Experimento C

Capítulo 12

Una tregua firmada con lápiz

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—¿Poderes? ¿Cómo personajes de cómic? — Cuestionó David sorprendido

—Alex, es la cosa más absurda que te he escuchado decir en toda mi vida, y fíjate que te conozco desde hace mucho

El comentario de negación por parte de Zack no fue secundado por nadie en la sala, y aunque tenía razón en que era un término absurdo, ¿qué más podían decir los demás?, ninguno de ellos se caracterizaba por ser un gran filósofo capaz de pensar en un nombre que sonase mucho más maduro en aquella situación.

—Es lo único que se me ocurrió

—A mí me suena raro pero lógico a la vez, si es que eso tiene sentido — Añadió Evan

—Y si... Realmente es eso que dice Alex… ¿Qué sigue después?

—Aprender a mantenerlos a raya supongo — contestó Roly a Lucas

—Bueno, háganlo ustedes, yo no voy a perder mi tiempo en juegos

Para todos comenzaba a ser frustrante el hecho de que Zack siempre se negara a cooperar, pues parecía que no se daba cuenta de la gravedad de la situación y de lo que tener aquellos "poderes" significaba realmente; no como en los mencionados cómics por parte de David, sino más bien en la realidad en la que vivían.
No bastaba con conocer los accidentes sucedidos con los demás, tal vez aún no le había sucedido nada malo a él, pero cada uno de los integrantes del grupo temían por su seguridad. ¡¿O si alguien los veía?! ¿Qué dirían?

—Zack, en serio, basta

—Tú eres el que tendría que estar "en serio" Alexander, "poderes", ¿acaso te estás escuchando?

—Entonces ¡¿qué es?!, si te estás quejando tienes una mejor idea ¿no es así?

Entre discusión y ataques verbales, se iban acercando cada vez más terminando en la misma posición de siempre; de frente y mirándose fijamente casi retando al otro a un duelo a muerte, y perfectamente podrían ejecutarlo con el fuego y la electricidad, pero ninguno sabía controlarlo en lo absoluto, así que la idea era mala por cualquier ángulo en el que se viera. Todos los observaban, murmurando sus nombres tratando de que ellos se distrajeran, parecían sólo fijarse en ellos mismos.

—No, pero al menos no estoy inventando tonterías, ¿de qué carajos me va a servir eso? ¿Yo para qué quiero controlarlo cuando simplemente puedo ignorarlo y esperar una solución que no es mi problema buscar?

Eilen estaba casi hecha una estatua en su sitio, sabiendo que esas palabras se referían precisamente a su presencia en la sala.

—Bueno, imagina que por no saber controlarlo, te llegas a hacer daño a ti mismo… — Hizo una pequeña pausa, viendo la reacción indiferente del contrario, ahora lo tenía claro — …O tal vez por no saber controlarlo, le haces daño a tu hermana

Vanessa se sobresaltó un poco al pillarse presente en la discusión de los mayores, pero también pensó por un momento que era la única manera de hacer a Zack entrar en razón por al menos unos segundos y disminuir su ira. Además, Alex quería tomar una pequeña venganza por haber hablado sobre ser adoptado y "no estar cerca de un familiar real", era verdad que no le afectaba en lo absoluto pero si el contrario jugaba personal, él podía responder de la misma forma.

—Zack…

Vanessa murmuró una vez más su nombre, dándose cuenta de que la acusación había dado justo en el blanco de la diana de importancia de Zack, tal y cómo Alexander había querido.
Ella se acercó, tomando suavemente de la muñeca a su hermano. Todos atentos a los movimientos. Lo siguiente que pasó casi parecía la presencia del destino o un llamado al karma instantáneo del moreno.