Capítulo 59

695 57 50
                                    

— Alys. A este paso no llegamos —Tom anda un poco más rápido tirando de mi brazo.

— ¿Sabes qué? Sería mucha más fácil si me dijeras a dónde vamos.

— Anda, no te quejes tanto y muévete más —los dos reímos.

Después de unos minutos andando en dirección al mar llegamos al lugar del que estoy segura que Tom hablaba.

Es una calle donde hay una hilera de casas y, literalmente, al otro lado un hermoso acantilado donde se puede observar el mar y como el sol se está metiendo a dentro.

— Esto es...

— ¿Precioso? —dice Tom una sonrisa abierta que le va de oreja a oreja. Asiento mordiéndome el labio y vuelvo mi vista de nuevo al paisaje. — Vamos.

Tom y yo cruzamos la calle y nos quedamos en el lado donde hay un trozo de terreno antes del acantilado. Hay varias personas a nuestro alrededor y todas están pendientes del atardecer, tal y como estamos haciendo nosotros.

No es hasta pasado un tiempo que me doy cuenta que nuestras manos siguen entrelazadas. Nuestros dedos se cruzan unos con los otros, como si fueran piezas de un puzzle que encaja a la perfección...

Sin pensarlo, aprieto ligeramente la mano de Tom, pero sin apartar la mirada del atardecer. De reojo, veo como él me mira sonriendo. Él da otro apretón y vuelve su vista al frente. No puedo evitar soltar una risa por lo bajo, e intento ocultar mi sonrisa, mordiéndome el labio inferior.

Nos quedamos allí unos minutos más mirando, con una sonrisa boba, cómo el sol termina de meterse. Una vez que lo hace, las personas a nuestro alrededor empiezan a disiparse.

— Bueno, ¿Y ahora? —digo mientras me giro para ver de frente a Tom. Él abre la boca para contestarme, pero en su móvil saltan varias notificaciones cortándole.

— Espera un segundo —suelta mi mano y coge su móvil del bolsillo.

Si soy sincera ahora siento mi mano desnuda...

— ¿Pasa algo? —le pregunto después de ver la mueca de su cara.

— Me temo que sí —dice casi en un susurro, mientras tensa su mandíbula. Le miro con los ojos un poco más abiertos de la normal y con las cejas levantadas. — Han publicado nuestras fotos...

— ¡¿Qué?! —digo casi gritando. Varias personas cerca se giran por mi culpa, pero por suerte a los segundos vuelven a ignorar nos. — ¿En serio? —susurro un poco avergonzada.

— Harrison me lo acaba de decir —está mirando la pantalla, creo que está leyendo la noticia. — Pero en las fotos no se te ve la cara y tu nombre no aparece en ningún lado.

— Bendito casco —digo mirando al cielo, provocando la risa de Tom. — ¿Quieres que volvamos al hotel? Supongo que Harrison y tú tendréis que hablar con tu agente.

— No te preocupes, tranquila. Puedo hablar con ellos mañana en el viaje —le sonrío un poco apenada. Tom se da cuenta de mi gesto y aprieta los labios. — Si quieres... Podemos cenar algo de por ahí —suelto una risa.

— Está bien —Tom vuelve a cogerme de la mano y vamos hacia donde está la moto aparcada.

*****

Una vez que tuve la oportunidad, revisé por mí misma las revistas donde publicaron las fotos. Y era cierto que ninguno me relacionaba con la "chica misteriosa".

Los titulares solo dicen que "una joven de cabellera rubia rescató en moto a Tom Holland de los paparazzis". Algunos hablan de mi supuesta imprudencia, porque podría haber atropellado a alguno. Y también la inmensa mayoría especula de una relación amorosa entre Tom y yo.

Yellow Hearts 💛 // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora