Capítulo 20

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Profunda Oscuridad

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Era la primera vez que –fuera de ocultar su poder–, Evander decía una mentira tan grande a sus padres, y para su desgracia, ahora sentía que abusaba de la confianza que ellos le daban, pero sólo quería cumplir con lo que dijo, hablar con Eilen, y si debía decir que daría una vuelta porque estaba aburrido cuando en realidad iba ir a buscarla, lo haría.

Su último mensaje a Lucas había sido un comentario pasajero, pero cuando recordó lo que Alexander dijo en la tarde de la primera reunión, varios focos en su cabeza comenzaron a encenderse creando un circuito. Evan salió de casa con esas frases en su mente, la chica a quien buscaba "vivía" en una casa abandonada que estaba cerca de ellos, pues al hablar de que con ir a casa de Lucas la había visto, y él vivía a lado, por consiguiente, también debía de estar por ahí. No estaba seguro de que era lo que le iba a decir o preguntar cuando la viera, también tenía en cuenta que el día anterior gracias a la información que le habían brindado, ella estaba algo afectada por alguna u otra situación, si no quería hablar podría escuchar sus pensamientos, era un hecho de pura concentración en la persona y lo había estado perfeccionando, aunque no de la mejor manera pues sus padres, profesores y compañeros habían sido las víctimas de su práctica por esas dos semanas. Visto de otra forma, estaría invadiendo la privacidad de Eilen, su justificación para él mismo era que quería proteger a sus amigos de más mentiras ocultas.

Caminó por la cuadra hacia delante, observando el interior de cada vivienda solitaria, que era una de cada tres o cuatro que estaban allí. Trataba de no lucir sospechoso o raro para las pocas personas que pasaban por la calle, de cualquier forma, estaba seguro que debía estar cerca, si Alex pudo verla, no podía estar tan lejos de su hogar. Mientras más se acercaba a la esquina, una pequeña pero resonante voz aparecía en su cabeza, estaba seguro de que era ella, solo necesitaba usar esa voz como su guía y señal, mientras más fuerte, más cerca. Una de las casas llamó su atención pues diversos ruidos como golpes huecos a la pared sonaban dentro, se acercó, no existía ninguna manija en la puerta así que entró con cuidado, las ventanas estaban rotas pero el cristal seguro lo cortaría si entraba por ahí. Al cruzar el umbral dejó la puerta más o menos entreabierta, la voz no dejaba de sonar, pero ahora estaba seguro que se trataba de la chica a quien buscaba, y su presencia, ya había sido detectada…

—Eilen? — Murmuró él, buscando a la joven entre toda la oscuridad

Oscuridad, ¿por qué estaba tan oscuro si apenas era casi medio día y no había ningún tipo de cortinas?

—Evan… —Se escuchó como un susurro, débil y tembloroso - Ayud-...

Silencio

—Vete — Ordenó

Ella apareció… Y la palabra "Ayúdame" no dejaba de aparecer como su pensamiento principal…

***

—¡¿Puedes explicarnos qué carajos está pasando?!

Lucas mandó a callar a Alexander, detrás de él estaban las otras dos chicas del grupo, igual de confundidas que el mayor por la situación que se les presentaba. Había sido llamado mientras Roly y Vanessa se habían juntado en la Casa Mayor, donde habían dejado solo a David dormido como hacía algunas tardes. Ahora los tres se encontraban en la casa de Lucas, o más específicamente, en la puerta de entrada, por supuesto cerrada y con la tensión a flor a de piel.

—Uno, no hables fuerte que mi madre está en la sala cruzando esta puerta, — Tocó con un dedo la madera — dos, necesitamos ya mismo saber dónde se encuentra Eilen, creo pensar que Evan fue a buscarla y si recuerdas como se puso ayer, no creo que haya sido una buena idea

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