Capítulo 11

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Llegaron las explicaciones

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El día anterior la plática se había hecho relativamente corta, sólo unos minutos fueron suficientes para darse cuenta de que las barreras entre algunos de ellos se habían hecho demasiado grandes en poco tiempo. Por lo menos, cada uno podía hacerle compañía a otra persona en sus respectivos hogares; Lucas y Evan siendo vecinos, los hermanos y por último, el trío de la Casa Mayor; ninguno estaba realmente solo.
Lastimosamente, ahora sabiendo la perspectiva que habían vivido los demás, los pensamientos estaban aún más desordenados que los días pasados, pues ya no sólo lidiaban con la duda propia, sino que también con la de los otros.

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Esa mañana, la mayoría estaban seguros de que finalmente obtendrían las respuestas por las que tanto esperaron y las que les ayudarían a deshacerse del peso de la incógnita. Todos ya estaban asentados en la Casa Mayor, sólo esperando a la persona que había establecido su promesa y ahora estaba en camino por cumplirla.

—¿Cuánto más van a tardar? — Se quejó por segunda vez David después de la casi media hora que llevaban esperando.

—Te dije que no vendría

—Ni te aceleres, conocemos bien a Alex como para saber que no va a dejar de insistir hasta que se le dé la razón — Advirtió Roly hacia Lucas.

Mientras los demás conversaban sobre la persona faltante, Evander estaba más apartado de todos ya que la cabeza volvía a molestarle con el dolor; había llegado a la conclusión de que en lugares concurridos o con grupos grandes, aquel problema lo estaría acompañando constantemente hasta descubrir su origen y posible solución. Ahora las voces de su cabeza pertenecían a sus amigos, expresando frases que decían más que verdades; incluso llegó a pensar que podría ser como un detector de mentiras humano, pero descartó la idea al instante tras burlarse de sí mismo.

—Solo hay que calmarnos y esperar... No tenemos que dejar que los demás nos arruinen a nosotros, ¿no?

Dijo él en un momento para intentar apaciguar el ambiente tenso de casa y que él pudiera tal vez llegar a sentirse mejor. Afortunadamente logró hacerlo funcionar a medias, respirando y distrayéndose en su celular para que las voces se fueran y la migraña disminuyera lentamente.

(...)

Un rato después, el timbre de la Casa Mayor llamó la atención de todos y cortó las conversaciones. Vanessa se adelantó a abrir y la primera silueta a la vista fue Alex, quien repartió una mirada amenazante entre todos y luego entró con un semblante más tranquilo, ahora acompañado... Detrás de él caminando a su lado estaba ella de nuevo, generando múltiples emociones en los presentes.
Eilen observaba tímidamente a cada uno, deteniéndose unos momentos en Lucas por notar aquella nueva cicatriz; tal vez todo había resultado más difícil de lo que esperaba ver.

El cuerpo de Zack reaccionó involuntariamente al ver a la chica allí, se levantó rápidamente del sofá causando un pequeño detonante nervioso en todos; Alex se colocó frente a Eilen, impidiéndole retroceder más de los dos pasos que ya había dado. No era bienvenida y lo sabía, al menos no por él.

—Zack... Lo hablamos

El aludido le lanzó el odio que pudo con la mirada a Alex y volvió a sentarse, cruzándose de brazos y notablemente irritado.

—Bien, ahora que ya estamos todos calmados... — Prosiguió Alexander sin alejarse de quien protegía

—Deberíamos repetir lo que dijimos ayer o...? — Cuestionó Vanessa

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