obviamente canciones todas tristes.

Sí, podéis llamarme masoka. Pero pienso que es una de las mejores formas de dejar ir todos los sentimientos para luego poder olvidarte de ellos con mayor rapidez.

En mi cabeza, no dejan de pasar todas esas fotos. Primero las mías con Alessandro, quien ahora mismo sigue desaparecido de su casa. Después mis fotos con Tom, tanto las de la moto como en las que estamos paseando. Y por último, las más dolorosas. Las de Tom y esa chica.

Después de hablar con Isabella, le pedí que me enseñara las fotos. Una vez las vi, fui un mar de lágrimas. Lágrimas que creía haber gastado minutos atrás en mi ruptura con Ales. Pero parece que el destino quería verme llorar hasta que no pudiera más.

No sé qué pensar respecto a Tom. Sinceramente, no entiendo nada de lo que está pasando. En el fondo pienso que esto solo es una pesadilla y estoy durmiendo en el avión de camino a LA. Pero tristemente eso sería muy bonito.

He recibido llamadas y mensajes de muchas personas. Pero he preferido ignorarlas todas, excepto a mis padres que les he dicho que estoy bien y ya hablaré con ellos mañana.

Por obvias razones también he ignorado todas las redes sociales. Sé que la noticia va a estar por todos lados y no se irá en un tiempo, tal y como pasa con Ales y conmigo. Pero otra razón de no verlas es porque no quiero saber la opinión de las fans de Tom.

Por un lado, si aceptan la relación, me dolerá. Por el otro lado, si no aceptan la relación, también me dolerá porque seguramente estarán insultando a esa pobre chica y además eso es lo que hubieran hecho conmigo.

Ahora mismo prefiero alejarme del tema y pensar con tranquilidad. Pero como ya he dicho, parece que el destino, o más bien Isabella, no tiene esos planes, porque suenan unos golpes en la puerta del baño.

-¿Qué? -pregunto con la voz un poco débil.

-Llevas una hora ahí metida. A este paso vas a ser una pasa con patas -ruedo los ojos.

-Ahora salgo.

-Vale. Yo voy a llamar a la pizza -dice Bella al otro lado de la puerta antes de oír sus pasos alejándose.

Tomo una profunda bocanada de aire y decido que saldré cuando acabe la canción que está sonando ahora mismo. Cuando salta la siguiente canción quito el tapón de la bañera, cojo la pequeña manguera y comienzo a quitarme el jabón del pelo y del cuerpo.

Me levanto y haciendo una especie de postura de yoga, consigo alcanzar mi toalla del cuerpo. Me pongo mis zapatillas de estar en casa y me acerco al lavabo. Cojo mi móvil y veo que tengo aún más notificaciones, pero yo solo paro la música del teléfono.

Vuelvo a dejar mi móvil en el mismo sitio. Paso mi mano derecha por el espejo para quitar la marca de vapor y verme en él. Tengo el pelo limpio, pero un poco desordenado. Mis ojos están hinchados y rojos. En la zona alta de mis mejillas, justo debajo de mis ojos, hay manchas negras. Claramente, las manchas son de la máscara de pestañas que se ha corrido por haberme bañado y, previamente, por haber llorado como una magdalena. Mi boca, que usualmente está curvada hacia arriba en una sonrisa, ahora está recta.

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora