Capítulo 6

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No podemos ignorarlo más

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David y Roly entraron deprisa a la habitación, preocupados por la reacción que su amigo había tenido. La chica intentaba tomar las manos de Alex para comprobar si no estaba herido, pero en cuanto lo intentaba, varias cargas eléctricas le impedían mantener por al menos unos segundos su tacto sobre el otro, frustrándola al no saber que hacer para ayudar. Mientras tanto, Zack sacudía sus manos, logrando así apagar el fuego que se había formado en ellas y poco a poco empezaba a quemarle, a continuación, ocultó éstas mismas en los bolsillos de su pantalón.

«No de nuevo... »

—Alex?... — Murmuró Roly, sacando al mismo tiempo a Zack de sus pensamientos

—Ya está pasando... Tranquila...

David, no sólo atento a Alexander sino también al chico que estaba detrás suyo, se levantó del suelo y dirigió una mirada más "seria" hacia Zack, quien parecía querer huir lo más pronto posible de lo sucedido.

—¿Desde cuándo haces eso?

—¿Hacer qué?

—¡Acabas de hacer fuego en tus manos tarado!

Su vista no paraba de moverse entre diversos puntos de la habitación y el chico que tenía enfrente acusándole. Alexander desde el suelo alzó la mirada, viendo lo nervioso que Zack se encontraba en medio de la situación, cosa que sabía no era para nada común en él. Tras unos segundos de silencio, el joven pudo responder en palabras atropelladas.

—N-No diré nada de eso

—¡Zack por favor! Tenemos que-

—¡Dije que no!

Agarró de inmediato su cuaderno, su mochila medio abierta que montó rápidamente en su hombro y acto seguido salió a toda velocidad por la puerta del cuarto, bajando las escaleras haciéndolas sonar a cada paso que daba.

—¡Zack! ¡Espera! — Gritó Roly antes de levantarse y salir corriendo tras él.

En la habitación se quedaron los otros dos chicos, ambos en silencio mientras el menor terminaba de checar por el estado del otro, que felizmente ya perdía el efecto de la electricidad. Con todo, aún no podía creer lo que había visto; ambos mayores, uno con manos en fuego y el otro recibiendo un chispazo después de mostrar esa misma corriente sobre sus manos. Tuvo que obligarse a reaccionar, suspirando y volviendo la mirada hacia Alexander.

—¿Necesitas algo?

—No tranquilo, parece que ya pasó

—¿Seguro? Es que te ves...

—¿Qué te dije? Estoy bien, sólo un poco adolorido de mi bello cuerpo pero nada más... —

David sacudió la cabeza divertido mientras Alex se ponía de pie y volvía a sentarse en una de las camas de la parte de abajo de una litera. El otro lo acompañó luego de unos segundos, colocándose a su lado. Entre ellos regresaron al denso silencio, procesando una vez más lo que acababan de vivir, ya era la segunda vez en la semana que algo extraño les sucedía y ahora, todo el espectáculo involucraba también a Zack. Él se notaba nervioso, sí, pero no era como que la manifestación de fuego le sorprendiera… ¿Acaso ya le había sucedido y no había dicho nada?...

—Alex, ¿Qué piensas realmente sobre Eilen?

Tras un sobresalto, al chico le incomodó aquella pregunta tan directa, sin embargo tras el alboroto era obvio que algún cuestionamiento así llegaría tarde o temprano. Zack había dicho anteriormente que "el amor lo cegaba" y él quería convencerse de que eso no era cierto, pero… Y si lo era?... Después de todo, ya creía haber tenido suficiente del tema por ese día. Sólo pudo soltar un suspiro cuando el empuje de la puerta se escuchó, interrumpiendo cualquier respuesta.

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