Yellow Hearts 💛 // Tom Holland

Capítulo 52

Narra Tom

Alys y yo llevamos dos horas y pico dando vueltas por la playa repleta de perros. Solo nos han reconocido unas cinco personas de la playa, cosa que es un logro.

También debo de decir que estábamos más pendientes de los perros que venían y se nos acercaban que de los dueños que nos pedían una foto. Pero en nuestra defensa tengo que confesar que es imposible no sucumbir a los encantos de estos animales.

Los encantos que tampoco pude ignorar fueron los de Alyssa. La cara de emoción que tenía cada vez que un perro se acercaba a jugar con ella hacia que se me derritiera el corazón. Y no me extraña que muchos perros se acercaran, por voluntad propia. Ella empezaba a acariciarlos y, alguna vez, le lanzó la pelota a alguno que la traía.

— No sabía que te gustaran tanto los animales —los dos estamos andando descalzos por la orilla, las olas del mar llegan a mojarnos los pies pero no superan la altura de mis tobillos.

— ¿Me estás hablando en serio? —pregunta ella con una sonrisa. — Yo amo a todos los animales...

— ¿En serio?

— Mi casa es literalmente como un zoo. Tenemos caballos, burros, pájaros... A mi padre —los dos reímos.

— Creo que a Chris no le gustaría lo que acabas de decir... —digo con una sonrisa burlona.

— ¿Chris? ¿Ya no es señor Hemsworth para ti? —la miro mal mientras intento aguantar una risa.

— Te recuerdo que apenas conocía a tu padre cuando nos conocimos...

— Ya, claro... —dice con la misma sonrisa burlona. — Escusas... —le doy un pequeño empujón con el hombro y reímos.

— Y supongo que también tenéis animales no tan deseables por vivir en Australia.

— Sí, pero al haber vivido toda mi vida allí, no conozco otra cosa. Ya no sé cuántas serpientes, escorpiones y arañas se habrán colado en mi casa...

— Mmm... —me toco la barbilla. — No recuerdo haber entrado en tu casa —Alys rueda los ojos y me da un golpe en el brazo mientras me río.

— Tonto...

— ¿Y tienes perro?

— Sí. Le adoptamos hace dos años más o menos. Se llama Sunny y es un Groodle.

— Yo tengo a mi pequeña princesita Tessa. Aunque me temo que ya no es tan pequeña...

— Yo apenas recuerdo cómo era Sunny de pequeño —dice riendo.

Sacó mi móvil para mirar la hora. Ya son las siete de la tarde.

— ¿Tienes hambre?

*****

Narra Alyssa

Como Tom y yo teníamos hambre decidimos buscar un sitio cercano para tomar una merienda-cena. Tras casi media hora de estar dando vueltas por las calles llenas de casas, encontramos una cafetería con bastante estilo.

— ¿Y qué se supone que debo hacer para saberlo? —me pregunta Tom al borde de la desesperación.

— Tom. Ya te lo he dicho, deberías sentirte orgulloso de saber por lo menos tres.

— Pero yo quiero saber las seis —dice con cara de cachorrito.

— Tom. Sólo Ro sabe la historia de las seis...

— Vale. Entonces cuéntame solo la última —dice juntando las manos. Aprieto mis labios.

— Lo siento, pero no. Sólo lo saben dos personas, sin contar a mis padres, y eso no va a cambiar...

— ¿Dos personas? Rooney y... —muerdo mi labio.

— Harrison... —Tom abre los ojos como platos y yo me pongo a reír.

— ¿Me estás tomando el pelo? —niego con la cabeza apretando los labios para aguantar la risa.

— Te recuerdo que durante los últimos dos años, nosotros sí hemos continuado hablando —digo con un tono divertido. Pero Tom pone una mueca.

— Ya... Lamento no haber continuado la comunicación contigo —dice triste.

— Ey... —cojo la mano que tiene encima de la mesa. — Es normal, tenías mucho trabajo y estabas comenzando con cosas bastante importantes —digo buscando su mirada.

— A veces no sé anteponer las que son verdaderamente importantes —Tom levanta la mirada y sus ojos se quedan clavados en los míos.

Su mirada me quita el aliento y provoca una corriente que me recorre todo el cuerpo. Sólo soy capaz de fijarme en esos círculos color café. Después de unos segundos, mi cuerpo sale del trance, al igual que mi cabeza.

— ¿Pagamos la cuenta y volvemos al hotel? —pregunto con una sonrisa separando nuestras manos para buscar mi cartera.

— Claro. Pero no pienses que vas a pagar tú.

— ¿A pachas?

— De acuerdo... —dice Tom sonriendo y mirándome de lado.

Los dos pagamos a medias la comida y salimos de la cafetería. Vamos andando hacia el aparcamiento dónde dejamos la moto.

— Mierda... —Tom se para en seco, frunzo el ceño.

— ¿Pasa algo?

— Creo que se me ha caído el móvil del bolsillo en la cafetería. Tengo que volver a por él.

— Okey. Vamos antes de que alguien lo coja —me giro para poner marcha hacia la cafetería.

— No —Tom me frena. — No hace falta que me acompañes. Puedo ir yo. Ve tú a por la moto y me recoges en la cafetería.

— Mmm... ¿Seguro?

— Sí. Es culpa mía, así que no tienes porqué hacer doble viaje —dice riendo. Suelto una risa.

— Está bien. Te recojo allí.

Tom y yo tomamos distintas direcciones. En menos de diez minutos llego hasta dónde se encontraba la moto. Me pongo el casco y me monto en la moto.

Después de unos minutos me acerco a la ubicación de la cafetería. Pero cuando llego veo todo un espectáculo.

Muchas personas se encuentran delante de la cafetería rodeando a Tom. Varios tienen cámaras de fotos y le deslumbran con los flashes. Paparazzis...

Mierda...

Al parecer están atosigando a Tom.

Sin pensarlo mucho, vuelvo a poner la moto en marcha y voy directa hacia el grupo. Las personas se apartan para no ser atropellados, dejándome pasar. Me quedo justo enfrente de Tom y empiezo a sacar el segundo casco del baúl.

— Sube.

Tom tarda en reaccionar unos segundos. Pero entonces coge el casco y se lo pone mientras se sube detrás de mí.

Los paparazzis multiplican por veinte los flashes y algunos llaman a Tom. Pero cuando notó que Tom me rodea la cintura pongo en marcha de nuevo la moto y se vuelven a apartar para que no les atropelle.

__________

Ups.

¿Habrán visto a Tom y a Alys juntos? ¿Esto va a complicarle las cosas a Aly? ¿Ales se enterará?

Decidme lo que pensáis. 😊

Como ya sabéis... Se admiten preguntas, teorías y opiniones.

P. D. Podéis encontrar la historia de las que os hablé en mi perfil. Por si os queréis pasar.

Os quiero 3000 💛