Capítulo 14

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Hermandad

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Desde que Vanessa había llegado de su taller del instituto, en la habitación se respiraba un aire a pelea infantil entre hermanos. Por un lado, la chica insistía incansablemente en ver a Zack usar su poder, mientras que el otro seguía negándose una y otra vez. No quería ocasionar un accidente y menos cuando ni siquiera sabía usar correctamente el fuego que generaba. Aunque él hubiese dicho que practicaría hace casi una semana, sólo había mentido para deshacerse del mal rato con Alexander; además, otra de sus preocupaciones era el volver a lastimar a su hermana por error.

—¡Por favor Zack! Sólo es una vez!

—¡Ya te dije que no sé usarlo bien! Y si quemo el clóset o yo qué sé?

Con esa simple expresión, Vanessa finalmente se rindió, demostrándolo con un pesado suspiro y sentándose en la silla giratoria del escritorio mientras veía su teléfono. Zack por su parte decidió acostarse en su cama, colocarse los audífonos para escuchar música, jugar y aislarse unos largos minutos; hasta ese momento de la casi noche, tenía toda la tarea importante hecha, si es que no olvidaba ninguna; finalmente era el último día de la semana, un fin en el que estaría libre sin molestias.

Siguió concentrado unos minutos más en la pantalla de carga del juego y en su mente repitiendo la letra de la canción que escuchaba, todo indicaba que tendría un momento tranquilo, hasta que sintió un suave toque en su pierna pero que por gusto se permitió ignorar. Un segundo toque, ésta vez en su pie, había sacudido las sábanas al llegar del colegio, ¿Acaso había algo allí?. De pronto, sus audífonos se bajaron de un jalón a su cuello, haciéndole recobrar la atención en su alrededor.

—¿Ahora qué?

Al examinar la habitación, pudo notar que no había nadie, o al menos eso se aparentaba ser. Con la guardia baja, su teléfono le fue arrebatado de las manos, haciéndolo reaccionar abruptamente sentándose en el borde de la cama, su aparato ahora parecía flotar en el centro del cuarto, sacudiéndose con burla. Por fortuna, no tardó mucho en darse cuenta de quién estaba detrás de todo, su misma teoría fue comprobada por la baja risa que pudo escuchar correspondiente a su hermana.

—Dámelo Ness

Su teléfono fue sacudido por segunda vez en el aire, lo estaba provocando para iniciar un round, todo por su celular. ¿Acaso creía que siendo ella invisible no lo podría recuperar?.

—No te lo voy a repetir, dámelo

En cambio de obedecer sus indicaciones, el teléfono se movió un poco irregularmente y por último desapareció también de su vista, desconcertando al mayor, ¿cómo había hecho eso?. Se puso de pie y comenzó a moverse a paso lento por el cuarto, buscando la presencia que lo acompañaba.

—Vanessa, no me hagas adivinar dónde estás

—Intenta usar el fuego y te lo doy

Su voz, a su izquierda, movió su brazo rápidamente tratando de tantear su costado y tomar si podía de la ropa a la contraria.

—¡Uy qué cerca!

—¡Vanessa ya!

Así comenzó un pequeño juego de "observa, escucha y busca", la chica siempre que Zack hacia un movimiento, insistía en que el otro empleara el fuego para encontrarla, ¿pero cómo?, sólo Vanessa se entendía a ella misma y él simplemente quería recuperar lo que le pertenecía. Zack ya había logrado en dos o tres ocasiones sentir la tela de la ropa de la menor, solamente necesitaba ser más veloz en cuanto escuchara su voz cerca de él, ésto para poder tomarla y obligarla a volver a aparecer con su teléfono.

Experimento CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora