Capítulo 77

8 1 1
                                    


La segunda infiltración

[•••]

—¿Dónde estamos? —preguntó Roly, susurrando.

—Tercer piso, estamos bien. ¿Zack?

El tema relacionado a la electricidad no sería algo de lo que preocuparse por el momento, pues al ser de madrugada, aún no había nada encendido. El aludido acató la orden indirecta de Byron, encendiendo en su mano una flama que les ayudaría a no derribar por accidente algún objeto en el cuarto; fuese importante o no.

—Busquemos primero aquí —indicó Tyler.

Se apoyaron de la iluminación que el fuego y la energía de las gemas les brindaban, aun si la segunda opción era más débil que la primera. Revisaron cajones, mesas y repisas, mas no encontraron nada.
Iban a tener que seguir avanzando.
Tyler encabezó al grupo, por lo que fue el primero en alcanzar la puerta y girar la perilla. No tuvo tiempo de abrir su ruta de escape cuando una sombra rodeó su cuerpo, a la vez que una densa neblina oscura hacía lo mismo con los demás. Retrocedieron con jadeos de sorpresa, y permanecieron hombro a hombro unos con otros, algunos incluso tomados de la mano. Formaban una barrera humana a prueba de lo que sea que se acercara... O quién.

—No intenten ninguna estupidez...

La neblina se disipó, dándoles un golpe de luz directa en sus caras. ¿Cuándo se habían encendido las lámparas?
Frente a ellos se erguían dos figuras, sin embargo, una de ellas no se encontraba en la mejor condición con la que podrían haber comenzado el encuentro.

—O podría terminar esto por mi cuenta

—¡Tyler!

Lilith jaló a Byron de vuelta a la alineación. Jiklo sujetaba a su hijo del brazo, sosteniendo en su otra mano, a la altura del cuello del menor, lo que parecía ser una fina aguja o algo similar.
Nadie se permitió emitir sonido, ni siquiera para revisar si eran los únicos presentes pese a que estaba claro que no era así. El acto de la luz no podría haberlo hecho él.

—Suéltalo.

—Un placer verte aquí de nuevo, Lilith —saludó con falsa amabilidad, sin importarle los nuevos rostros entre los jóvenes.

—Suéltalo, Jiklo —advirtió con un tono más bajo.

—Lilith

La voz de Tyler llamó la atención de todos. David sopesaba sus opciones; si enviaba un ataque quizá podría manejar la fuerza, mas no asegurar que no golpeara al rehén en el proceso.

—No, cállate

—Por favor...

El filo de objeto puntiagudo acarició la piel del chico, callándolo en reacción y obligándolo a respirar con cuidado. A su vez, cerró los ojos, evitando las miradas del grupo frente a él.

—Sh, sh, aquí no hay lugar para favores, Tyler —Jiklo se dirigió al público, quienes forzaron sus posiciones de defensa —. ¿Haremos esto al modo fácil o al difícil? Tienen algo que es mío, seguro lo saben. Me dan las gemas y los dejo ir de inmediato

—Eso es un truco barato —acusó Lucas.

—Que agallas, niño

—Lilith...

En su interior, rezó para que todo saliera bien.
Los espectadores guardaron aire en sus pulmones al momento en que la rubia hizo uso de su gema para teletransportarse frente a Tyler. Su mano derecha alcanzó su pecho, y con la izquierda, movió el filo que amenazaba cercano a su cuello; sin esperar el empujón que desviaría su segundo movimiento.
Chocó de espaldas con los demás antes de que la penumbra los volviera a consumir.

Experimento CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora