Experimento C

Capítulo 30

Conociéndonos

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Mamá - ¿Puedes ayudarme a limpiar antes de irte por favor?

Claro, voy. - Lucas

Segundos después de recibir el ya conocido emoji del pulgar arriba por parte de la jefa de la casa, el joven se levantó de su silla en la cual llevaba sentado toda la mañana haciendo sus deberes, -y de vez en cuando distrayéndose con algunos bocetos-, para empezar a hacer lo que le habían pedido.

Lucas tenía un amor odio con los fines de semana. Estaba claro que eran días de descanso, pero cuando lograba acomodarse su madre le pedía por mensaje desde el trabajo lavar los platos y hacer la mayor limpieza que fuera posible, todo antes de que él se escapara por la tarde con amigos del instituto, solo, o directamente a la Casa Mayor, y sabía perfectamente que si no lo hacía, al regresar por la noche le caería una buena reprimenda.

Sin quejarse más, se enfocó en la música que, ahora resonando en su pequeña bocina, llenaba la casa de un ambiente digno para dedicarse a un quehacer a profundidad. La escoba a veces tenía el doble uso de un micrófono, cada plato y cada vaso quedaba tan pulcro que incluso dirían que era capaz de brillar por su cuenta; Lucas llamaba a esto, el poder de la música.

Finalmente, tras repasar las estanterías, adornos y mesas de la sala, cocina y comedor, en el piso de arriba su habitación también había sido aromatizada. Su escritorio con cosas personales y de la escuela quedó bien acomodado una vez guardó lo que había ocupado en su mochila o en los otros lugares donde correspondían. En una esquina del cuarto se encontraba el estuche de su violín y hacia arriba recorriendo la pared se apreciaban los pósters y algunos dibujos de su autoría que le habían gustado mucho.

La música en la bocina se silenció durante unos segundos, denotando el característico sonido de una notificación en el celular del chico. Lo tomó de su bolsillo y abrió el chat del que había llegado el texto. Evander ya le había mandado varios mensajes sobre que lo estaba esperando fuera de su casa para irse a la reunión con los demás.
Lucas se apresuró en acomodarse su rizado cabello, tomar y ajustar su brazalete arcoíris a su muñeca que se prometió llevaría esa misma tarde y por fin salió a toda prisa a encontrarse con su amigo, no sin antes cerrar la puerta de casa con su propia llave.

-¿Por qué tardas?

-Dos palabras. Limpieza y música.

-Adivinaré... ¿Musicales?

El interrogado quedó en silencio, algo avergonzado de que Evan lo conociera tan bien. El contrario negó con la cabeza y dio inicio a la caminata, comenzando a hablar sobre otros temas comunes para distraerse con Lucas.

No tardaron mucho en llegar al umbral de la Casa Mayor. Tocaron la puerta y los dos fueron recibidos por David, que les dió la bienvenida y las primeras interacciones del día, Roly estaba bañándose y Alex haciendo algunos bocadillos para pasar el rato más cómodos.
La ausencia de Zack y Vanessa -gracias a qué les habían anulado el permiso ese día por "quien sabe qué" que hicieron en casa- también se hacía notar, sobre todo porque no había discusiones entre los hermanos por casi cualquier cosa y no sólo eso, si no que Vanessa era quien decidía más abiertamente junto con Roly y Evan sobre lo que harían todos juntos. Llevaban ya hace un rato discutiendo ese mismo tema todos juntos.

-¿Entonces? ¡Piensen ya! ¿Qué toca hoy? -Insistía Lucas dando varios aplausos frente a él para llamar la atención de los demás.