Experimento C

Capítulo 38

No Feliz Cumpleaños

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Con el paso del tiempo, –ya inexistente para ella–, Eilen comenzaba a pensar que la presencia de Byron en su celda era solamente para cumplir con su supuesto deber de vigilarla, no por un interés real. Sus visitas se tornaban de un momento a otro tensas, y aunque no dijeran nunca nada, era incómodo estar los dos en un mismo espacio.

Él estaba en su posición habitual, sentado en el suelo y recargado en los barrotes; Eilen por el contrario, una vez terminada su comida del día reposaba acostada boca arriba, buscando tantas formas en las grietas del techo como le fuera posible hallar. Cuando intentaba usar su poder como entretenimiento, notaba la mirada de Byron fija sobre ella, solo así había conseguido su atención esos días, sin embargo, esa opción comenzaba a ser descartada cuando luego de unos minutos, la oscuridad comenzaba a apoderarse de ella, nublando sus pensamientos y emociones tal.como la última vez.

De pronto, el silencio fue interrumpido gracias a la impensada voz calma del contrario.

—¿Qué estarías haciendo si estuvieras en casa? —preguntó

—¿Por qué?

—Curiosidad… Solo responde.

Eilen, atraída por la intención de convivir tranquilamente se tomó unos momentos para pensar en la respuesta.
Permitió a su mente divagar un poco más allá de una simple frase y a partir de eso, a su recuerdo llegaron por montones los buenos momentos junto a sus amigos, no únicamente los del trío, sino también con los del instituto, o las tardes junto a su padre haciendo cada uno su propio trabajo en la mesa de la cocina. Sonrió ante esa idea.

—Probablemente estresándome con mi papá por tareas de Química —Soltó una baja risa ignorando el vacío que se había formado en su pecho —¿Tú?

—Lo mismo pero con Inglés y Filosofía, aunque también estaría siendo molestado por mi hermana, quién sabe.

—Tyl y yo la apoyábamos siempre

—Estoy hablando de nosotros dos, no la cagues metiéndolo a él en el tema

Al menos lo había intentado, por lo menos quería hacerle entender que ella no tenía la misma visión de Tyler que él, pero la sonrisa que había obtenido hablando de su amigo se borró en un segundo tras su comentario. De nuevo y durante un par de minutos nada se escuchaba más que un lejano movimiento de maquinaria, cosas de todos los días que ya no eran sorpresa para ninguno.

—No tienes que mencionarlo tú —Aclaró Eilen —Solo yo lo hice y puede quedar así, además es parte de lo que hacíamos en casa, también importa.

—¿Así como le importó a él que perdiéramos nuestras vidas por ser egoísta?

—Necesitaba ayuda

—Pues entonces no sabía ni siquiera lo que nos estaba pidiendo en realidad

Su tono serio regresaba, y tal vez si había arruinado el momento mencionando el tema que hace días los había hecho discutir, no obstante, aún existían cosas que no le terminaban de cuadrar en cómo habían sucedido los hechos.
Intentó hablar un poco más, realmente no tenía nada más que perder.

—¿Y si tú necesitaras ayuda con algo y saliera mal? —Eilen se sentó ahora en el piso, viendo como Byron la observaba de reojo.

—Es diferente

—Claro que no

—A él no le importó, ahora, ¿podemos volver al momento tranquilo?

Eilen asintió luego de unos cuantos instantes dudando, dejando a Byron suspirar agotado del mismo interrogatorio. Empezaron a buscar un tema de conversación que no fuera desagradable, por fin haciendo un intento sano de hablar sin terminar en una discusión.