Capítulo 34

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Algo falta...

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Gracias a la pijamada, Zack y Vanessa pudieron conocer mejor al más nuevo del grupo; durante el transcurso de la noche fueron intercambiando algunos datos que aunque ya eran conocidos por el trío restante, seguían siendo interesantes para los hermanos. Descubrieron también que no tenían tantos gustos en común, sin embargo, los seis jóvenes lograron arreglárselas para tener una buena velada juntos.

Llegado el momento de dormir, las chicas, –especialmente Vanessa–, tuvieron que hacer el sacrificio de acostarse juntas para que absolutamente todos los demás tuvieran un espacio en alguna cama. Finalmente, Tyler como de costumbre se encerró en la habitación individual y la Casa Mayor quedó en completo silencio.

***

Al sonar la alarma y comenzar cada uno su rutina, pudieron darse cuenta de que alistarse los cinco a la vez era aún más desastroso y divertido de lo que hubieran imaginado. ¿Qué clase de persona tomaba un baño a las cinco de la madrugada?, pensó la mayoría al ver salir a Zack en toallas del cuarto correspondiente y con su cabello negro cubriéndole la cara. A pesar de todo, lo demás había ido de maravilla: el desayuno con más bromas de las habituales, acomodar sus mochilas a último momento, incluso, la caminata que siempre compartían parecían haberla hecho en menos tiempo del que acostumbraban.

Cuando la tarde llegó, inmersos en una burbuja de tranquilidad todos volvieron a la Casa Mayor; los hermanos después de recoger sus cosas y despedirse, de igual modo regresaron a su hogar.
Ellos llegaron a casa ante la mirada fulminante de su madre, a quien saludaron con una corta sonrisa apenada antes de desaparecer por las escaleras hacia su habitación. La mujer aún seguía en desacuerdo con la pijamada que habían tenido, pero ¿qué más daba?, ya habían ido y ahora estaban a salvo.

***

Dos días después, el grupo completo decidió reunirse por la tarde, cada uno realizando una actividad distinta, pero que sin duda en compañía de los demás resultaba menos aburrido o tedioso.

Alex y Zack hacían juntos una tarea que ninguno de los dos había entendido por completo, así que entre ellos se ayudaban mutuamente; Evander apoyaba a Vanessa y a Roly en los sofás sobre cómo organizar cierta información que necesitaban para un futuro proyecto en equipo con sus compañeros –quienes no parecían darle tanta importancia como ellas– y por otro lado, en el otro extremo de la mesa había un trío más interesante; Lucas y David discutían términos artísticos mientras Tyler solo era el encargado de vigilar que ninguno se fuera por las ramas o dijera cosas imposibles para un musical escolar, ya era común verlos a los tres juntos en las reuniones.

—Necesitarías casi treinta personas para hacer eso —Concluyó Tyler a una de las sugerencias de David

—¡Lucas dile algo! ¡Nadie quiere dejarme hacer nada divertido!

—No puedo decirle nada si tiene razón, no tenemos tantos en ambos clubs como para llenar de confeti el lugar.

De manera infantil, David se cruzó de brazos y siguió analizando el apodado "cuaderno de sugerencias", Lucas negaba con la cabeza y al instante pasó su vista hacia Tyler, que de pronto miraba a todos lados menos a ellos.

—Tyler ¿Todo bien?

—Ah, sí, no, todo bien —Respondió de inmediato volviendo a ver a quien le hablaba —Solo que sigue siendo raro estar con todos ustedes juntos, no soy de pertenecer a grupos grandes

—Bueno, entonces solo concéntrate acá

—Aún tengo sugerencias que hacer

—Que no sea como la anterior por favor —David solo respondió una mueca

Experimento CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora