Nos veremos luego.[•••]
El momento había llegado. Eilen sabía cómo, tenía incluso un vago plan de la manera en que saldría de esa celda, pero estaba consciente de que más allá, estaría enfrentándose a un edificio desconocido, hundido en la oscuridad de la noche y con sonidos metálicos a lo lejos de construcción mecánica.
También conocía el cuándo, el incómodo encuentro con Byron para su comida de ese día había sucedido hace algunas horas, y calculaba que estaba a nada de que las luces de los pasillos se apagaran, indicando que el día en ese lugar había llegado a su fin.Por lo que a ella respectaba, había pasado su tiempo mejorando el uso y control que tenía sobre su dichosa habilidad, pues aunque estuvo de acuerdo hace tanto con el pacto del grupo, ella no había hecho nada de práctica debido al miedo. Cuanto más usaba su poder, la fuerza de su cuerpo se agotaba y eso le dejaba secuelas incómodas en el mismo, tales como dolores de cabeza u hormigueos; ahora con suerte, el uso de los días anteriores valdría la pena para no sufrir algún tipo de inconveniente durante su escape.
Un rato después de que la penumbra se apoderara del sitio, Eilen abandonó su rincón habitual y comenzó a jalar la cerradura de la celda, a la vez que se apoyaba con algunas cuerdas hechas de su poder para tener más fuerza, a pesar de ello la acción no parecía dar resultado. Soltó los barrotes frustrada, mentalizándose acerca de lo que estaba a punto de hacer; solo había visto dos veces una manifestación en esfera, y las dos, pasó miedo de lo que habían provocado.
Con ese pensamiento, comenzó a formar entre sus manos los primeros fragmentos oscuros, juntándolos poco a poco; dentro de la creación se podía apreciar el constante movimiento circular que los fragmentos seguían para concentrarse y tomar su forma, algo increíble de apreciar, pero lamentablemente no era el momento. Cuando creyó estar lista, arrojó su pequeña creación contra los barrotes, abollandolos sin ser suficiente aún el espacio para pasar. Un primer fallo del cual alguien, –si es que lo hubiera–, ya se habría percatado.
Se obligó a sí misma a apurarse, formando de manera más rápida una nueva esfera; esta vez al impactar contra el metal frente a ella, se formó efectivamente el espacio suficiente para salir. Decidida y con una sonrisa de orgullo, avanzó pasando entre las barras de metal, ahora solo quedaba buscar la primera salida segura que encontrara y escapar cuanto antes.
***
Anduvo a ciegas durante sus primeros pasos fuera del cubículo, apenas podía notar la distancia entre su cuerpo y las paredes, sin embargo era crucial que mantuviera un caminar rápido, pues no escuchaba ningún movimiento y eso la aliviaba a la vez que preocupaba, ¿Realmente no había nadie ahí para notar su ausencia?. Prefirió darse prisa para no averiguar lo contrario.
Con relación a eso, su cabeza le estaba haciendo pasar muy malos ratos, por el rabillo del ojo no paraba de ver siluetas dentro de las habitaciones por las que pasaba. Su vista no era tan buena como para saber si realmente había algo ahí, y menos lo que en el interior de cada cuarto había, por lo que se decidió a ignorarlo lo más que pudiera.
Eilen estaba a punto de girar en una esquina cuando varios pasos en carrera se escucharon a lo lejos, haciendo realidad el temor que ya esperaba cumplirse; un par de ellos era más fuerte que el otro, asegurándole también que eran dos personas distintas. De inmediato buscó el primer lugar para esconderse, siendo el elegido una mini bodega que había a su lado con múltiples artefactos de limpieza tanto para los materiales como en general; se dió cuenta de que en la puerta había una pequeña ventana cubierta con una persiana, Eilen la usó para asomarse tratando de averiguar si sus cazadores estaban cerca.
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Experimento C
Teen Fiction«Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa» - Alfred Adler [•••] ¿Cómo sucedió todo esto? Sería un pensamiento constante. Eilen ha traicionado a sus amigos, o eso es lo que ellos piensan, ahora, tras dejar atrás e...