¿Me creerías si te dijera que el hilo rojo no es lo único que destina a dos personas?
En una localidad al sur de Francia. En la década de los ochenta, vive Lily Diallo una joven con el sueño frustrado de ser escritora. Todos los meses compra un nuev...
Mientras Martín sentía las manos de Lily rodearlo, había pensamientos que pasaban por su cabeza que nunca antes habían pasado. Si algo tenía claro era que, antes de ella, había estado con alguna que otra chica, quizá nada suficiente serio, pero era una relación y ninguna de esas cosas le hicieron pensar lo que pensó esos momentos.
Sintiendo los brazos de Lily a su alrededor, el calor y la tensión de su cuerpo sobre él, quiso entenderla. Martín quiso escarbar dentro de ella, entender su mente y sus miedos. Quiso, anhelo y deseo, poder ver dentro de su corazón para verle todo y curar donde estuviera herido.
A Martín le recorrió la necesidad de sumergirse dentro ella para borrarle todo lo malo y pegar las grietas. Eran deseos que surgen en consecuencia de tenerla cerca.
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