Capítulo 71

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Recuerdos de un hogar y el acuerdo definitivo.

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Tan pronto como Lilith volvió de su momentánea salida, pudo percibir dos distintas fuerzas actuando sobre el ambiente de la Casa Mayor. Del par de conocidos, Tyler era quien poseía el aura más amplia de incomodidad, en comparación con su compañero en el otro sofá quien fingía no dar atención a la presencia contraria. Byron podría haber sido muchas cosas, pero bueno para ocultar sus debilidades, nunca.
Y, como de otro mundo, el trío de aquel hogar lucía de ensueño. Ajenos a lo que les rodeaba. Cada uno se dedicaba a una tarea distinta, intercambiando miradas o, en el caso de los menores, información acerca de sus clases y las actividades que estaban realizando.

Lilith tomó asiento en el mismo sofá que Byron, habiendo hecho su análisis en apenas unos segundos. El chico la recibió con una corta sonrisa que deshizo al instante siguiente, regresando su mirada a la pantalla que pasaba un noticiario cualquiera.

Gracias a que Tyler estaba leyendo un libro, el suspenso había terminado. O no del todo.

Ella, en su carácter de detector de sentimientos, le parecía extraño que a pesar de que todos estaban metidos en sus asuntos, había una delgada línea que le decía que había… burla en los presentes en la mesa. Los miraban de soslayo, como si supieran algo que ellos no. Comenzaba a ser un fastidio.

Con el paso del tiempo, cada uno encontró la excusa para liberarse del foco de atención. Tyler llevaba rato frotando sus ojos, así que, naturalmente, no tardó demasiado en cerrar el libro en sus manos y subir, dispuesto a regresarlo a su lugar. Lilith escapó en ese instante, y por último, Byron los siguió por el simple miedo de quedarse solo.

Irónicamente, los tres llegaron a la habitación general.

—¿Me están siguiendo? —acusó Tyler, acomodando el libro en una estantería y girándose con los brazos cruzados ante los otros.

—Yo sí

Él estuvo a punto de plantar reclamo, sin embargo, la joven le indicó que callara con un dedo sobre sus propios labios. Acto seguido, usó un rápido teletransporte dejando a ambos chicos solos unos segundos. Apenas se dirigieron la mirada. Escucharon el baño descargarse, y enseguida Lilith estaba de vuelta.

—Si se disimula, hay que hacerlo bien

—Yo no tengo nada que disimular —Tyler comenzó a caminar hacia la puerta del cuarto.

—Será mejor que te quedes.

Rodó los ojos con los disgusto, creyendo que la conversación venidera trataba acerca de él y sus acciones. Se sentó en una de las camas bajas, sin apartar la vista de la única persona que estaba hablando; y prefería que se mantuviera de esa forma.

—¿Qué quieres?

—Wow, pensé que alguien como tú se daría cuenta —empezó, tomando posición de un salto en la cama arriba de Tyler —. Los de abajo están raros

Byron tomó lugar en la segunda cama baja. Al mismo tiempo, frunció el ceño, pues las palabras de Lilith habían hecho eco en su cabeza.

—¿No soy el único que lo notó entonces?

—¿Contigo quién no tendría problemas?

Recibió el dedo medio de Byron como respuesta.

—¿Raros como? —interrumpió Tyler, previendo que los dos podían empezar una discusión distractora.

Lilith asomó la cabeza por el borde de la cama. Estaba acostada boca abajo y recargada con los codos, así que no fue difícil para ella mantener el equilibrio.

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