Capítulo 79

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—¿Se puede saber dónde te has metido? —la digo en cuanto coge el teléfono.

—Hola, eh —ruedo los ojos.

—¿Dónde estás?

—Me he encontrado con Olivia y estamos tomando en un bar —suelto un suspiro.

—De acuerdo, voy para allá.

Después de un viaje en moto de casi cuarto de hora, llego a la ubicación que Ro me había mandado por WhatsApp.

Es un local pequeño lleno de gente, tanto en la terraza como en el interior, que se ve gracias a los enormes ventanales y a la iluminación. Rooney me ha dicho que están en la barra, así que paso entre todo el gentío y entro. Toda la decoración del lugar es de color negro y en el centro hay una isla/barra con bebidas donde los bartenders reparten los encargos.

Tras unos segundos buscando, veo a mis dos amigas sentadas en los taburetes.

—Hola —digo acercándome a la barra.

—Hola —me contestan las dos, llevo mi mirada a sus manos y veo que las dos están con tragos.

—¿Alguna razón por la que bebéis? —pregunto extrañada.

—¿Tiene que haber una razón? —pregunta Liv encogiéndose de hombros, antes de beber. Ro se gira para verme con las cejas levantadas.

—Está mal porque no es capaz de sacarse a Harrison de la cabeza —Liv le da un manotazo a Ro en el brazo.— Auch.

—Cállate —dice entredientes. Miro a Liv sorprendida.

—¿En serio?

—No, es solo que esta es una exagerada —dice rodando los ojos.

—Ya... —cuando un bartender pasa enfrente nuestra, aprovecho para pedir un daiquiri.

—¿Y tú por qué bebés? —pregunta Liv entrecerrando los ojos.

—Demasiadas razones —resoplo.

—¿Amor o trabajo? —pregunta Ro molestándome, yo la lanzo una mirada asesina.

—¿Ayer conseguiste hablar con Tom?

—Sí. Lo primero es que quedamos como amigos y lo segundo es que no quiero hablar del tema.

—¿Qué? ¿Cómo amigos? —la doy una larga mirada.— Está bien... ¿Y en el trabajo?

—Fatal, nunca me había aburrido tanto en una sesión —digo resoplando, el bartender me entrega la copa y bebo en cuanto puedo.

—Menos mal que yo he podido escaparme —dice Ro levantando las cejas, Liv se ríe.

—No puede haber sido para tanto.

—Yo creo que sí —dice mi amiga asintiendo.

—Era lo peor. Nadie hablaba, nadie sonreía, nadie hacía ningún comentario y los únicos sonidos que se escuchaban eran el del secador de pelo y el flash de la cámara. Parecía que todos tenían un palo metido en el culo.

Liv comienza a reír como loca mientras que Ro abre los ojos y comienza a hacerme el signo de cortar.

—¿Qué pasa? —pregunto a mí mejor amiga extrañada.

—¿En serio todos teníamos un palo metido en el culo?

La respiración se me corta al oír la voz a mi espalda, Ro se da un golpe en la frente y niega con la cabeza. Me giro y apoyado en la barra a mi lado se encuentra Youssef, el cámara de la sesión.

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora