Capítulo 2

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Extraños Problemas

[•••]

El cielo oscuro iba tomando lentamente su color diurno, pasando primero por bellas combinaciones de tonos morados, anaranjados y amarillos, para después terminar revelando en su totalidad su característico color turquesa, previendo ya el caluroso día que se avecinaba.

Caminando por los costados de las calles de su localidad con dirección al instituto, Alexander seguía el juego de burlas que llevaban sus amigos hace un buen rato, todo acerca de las tareas que habían o no entregado, y por su parte, aclamaba que a pesar de haber empezado el semestre hace apenas una semana, él era quien tenía más chance de aprobar el primer lapso sin problemas.

—Oigan ¿No puedo regresarme? — Se quejó David a su lado con notable pesadez

—Tienes que entregar los trabajos de Literatura

—No te atrevas a mandarme Roly que tu tampoco tienes nada

—Entonces no te estés quejando

Doblaron varias veces en distintas esquinas y, tras recorrer la mitad de una calle entre risas, recogieron de su hogar sólo a Vanessa, quien les informó que Zack había amanecido esa madrugada con fiebre y no asistiría a clases. Los dos días anteriores, aún cuando iban juntos, el silencio se mantenía firme e incómodo entre ellos, ninguno quería hablar mucho con nadie y la tensión podía sentirse en cada uno tras el duro fin de semana, el cual, algunos aún trataban de olvidar.

Con el paso de ambos días, se habían limitado a usar frases cortas o hacer preguntas casuales, así mejorando y volviendo a su antigua comunicación.

—¿Y tú "Don inteligente"?, ¿qué materias nuevas tienes eh? — cuestionó David hacía el mayor.

A contra de lo esperado, no hubo ninguna respuesta de su parte, cosa que extrañó a los otros tres presentes en la caminata, pues no era nada común que aquel chico se perdiera en sus pensamientos sin una razón aparente.

—Alex? — le llamó Roly, enfocando sus intrigados ojos negros sobre el chico

(...)

¡Ya cállate! ¡No quiero una palabra más tuya Alexander!

¡P-Pero Zack-!

¡DIJE QUE NO! Me llevaré a mi hermana de aquí, ¡YA TENGO SUFICIENTE CONTIGO!

(...)

—Aleex~!!

—Eh, qué?

—¿En qué tanto andas tú? David te preguntó sobre tus materias

—Ah eso, solo cambiaron una o dos, es que… — Desvió su mirada varias veces mientras pensaba en una respuesta convincente que dar — Estaba pensando en Zack, es raro que él se enferme...

—Sí, también pensé en eso cuando me dijo que se sentía mal en la mañana — interrumpió Vanessa, salvando a Alex del momento — Y de hecho mi mamá también, pero dejó que se quedara sólo por hoy en casa

Después de lo conversado siguieron caminando, cruzaron la cuadra faltante en silencio y pronto, a su norte en la esquina, el edificio con varios automóviles, alumnos y profesores merodeando comenzó a observarse cada vez más claro. Faltaban diez minutos para las siete de la mañana, el frío era aún tolerable a pesar de que el sol ya hubiese salido y para aquel grupo, sólo era un día más de colegio.

***

Por otro lado, Evander y Lucas se dirigían a un instituto distinto a la misma hora del amanecer, estos dos vivían uno al lado del otro, por lo que también eran más cercanos entre si. Por culpa de sus bobeos y tonterías llegaron algo justos de tiempo, pero se sentían satisfechos con el hecho de estar presentes. Al entrar a las instalaciones separaron sus caminos, iban en diferentes salones y normalmente se veían hasta el receso o en la salida para el regreso a casa, eso no había cambiado nunca.

Experimento CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora