Capítulo 31

86 11 0
                                    


Recordando por obligación

[•••]

Estando sola no tenía muchas cosas con las que entretenerse. A veces intentaba pasar el rato utilizando su poder, –o al menos lo poco que sabía controlar–, buscaba sin éxito una posible salida a esa celda en los pasillos impolutos o trataba de hablar con cualquiera que se cruzara por allí, la realidad es que esto último no ocurría nunca.

Su teoría sobre el lugar en el que estaba variaba con el paso del tiempo, pero nunca llegaba a ser concreta pues eran múltiples los sonidos que percibía durante su estancia, de vez en cuando éstos escuchándose más lejos o más cerca daban la impresión de tratarse de algo similar a maquinaria.

Eilen también pensaba en su amigo, sus encuentros con Byron ocurrían todos los días mientras él se daba unos minutos para llevarle algo de comer, sin embargo, inmediatamente se retiraba a algún otro lugar, sin darse el tiempo de mirarla, hablar o responder el saludo que la chica le proporcionaba. Por eso mismo, ella tenía que ingeniárselas para poder matar el tiempo en su solitaria posición.

Mientras divagaba en sus pensamientos se encontró formando más cosas con su poder, recordaba lo que había pasado con Evander hace tiempo, así que ahora estaba más que nada tratando de volver a formar aquellos lazos con los que lo había acorralado; a pesar de haberlo hecho una vez, ahora estando consciente era más complicado.
Llegaba a mantener sus fragmentos flotando alrededor de su mano, pero para hacerlos tomar la forma que quería se necesitaba esfuerzo y en su cuerpo este se estaba comenzando a agotar.

Más pronto de lo que calculaba, los pasos se hicieron llegar al pasillo, delatando la momentánea compañía que tendría. Esperaba que la rutina se cumpliera, pero a la vez deseaba escucharlo responder algún día.

—Hola Byron…

El aludido como de costumbre no le contestó. Sin deshacer sus acciones, Eilen alzó la vista para verle desde su lugar, él se encontraba de pie mirándola con algo parecido a la intriga, la indiferencia también ya era conocida en su porte, sin embargo, aquel escaneo llegó a sus manos, las cuales esta vez no traían nada de alimento, ¿se trataría de una visita por gusto?.

—¿Te quedarás… mirando?

—Tal vez —Respondió serio —Me dió curiosidad ver lo que haces

«Así que era solo eso… »

—Sólo practico… No sé mucho ni de mi propio poder.

Él formó una mueca con su boca, que al final podía interpretarse como una pequeña sonrisa. Eilen era la más confundida por su actitud, la verdad era que, ¿cuándo no lo estaba?, pero antes de pensar cualquier cosa los fragmentos oscuros de su mano desaparecieron, como si se hubiera bloqueado o no pudiera usar más su poder. Decepcionada de sí misma sólo suspiró.

—¿Ves?

—¿Quieres que te muestre el mío? —Cuestionó el mayor, atrayendo la atención de la menor.

Conocía ya la habilidad de Byron, era casi como obligar a alguien a hacer lo que tú quisieras con tan sólo mirarte a los ojos, y eso tenía que aceptar que en cierta parte daba miedo.

—Nunca me explicaste cómo funciona… Sólo lo usaste esa vez para que te hablara de mis amigos.

Un casi imperceptible sobresalto en el cuerpo de él fue notado por Eilen, como si no supiera de lo que hablaba. Si trataba de hacerse más distante no le estaba funcionando muy bien. Eso sólo la confundía aún más pero por alguna extraña razón, seguía creyendo que su anterior amigo estaba en alguna parte de la nueva persona que veía frente a ella.

Experimento CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora