Experimento C

Capítulo 33

Una pijamada para divertirse… ¿Cierto?

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Por muchas razones, se consideraba que la tarea era lo peor que a un estudiante le podía suceder en la vida, sin embargo, Alexander estaba allí para contradecir aquella información, argumentando que en verdad lo peor era escuchar a diario las quejas de Roly y David acerca de sus propias actividades escolares. Aquel par se encontraba en la mesa del comedor resolviendo problemas de Física, mientras que Tyler y Alexander veían en la televisión una película de acción que había llamado la atención de ambos.
Cada uno estaba entretenido con sus cosas, pero luego de un tiempo y tras dejar salir un resoplido, al mayor se le acabó la paciencia.

—¡Ya bájenle con su drama! ¡No dejan escuchar!

—¡Pues entonces ven a ayudarnos! —Suplicó Roly azotando su bolígrafo contra la mesa

—¿Y yo por qué? ¡Es su tarea! ¡Ya tendrían que saber de qué es!

Durante un rato, se llevó a cabo una discusión infantil en la sala con Tyler como humilde espectador encogido en su lugar.
Las primeras palabras que intercambiaron eran mayormente quejas y reclamos sin mucho sentido; minutos después, David se comprometió aún más con la disputa contra Alexander, ahora fingiendo estar ofendido por la poca valoración de su tiempo invertido en ayudar al otro con sus tareas; por desgracia ese argumento no tuvo el efecto esperado ya que no era cierto en lo absoluto.

—Eres malo para convencer a la gente, que lo sepas eh

—Bueno, pero… —David tuvo que pensar un poco para salir de su mente que había quedado en blanco —¡Pero ahora Roly no se sabe ni los conceptos! De menos a ella si la podrías ayudar un poco y de paso a mí que estoy a su lado

Esperaban que la protesta continuara con alguna acusación por parte de Roly hacia David con respecto a sus "pocos saberes", en cambio todo lo que obtuvieron fue un extraño silencio, –a excepción de las explosiones que tenían lugar en la televisión–. Cada par de ojos se dirigió hacia la joven, notando que sus audífonos estaban alrededor de su cuello, de modo que no habría podido perderse en la música que estuviera escuchando; por otro lado, su vista estaba fija en un punto de la mesa, observándolo como si buscara alguna imperfección en la madera.

—Ya me encargo yo —se mofó David dispuesto a sacudirla al igual que la última vez que algo así había pasado.

—No, espera… —Le detuvo Alexander manteniéndose atento a su amiga

Tyler era quien menos se enteraba de lo que ocurría, por ello, sólo se mantuvo en silencio esperando lo que Alex había indicado.
Pasaron unos segundos más hasta que Roly parpadeó un par de veces y alzó su vista, encontrándose con los tres que la miraban, sin embargo, antes de que ellos dijeran algo interrumpió aquel contacto visual, intentando defenderse ante lo pesado que era tener toda la atención sobre ella.

—¿Qué me ven o qué?

—Ro, ¿qué fue?

Ante la pregunta, la chica se cruzó de brazos, recargándose correctamente en el respaldo de su silla y haciéndose la no entendida.

—¿De qué hablas?

—Oye, tienes que decirnos si fue una visión, no es como que te pase muy seguido

Alexander era quien más se encargaba de insistir por el momento, levantándose del sofá y dando unos pasos hasta quedar de pie frente a ella al otro lado de la mesa. Roly intentó refugiarse en Tyler, mirándolo pidiendo ayuda pero él no sabía qué hacer ante una situación donde no tenía conocimiento. Al final la joven se rindió, suspiró y recargó su barbilla sobre sus brazos que descansaban en la mesa.