Yellow Hearts 💛 // Tom Holland

Capítulo 73

Primer tono.

Tonto.

Segundo tono.

Idiota.

Tercer tono.

Voy a matarlo.

Cuarto tono.

Juro que lo voy a matar.

-"Hola, soy Tom. Ahora debo de estar ocupado. Si quieres algo, deja un mensaje o..."

-¡Argh! -grito furiosa. Lanzo mi móvil con fuerza, pero por suerte choca con el asiento del sofá.

-¡Ey! ¿Qué estás haciendo? -pregunta Ro acercándose con un bowl de palomitas en una mano y la botella de Sprite en la otra.

-¡El idiota sigue sin coger el teléfono! ¿Se puede saber por qué lleva tres días ignorándome? -aparto mis piernas del sofá para dejar a Ro sentarse y las enrollo en posición de indio.

-¿Has hablado con Harrison? -pregunta llevándose una palomita a la boca.

-Sí. Y me está dando las mismas evasivas desde que quedé con él para hablar en la cafetería.

-¿O sea que aún no ha hablado con Tom? -pregunta Ro confundida.

-Estoy segura que ha hablado con él -digo molesta.- Pero debe de estar dándole tiempo o algo. No lo sé... Solo quiero pegarles un puñetazo a los dos.

-Ya... Y Tom no te ha contestado ninguna llamada.

-No, cada vez que llamo a su número debe de ver que soy yo y lo deja sonar.

-¿Y si lo llamas en número oculto? -la miro de lado.

-No creo que coja la llamada de un número oculto -me cojo un puñado de palomitas del bowl y voy cogiendo de una a una en mi mano hasta mi boca, mirando un punto fijo durante unos segundos.- Tengo una idea...

-Tus ideas nunca son buenas -dice mi amiga negando con la cabeza, me giro a verla y ruedo los ojos.

-Es una buena idea -Ro me mira con las cejas levantadas.- Tom no cogería un número oculto, pero sí tal vez un número que no tiene en la agenda -Ro me mira con los ojos entrecerrados.

-No estarás diciendo que... -giro mi cuerpo y me pongo de rodillas sobre el sofá para verla mejor.

-Por favor, déjame tu teléfono -la suplico juntando las manos. Ro rueda los ojos y saca su teléfono del bolsillo de sus vaqueros.

-Toma. Pero vete a la habitación. Quiero ver la tele y no quiero oír como gritas por teléfono.

-Te quiero, te quiero, te quiero... -digo abalanzándome sobre ella, para abrazarla.

-Déjame ver la tele y tira -ríe.

Le hago caso y voy andando hacia mi habitación con su teléfono, ya desbloqueado, en una mano y el mío en la otra. Me siento en la cama y comienzo a buscar el número de Tom en el mío. Cuando lo encuentro lo copio en el de Ro y pulso el botón de llamar.

Me levanto y espero impaciente a que conteste, mientras me muevo de lado a lado en la habitación. Después de tres tonos, se oye un silencio.

-¿Diga?

-Tom... -digo nerviosa. Oigo un silencio sepulcral.

Espero varios segundos y no oigo nada.

-¿Tom? -separo el teléfono de mi oído, miro la pantalla y me encuentro que me ha colgado.- ¡Pero será gilipollas!