Capítulo 8

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Acuerdos de viejas amistades

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—¿A qué te refieres con eso?

Eilen se dejó ver luego de compartir unos segundos de mirarse entre ambos, ella salió de la habitación recargándose ahora en la gastada pared. A la vista de Alexander parecía una persona distinta; no poseía la misma aura alegre y risueña que tenía antes del incidente, siempre sonriendo y expresando cada parte de sí misma, aunque en cierta forma podía entenderlo, pues después de lo duros que habían sido Zack y Lucas con sus palabras, no se mostraría muy feliz de ver a alguien más del mismo grupo.

—No sé... Tal vez sólo sea mala idea estar junto a mí, ¿no crees?

—¡¿De qué hablas?! ¡No! ¡Yo estaba preocupado por ti!

Alex se quedó quieto en su lugar, lo que había dicho era verdad pero soltarlo con tanta sinceridad le había sorprendido hasta a él mismo. Eilen, sin responder, bajó un poco más la mirada, era consciente de que su deseo pedido hace tan sólo unos días atrás se había cumplido, ahora tenía a alguien del grupo frente a ella, concretamente a Alexander, pero ¿por qué aún no se sentía segura?.

—¿Por qué estás aquí? — preguntó Alex con suavidad luego del silencio.

—Aquí vivo... Supongo

El mayor se mantuvo un buen rato pensando acerca de esa información, no quería incomodar... ¿Qué importaba?... No, sí importaba, ¿vivir en una casa abandonada?, eso sólo le daba todavía más inquietudes por resolver en torno a Eilen, pero si quería sacar los pensamientos de su cabeza como había planeado hacer, la chica también estaba incluida en la lista y debía hacer algo al respecto de ello.

—Oye... A ti... ¿Te ha pasado algo raro?... Ya sabes... Alguna cosa...

—¿Rara? — Interrumpió ella

—Sí, eso

—Si vienes preguntando, entonces a ti o a los demás les ha pasado algo… ¿Ellos están bien?

Alexander asintió con una pequeña sonrisa, mintiendo a medias, no sabía nada de la hermana de su amigo o aún de Lucas, así que saber si todos estaban bien era algo difícil de expresar con honestidad. Eilen suspiró aliviada, creyendo en él e hizo una pequeña seña para que lo acompañara dentro de la "habitación". Una vez allí, ella señaló las grietas en la pared y la mancha negra que se había quedado marcada desde hace días atrás cuando su propia manifestación se hizo presente durante su ataque de nervios.

—No entiendo — Murmuró Alexander luego de un rato contemplando el muro

—De alguna manera y no sé cómo, eso — señaló con su mano vagamente hacia la marca — lo hice yo… ¿Responde a la pregunta que me hiciste?

—Creo que sí

Por la tensión existente, parecía que en cualquier momento se podía desatar alguna consecuencia peor que solo inseguridad y por eso, mantenían la conversación en simples frases y gestos, cosa que al mayor le recordó a los inicios de la re-comunicación con Vanessa al ir al instituto.
A su vez, Alexander notaba como Eilen lo evitaba, alejándose unos considerables centímetros para que nada de ellos incomodara más el ambiente. Se giró para verla de frente, llamando su atención con un pequeño e inocente toque en su brazo, tomó las fuerzas para decir lo que quería una vez obtuvo su atención, claro que era complicado y el grupo no lo aceptaría de ninguna forma pero... ¿Qué más les daba?.

—¿Por qué no vienes conmigo?

—¿Qué?

—La Casa Mayor es mucho mejor que esta mierda de lugar

Experimento CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora