Yellow Hearts 💛 // Tom Holland

Capítulo 55: Especial 5k, 2.0

Narra Harrison

— Hola, Nikki.

— ¡Harrison! Pasa, pasa —la madre de los Holland me deja entrar en su casa. — Supongo que vienes a ver a Tom —río.

— Así es.

— Bueno, ya sabes dónde está. ¿Te quedas a comer?

— Si hay comida suficiente para mí perfecto —Nikki se ríe y camina hacia la cocina.

— Veré que puedo hacer.

Ando por el pasillo como si fuera mi casa, mientras escribo un mensaje a mi familia, y voy hacia el patio donde se encuentran los cuatro Hollands jugando.

— ¡Harrison! —el pequeño Paddy de diez años es el primero que me ve y comienza a mojarme con la pistola de agua que tiene en sus manos.

— ¡Pero serás...!

— ¡A por él! —cuando Sam grita esto los cuatro comienzan a perseguirme mientras me mojan la espalda.

— ¡Es injusto! Sois cuatro y yo sólo uno.

— ¿Ves que nos importe? —Harry se para unos segundos a rellenar su pistola con la manguera del jardín.

Me quedo pensando unos segundos, mientras continuo escapando de los otros tres, y veo mi única salvación. Aunque ya estoy completamente empapado debo hacer que paren de alguna manera. Cuando veo que Harry ha terminado voy hacia la manguera, a pesar de que el maldito pelirrojo me está apuntando a la cara.

Cojo el tubo de plástico con una mano y enciendo el grifo con el otro. Entre gritos y disparos, echo agua a los cuatro Holland con una gran sonrisa.

— ¿Os rendís ya? —pregunto con suficiencia.

— ¡Sí! —gritan al unísono. Cierro el grifo.

— Bien... —los cinco comenzamos a reír cuando una voz nos llama la atención desde la casa.

— ¡¿Pero se puede saber qué estáis haciendo?! —una Nikki rabiosa observa como todo el patio, incluyendo los muebles, está empapado. Me giro a ver a los chicos y todos están más pálidos de lo normal.

— ¿Regando las plantas? —dice Tom con una media sonrisa. Los gemelos se ríen por lo bajo y Paddy se lleva la mano a la frente.

— Os dejo cinco minutos solos y, cuando vuelvo, en vez de estar recogiendo vuestras cosas, estáis jugando... —dice llevándose las manos a la cintura.

— Lo siento, Mami. El calor era superior a nosotros —dice Pads con cara de corderito. Nikki suspira.

— Está bien. Pero después de comer quiero todo recogido. Ahora iros toda a cambiaros de ropa. Estáis empapados —Nikki entra y nos deja solos.

— Ha valido la pena —dice Harry encogiéndose de hombros.

— Sí —Sam y él chocan las manos.

— Vamos, Harrison. Te daré algo de ropa —dice Tom andando hacia la puerta.

— A ver si me entra... —digo riendo, Tom se gira a verme con cara de pocos amigos. — Lo siento...

Nos quitamos las zapatillas empapadas y entramos en la casa. Vamos a la habitación de Tom y me da ropa suya para cambiarme.

Cuando terminamos bajamos para ayudar a Nikki y a Dom con las últimas cosas que faltan para la comida. Los siete comemos la deliciosa comida, que ha preparado Nikki, entre risas y burlas. Lo habitual. También hablamos de la reciente guerra de agua que hemos tenido.