Capítulo 67

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Tres pasos adelante, una gran caída atrás.

[•••]

—¡Lucas!

—Si vas a acompañarme, cállate —respondió, después de ignorarlo durante al menos cinco minutos de escape.

Continuó su camino a paso veloz por la acera, alejándose de Evander y mirando a ambos lados de la calle en caso de que un auto se atreviera a salir de la nada mientras atravesaba un peatonal. El otro llegó corriendo hasta su lado y lo tomó del hombro al tiempo que vigilaba los alrededores, notando que había más gente de la que le gustaría para hablar acerca de lo sucedido.

—Está bien, pero-

—¡No! No está bien —Lucas se giró para encararlo —. ¡Quieren meterse de nuevo en esa mierda!

Ambos se detuvieron en una esquina, ya que, en efecto, había personas que volteaban a ver a los jóvenes gracias a los gritos. Evander trató de relajar la situación intentando hablar en un volumen menor, mas fue interrumpido antes de siquiera empezar, siendo víctima de una especie de recelo por parte del otro.

—¿Tú qué piensas? Sabes todo, de todos, pero no hablas

—Lucas-

—¿Qué piensas de Alex? O Tyler, o Byron, o su cosa esa, máquina, la mierda que sea y que quieren hacer.

—Tenemos que hablar en otro lado —ordenó entre dientes

Aunque vaciló, Lucas aceptó con mala cara.
En lugar de regresar a casa acordaron dirigirse al parque, así tendrían un espacio natural entre los árboles y el césped para no ser escuchados por ajenos. Evander no podía negar que las palabras de su amigo lo habían afectado, su propia habilidad era un recordatorio de todo lo que podía descubrir en un solo momento, pero que en vista de Lucas era como mantenerse al margen de la situación, omnipotente, sin ser parte de los acontecimientos con ideas propias. O quizá eso ya era parte de su visión personal en contra de sí mismo. Su cabeza comenzó a doler.

Mierda.

Al llegar a su destino tomaron lugar entre una arboleda, Evander sentándose en el césped detrás de unos arbustos mientras que Lucas permanecía de pie, observando y esperando una respuesta.
Sintiéndose pequeño en su posición, no tuvo más opción que empezar.

—Si Byron hubiera querido hacer algo, ya lo hubiera hecho —dijo directo —. Tyler y Alexander son como perro y gato, y en parte lo entiendo…

—No estuviste ahí —recalcó Lucas.

—Y odio que ustedes sí, es obvio que lo que pasó nos afecta a todos, ¿pero viste cómo están ellos? No pueden mantener una simple conversación porque todo termina en gritos.

Lucas se sentó al fin, comenzando a jugar con el césped que había bajo suyo y sacando de este pequeñas ramas, formando figuras o creando flores que nadie mas que ellos dos veían.

—¿Qué piensas? No me sirve eso.

Evander intentó entender a lo que se refería. Tal vez le pedía abrirse más, pero formar un juicio desde su perspectiva –justamente– sabiendo cosas que los demás no, era algo complicado; sobre todo por la constante duda de si, por lo menos, su mejor amigo entendería.

—Byron no es quien era

—¡ÉL-!

—¡Escucha! ¡Lo sé! —se apresuró a continuar, alzando las manos a la altura de su cabeza como si estuviera siendo amenazado. Aunque a decir verdad, que Lucas manipulara ramas en la tierra mientras hablaban ya le parecía un peligro a su propia integridad  —. Sé lo que hizo, pero no es la persona con la que peleamos nosotros.

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