Capítulo 9

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Reunión

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Mañana por la mañana, Casa Mayor, TODOS, es importante. - Alexander

Tras presionar el ícono de enviar, el autor del mensaje apagó su celular, lo dejó sobre su pecho y cerró los ojos, logrando relajarse por fin sobre las cobijas de su cama. Había sido una semana larga y ahora disfrutaban de la tranquilidad de un viernes por la tarde, Alexander en sí mismo se encontraba realmente cansado del instituto, además aparte de todas las emociones con las que tenía que lidiar fuera de ella. ¿Cómo era que antes se quejaba cuando ahora tenía otras preocupaciones reales totalmente distintas?. David, que se hallaba en la cama de al lado en la otra litera, se quedó viendo hacia Alex al revisar el mensaje enviado por éste en el grupo.

—¿Esto es por lo que Ro y yo te dijimos verdad?

—Supongo que ya es hora de hablarlo… Todos… No podemos sólo seguir dejando que las cosas pasen y nosotros no tener ni un mínimo control de nada

—¿Sabes siquiera si a Evander o a Lucas también les pasan cosas así?

Acto seguido, David extendió su mano hacía un montón de ropa que reposaba sobre la misma silla perteneciente al escritorio, con algo de esfuerzo, dejó salir una pequeña onda que empujó la silla con suficiente fuerza como para tirarla y esparcir todo por el suelo. Él ya tenía un pequeño control sobre lo que sea que estuviera haciendo, pero aún le costaba aguantar los efectos resultantes de ese "lo que sea", los cuales incluían adormecimiento y hormigueo en sus manos y brazos.

—Al menos estoy seguro que ellos no tiran la ropa recién lavada por el piso

Alexander se levantó de su cama, fingiendo molestia y dirigiéndose a recoger manualmente las cosas. El menor ignoró su desastre, pues ahora tenía la mirada perdida en algún punto inexistente de la madera bajo la cama superior, algo era muy interesante allí como para que su atención se mantuviera en ese sitio por minutos, luego de eso, una mueca se mostró en su rostro antes de volver a hablar con pesadez.

—¿Esto no puede ser bueno no?

—¿Por qué lo dices?

—No lo sé... Sólo me da mala espina

—Ey, que ya sabemos que la de las predicciones es Roly — Trató de bromear Alex

—Hablo enserio... Esto no se siente nada bien…

A la vez que David hablaba, miraba y movía su mano al frente de su rostro, como si algo allí, una arruga o una línea fueran a darle la respuesta a sus dudas, se sentía algo bajoneado pero ni siquiera sabía el verdadero motivo de su sentir, tal vez, se trataba de un mal presentimiento pero no quería admitirlo por miedo.

—Sólo queda esperar a descubrirlo, pero espero que no tengas razón.

Ambos jóvenes se dedicaron una pequeña sonrisa como apoyo, afortunadamente se tenían a ellos y al grupo, como buenos amigos. Alexander terminó de recoger las prendas y levantó la silla de nuevo dejando todo como estaba al inicio. Momentos después, la cerradura de la puerta de la entrada se oyó ser abierta y seguido de eso, un grito provino desde la planta baja.

—YA LLEGUÉ!!

—Si que se tardó en su trabajo en equipo eh

—Ya ves, te apuesto que no avanzaron nada y se la pasaron platicando

La mochila de la chica fue escuchada dejarse con fuerza sobre la mesa, no entendían como ella, de poca estatura, era capaz de cargar tantas cosas sin ser aplastada por todo. Las llaves también se escucharon, cada uno tenía una copia propia que obtuvieron desde que llegaron a la casa, hace al menos un año y poco más.
Los dos chicos salieron de la habitación, dispuestos a tener una comida tranquila juntos como estaban planeando. Siempre comían los tres al mismo tiempo, eran pocas las veces que uno se adelantaba a los otros, y en esa ocasión, sus estómagos ya rugían gracias a estar esperando a Roly durante toda la tarde. Como ocurría en todas las ocasiones, Alexander sería el cocinero y con algunas pequeñas trampas, obligaría a David a ayudarlo en la preparación.

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