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En algún lugar al sur de Francia.
Verano de 1980.

Junio, 1980

La décalcomanie es una técnica pictórica que consiste en verter tinta en una hoja y doblarla por la mitad o colocar una encima ejerciendo una ligera presión para crear una copia. Dejando de esa forma imposible ver cuál es la original y cuál es la copia en la hoja entintada.

      Al sur de Francia se escuchaba que las almas gemelas no solamente estaban unidas por un hilo rojo. Al contrario, eran una sola persona. Un solo rostro que antes de nacer eran separadas. Uno de ellos sería la calcomanía y el otro la decalcomanía. «¿Quién soy?», se preguntó mientras trazaba líneas con tinta naranja en una sola mitad del papel acuarela que tenía en sus manos.

      Quizá, sin saberlo todos teníamos nuestra calcomanía y decalcomanía, porque las almas gemelas no solamente eran los amantes con quienes se compartía la vida entera. Las almas gemelas también eran nuestro yo interior, ese que se escondía.

      Ese yo era nuestra decalcomanía.

      Su padre una vez también le mencionó dicha leyenda. Lo hizo la primera vez que le acompañó a comprar un libro en contra de su madre y mientras ella rebuscaba en la biblioteca, molesta, su padre le pedía paciencia. «Tenle paciencia a tu madre, a ella le cuesta abrirse a un nuevo mundo» le había dicho. Aun con eso solamente guardo silencio y ante esa densa reacción fue la segunda vez que escucho esa leyenda.

      «Tu madre es mi calcomanía. Fue ella quien me encontró» le había dicho.

      Sin embargo, Lily no lo había pensado tanto hasta que comenzó a leer la saga "El hilo rojo del rostro". Fue la tercera vez que escuchó sobre esa leyenda muy parecida a la del hilo rojo que provenía de Japón.

      Y solamente hasta después de leer ese libro se preguntó si ella también tenía a su otra mitad en alguna parte del mundo. Porque ella quería tenerlo también. Quería encontrar a su otra mitad. 

—¿Qué haces? —. La compañera de taburete le preguntó a Lily.

      —¿Yo? Intento probar esto de la técnica pictórica décalcomanie. ¿Sabes que tenemos una leyenda parecida a la del hilo rojo con esta temática?— respondió sin verle.

      Su compañera movió los labios de forma pensativa, ella consiguió ver el movimiento por el rabillo, esperando la respuesta de ella.

      —Lo sabía, pero realmente no creo en las almas gemelas. Son cosas tontas.

      Lily se detuvo de trazar las líneas y se giró para ver a su compañera. Su rostro tenía bastante sorpresa pintada y sus labios se hicieron una fina línea.

      —¿Quién te hizo tanto daño? — preguntó.

       Su compañera solamente se encogió de hombros y se levantó de su asiento para ir a entregar el trabajo que se les había sido asignado. Lily trazó una línea más que formaba un rostro abstracto y luego llevó su mirada hacia su reloj de muñeca. Aún hacían falta dos horas para que pudiera ir a comprar el último libro de su saga favorita.

      Lily quería, no, a ella le urgía saber si su protagonista favorita se quedaba con su otra mitad entre todo ese problema que había llegado a existir en los demás libros anteriores. Ella deseaba que fuera feliz con él.

      —¿Qué harás hoy? — su compañera regresó haciendo esa pregunta.

      —¿Por qué la pregunta?

Calcomanie (Décalcomanie 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora